La manera que afrontamos la vida también determina nuestro bienestar. Una actitud positiva podría reducir el riesgo de mortalidad e impulsar un envejecimiento saludable.

El optimismo es un rasgo de la personalidad que hace referencia a la capacidad de ver y vivir los acontecimientos de la vida de un modo positivo.

La ciencia confirmó que una actitud positiva ante los diferentes aspectos de nuestra vida nos ayuda a afrontarlos mejor y a encontrar soluciones constructivas. Hay personas que son optimistas de forma natural y otras que no, pero todos tenemos la capacidad de aprender e intentar dar una visión diferente a aquello que nos rodea.

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De acuerdo a las investigaciones realizadas por las universidades de Helsinki y Turku junto con el University College of London, el optimismo conduce a una resistencia que prolonga la vida e impulsa un envejecimiento saludable.

El estudio comprobó que las personas que obtuvieron puntajes altos en los cuestionarios de optimismo informaron menos días de enfermedad después de un evento importante en la vida, ya sea de enfermedad grave o el fallecimiento de algún ser querido, además demostraron recuperarse más rápido en comparación a aquellos que obtuvieron puntajes bajos en optimismo.

Mantener una actitud positiva puede ayudar a hacer frente a los principales eventos negativos de la vida con mayor éxito, incluso un alto nivel de optimismo se relaciona a prácticas de estilo de vida más saludables.

Aquellos con los niveles más altos de optimismo tienen el doble de probabilidades de tener una salud cardiovascular ideal en comparación con sus contrapartes más pesimistas. Los optimistas mantienen niveles significativamente mejores de azúcar en la sangre y colesterol, también son más activos físicamente y tienen índices de masa corporal más saludables.

Más aportes del optimismo en la salud

El optimismo protege contra el desarrollo de síntomas depresivos y evita el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y coágulos, independientemente a la edad, es decir, una actitud positiva mejora la salud, mientras que el pesimismo la debilita.

El pesimismo también reduce la eficiencia del sistema inmunológico, sin embargo el optimismo mejora la capacidad de las células asesinas naturales para destruir virus, células cancerosas y otros supresores del sistema inmunitario.

Los investigadores descubrieron que el optimismo ayuda a tomar medidas constructivas con respecto a los problemas, por eso tienen menos problemas difíciles que los pesimistas y tienden a ser personas exitosas.

Otros estudios indican que los optimistas podrían sobrellevar mejor el estrés porque cuentan con herramientas más eficaces para regular sus emociones, además suelen ver las situaciones difíciles como retos en vez de amenazas. Todas las investigaciones, afirman que el optimismo es un importante recurso psicológico que extiende la longevidad.

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