La invitada especial de esta nueva edición de “Poderosas por el Mundo” con Marilé Unger es una mujer que cambió el juego dentro del periodismo deportivo. Su visión, trabajo, y pasión abrió camino para las nuevas generaciones.
Por: Natalia Delgado
Marion Reimers es periodista deportiva, presentadora, analista, comentarista, narradora y escritora. Es la primera mujer mexicana en ser nominada a un premio EMI de deportes en los Estados Unidos y galardonada en el 2017 como personalidad deportiva destacada en el aire en español.
También co-fundó Versus México, una organización no gubernamental sin fines de lucro, que se dedica a concientizar al público y combatir la discriminación de género, raza y de clases en el periodismo deportivo.
Es una apasionada por el deporte y a lo largo de su vida se dedicó a practicar muchos de ellos, por eso describe que su transición al área profesional fue un camino muy orgánico, ya que al estudiar Ciencias de la Comunicación se dio cuenta que podía combinar esas dos facetas que tanto amaba.
Ser una de las pocas voces femeninas que hablan de fútbol en México no sucedió de manera repentina. Marion recuerda parte de su trayectoria y todo lo que sintió cuando se dio cuenta que estaba en una cadena internacional: “Tuve la posibilidad de estar en Argentina viviendo dos años mientras que estudiaba mi maestría y trabajaba para Fox Sports. Previo a ello hicimos una cobertura de la Copa del Mundo con una central de noticias también en Buenos Aires y una central de noticias para la Copa América en 2011″.
Y continúa: “Creo que ahí hubo un punto de inflexión muy importante en mi carrera. No es que de un día para el otro estás hablando frente a millones de personas como titular de algún programa sino que de a poco vas aprendiendo. Definitivamente sentí nervios, emoción y un enorme orgullo, pero sobre todo creo que lo que no debemos dejar de sentir es una gran responsabilidad”.
“No podemos ser lo que no podemos ver”
La representatividad de la mujer es muy importante y por eso Marion explica: “No basta con que las mujeres seamos quienes contemos las historias, que es muy importante también, sino que tenemos que ser protagonistas de esas historias. Eso tiene que ver con la representación de las mujeres, en nuestra participación en los deportes, no únicamente como quienes los narran o transmiten”, explica.
Por otro lado, comenta que aún nos falta mucho camino por transitar, y si bien ella y otras colegas tienen la posibilidad de ejercer este rubro, sigue existiendo mucha desigualdad. “Creo que en América Latina podemos establecer paralelismos muy interesantes entre los países y las regiones. Yo soy una mujer blanca cisgénero, privilegiada, a la que sí la atraviesan desigualdades pero no como las que atraviesan muchas otras mujeres en mi país, entonces, creo que aun falta trabajar mucho”.
Y agrega: “¿Cuándo veremos un mujer indígena dando las noticias de deportes o una mujer de tez más morena que la mía, una afrodescendiente, una trans. Todas esas preguntas aún nos tenemos que hacer, y es verdad que hemos avanzado mucho pero creo que no podemos dejar de lado que existen asignaturas pendientes en términos de representación y el hecho de que estemos nosotras aquí ya dice mucho”.
Los prejuicios tampoco fueron ajenos a la carrera de Reimers y parte de su activismo es evitar que otras atraviesen por lo mismo. La periodista explica que todos “los palos” que recibió en el camino son los mismo que muchas otras también reciben.
“Más que preguntármelo a mi, habría que preguntárselo a los hombres que siguen en el poder y le tienen tanto miedo a lo que las mujeres podemos hacer y desarrollar, pero repito, los prejuicios que atravesamos son casi iguales en todos lados. Y qué interesante porque somos casi 4 mil millones de mujeres distintas en el planeta tierra, lo cual habla de un grupo heterogéneo de personas y yo creo que que ahí abría que sacarse un poco las vendas de los ojos”, agrega.
Deporte y feminismo
Dedicarse al deporte en nuestro país, así como en muchos otros países de Latinoamérica, es muy difícil. Si a esto le agregamos que una mujer quiera ser futbolista o realizar cualquier otro tipo de actividad fuera de los parámetros establecidos es un agravante. Marion invita a todas aquellas valientes a formar redes de sororidad y las alienta diciéndoles que no están solas, que en el mundo hay muchas otras como ellas.
“No son unas raras. Creo que lo primero que hay que cuestionarnos es la estructura: ¿quién nos dijo que era así? Reinterpretemos esa problemática, preguntémonos por qué nos han dicho así, por qué resulta conveniente seguir con estas ideas, a qué grupo beneficia que las mujeres estemos tan aisladas, y lo último que quisiera sumar es: lean sobre feminismo”, apunta la comunicadora.
Decir la palabra feminismo, es referirse a un término que para muchos es sucio, incorrecto, incluso horrible. La realidad es que el feminismo es la ideal radical de que las mujeres también son personas, merecen existir en libertad de derechos y oportunidades, detalla Reimers.
Existen quienes comparten estas ideas y principios, pero no todos se animan a pronunciarse por continuar en un sistema de premios y castigos. El sistema le ha inculcado a la sociedad que salir de la norma es lo peor que pueden hacer. “Creanme, es lo más interesante (salir de las normas). Vida solo hay una, hay que aprender sobre un montón de cosas, hay que acercarse con mayor empatía y ¿saben cuál es una palabra horrible? Feminicidio, violencia domestica, violencia de género, violación, esas son palabras horribles, el feminismo no es una palabra horrible”.
Respecto a aquellas que no se sienten representadas por el feminismo, la periodista les recuerda que gracias al movimiento hoy en día las mujeres pueden votar, trabajar, estudiar y realizar múltiples acciones que antes estaban prohibidas sin la autorización de un hombre.
Y con mucha empatía explaya: “Esto también es para ustedes, acá estamos siempre empujando, trabajando para que el día de mañana ninguna niña sea sujeto de violencia, sufra violencia sexual o de ninguna índole, porque esto tiene que ver con las relaciones de poder y de privilegio. Y aquí estamos, esto también es para ustedes, aunque digan que no las representamos y algún día las esperamos de este lado”.
Describe también que desde “Somos Versus“ están trabajando con la inclusión de las mujeres del deporte, la representación de las mujeres, y que el feminismo se inserte en esta área tan importante de nuestra narrativa popular y nuestra vida pública como lo es el deporte.
Vivir las historias
Vivir la “Champions de Fútbol Femenino” fue muy emocionante para Marion, no solo cómo aficionada, sino también como mujer porque recuerda sintió como que los engranajes del tiempo empezaron a moverse.
“Existía algo en el aire que nos estaba llevando hacia adelante. Todas estábamos sumidas, buscando cambiar un poco la narrativa y sobre todo estas futbolistas, que hoy por hoy inspiran a millones y ha sido una experiencia fuera serie. Para mí irrepetible y un auténtico privilegio poder estar ahí”, detalla.
Y señala que hay una deuda histórica de 70 años con el fútbol femenino porque antes no se les permitía a las mujeres jugar en campos oficiales y cualquier club que lo permitiera corría riesgo de ser descalificado. En términos de productividad, el fútbol femenino hace lo mismo, entrena igual que los varones y puede generar las mismas ganancias, solo que no reciben la importancia que se merecen.
“Son diferencias estructurales que impiden que las mujeres nos desarrollemos de la misma manera, así que cuando enderecen esa cancha, con mucho gusto vamos a ver quién genera más, ahí ya vamos a poder hablar con todos estos economistas de sillón que no han visto un partido de fútbol femenil en su vida, ni creo hayan jugado ellos a un muy alto nivel, pero se sienten con el derecho de quitarle los derechos y oportunidades a las demás personas e impedirles su desarrollo pleno profesional, entonces, ¿por qué no hablamos de inversiones y después empezamos a hablar de sueldos?”.
Sueños y metas por cumplir
Marion menciona que aún le falta mucho por aprender y desaprender, así como convertirse en una persona que pueda hacer mayor entendimiento a las problemáticas de los y las demás, también que le falta salir de su burbuja y seguir creciendo.
Y finaliza con varios anhelos: “Me gustaría escribir otro libro, me gustaría comentar o narrar una Copa del Mundo de mujeres, no únicamente hacer una cobertura, sino narrar y comentar. también una Copa del Mundo de hombres, ir a una final de la Champions Femenina en mi rol de comentarista y poder llevárselo a todo el público”.