Cada 23 de abril de celebra internacionalmente el día de los libros, la pasión lectora que se comparte y todo sus beneficios. Para sumarse al incentivo de la lectura, la Línea 12 Magno S.A pondrá a disposición de sus pasajeros libros que podrán leer durante el viaje.
La campaña BIBLIOBUS LÍNEA 12 nace de la idea de promover la cultura y el conocimiento para que sus pasajeros también puedan aprovechar al máximo el viaje, ya que quizás no todas las personas tienen la disponibilidad de contar con un libro en su entorno y con ello, buscan facilitarlo.
La biblioteca móvil acerca la cultura a las personas, estimula la curiosidad, imaginación, creatividad y desarrollo, y por lo tanto, son espacios de alta capacidad de transformación, con lo cual esperan que el impacto sea muy positivo en nuestra sociedad.
Además, con la intención de que el tiempo del viaje sea aprovechado para invertir en el desarrollo cognitivo, en mejorar las funciones ejecutivas, reducir el estrés y ganar nuevos conocimientos para fortalecer las habilidades.
Desde la Línea 12 explican: “Generalmente nuestros pasajeros tienen un promedio de viaje entre 30 minutos a 1 hora y media, tiempo que les permitirá disfrutar de un libro acorde a sus intereses como lo pueden ser los de autoayuda, entretenimiento, literatura, incluyendo libros para niños y jóvenes”.
Es un modo sensacional de aprovechar el trayecto, ya que conocemos el tráfico en nuestro país y esto ayudará a mejorar la experiencia del viaje, acercando una biblioteca al encuentro de los lectores.
La campaña BIBLIOBUS inicia desde mañana 23 de abril, día internacional de libro, y continuará durante todo el año. La editorial Atlas es la proveedora de los libros para los buses, de manera a que cada lector pueda aprender y disfrutar durante el trayecto de viaje.
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Hippy Paraguay: 25 niños de primera infancia logran leer
Ayer martes se graduaron niños y niñas del programa Hippy Paraguay que con amor y paciencia de sus padres llegaron satisfactoriamente a la meta que se propusieron hace dos años. Se trata de 25 chicos que accedieron al programa gracias a empresas que apostaron para que los hijos de sus colaboradores formen parte de Hippy.
Según Laura Duarte, directora del programa Hippy Paraguay, hasta la fecha unas 600 familias formaron parte de este proyecto que ayudó a que los padres y madres formen a sus hijos en la primera infancia desde sus casas. De este número de familias más del 90 % aseguran que han dedicado tiempo de calidad a sus hijos en esta etapa tan importante de sus vidas. “Las familias que forman parte del programa han indicado que mejoraron sus relacionamientos parentales después de dos años del programa. El 80 % nos cuentan que están leyendo libros con sus hijos, saber que tantas familias están priorizando la lectura diaria es un gran logro y la gran bandera que estamos llevando con Hippy Paraguay”, expresó Duarte en entrevista con La Nación/Nación Media.
EMPRESAS COLABORADORAS
Confirmó que los 25 egresados se formaron gracias a las empresas Comercial el Cacique, Kemsa y Aero Centro SA, que apostaron a favor de la educación de los hijos de sus colaboradores.
“En el contexto de responsabilidad social empresarial las empresas adquirieron el paquete de Hippy para sus colaboradores. De esta forma activaron la motivación en los trabajadores y aseguraron que los hijos de estos trabajadores van a tener más chances de llegar a la educación formal con más preparación”, refirió.
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Publicar un libro que sea leído y reconocido, el desafío de cada escritor en Paraguay
La pasión que mueve a un escritor es muchas veces tan grande como los desafíos con los que se encuentra en esta profesión, algunos de ellos son personales, como la elección de un tema, darle cuerpo y continuidad a una obra o elegir un título digno para ella; otros son externos y muchas veces los más difíciles de enfrentar como representa escribir en un país en el que históricamente se lee poco y la industria de la literatura está dando sus primeros grandes pasos, brindando un espacio más amplio a escritores nacionales.
“El primer desafío de un escritor paraguayo es lograr que su obra sea publicada sin tener que recurrir a su propio bolsillo, el segundo desafío es llegar a los lectores y ser leído, y el tercero es traspasar las fronteras. Salir de nuestras fronteras todavía es un sueño largamente anhelado por muchos autores paraguayos, esto es, logrando ser publicado por una editorial extranjera o conquistando al público internacional”, comenta la escritora y periodista paraguaya Milia Gayoso Manzur en conversación con La Nación/Nación Media, en el Día del Libro Paraguayo.
La autora reconoció que a todo lo mencionado anteriormente se suma el hecho de que un escritor en Paraguay no puede vivir solo de escribir y que, por ende, debe contar con trabajos paralelos, aceptando a su vez que en nuestro país aún no se ve la creación literaria como un trabajo que lleva tiempo y esfuerzo tanto físico como mental, como cualquier otra profesión.
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Respecto a las necesidades del sector para que los escritores puedan trabajar en mejores condiciones, Milia Gayoso argumentó que el poder dedicar más tiempo sin presiones económicas a la creación de obras es crucial. “No hablo de la aparición de mecenas que nos faciliten la vida, sino de mejores condiciones editoriales, necesitamos que nuestro trabajo sea apreciado y valorado en todo el sentido de la palabra. Al ser limitada la cantidad de libros publicados, entonces el porcentaje de ganancia es muy bajo”, sentenció.
Más espacio
Gayoso destacó que el espacio con el que ahora cuentan los escritores nacionales en Paraguay ha sido ganado con los años, con mucho esfuerzo y con tenacidad, subrayando que para las nuevas generaciones de escritores las redes sociales y las plataformas digitales están siendo de mucha ayuda para promocionar y dar a conocer sus trabajos.
“Actualmente, existen más ferias de libros, se han abierto cursos de escritura y muchos escritores paraguayos son invitados por entidades extranjeras para impartir charlas o participar de actividades internacionales”, comentó la escritora, subrayando la creación de espacios como encuentros literarios y visitas a las instituciones educativas, donde incluso pueden ofrecer y vender sus obras.
Si bien incentivar el hábito de la lectura en nuestro país es una de las materias pendientes más importantes a nivel cultural, para la escritora esto va cambiando y se da en muchos casos por la pasión que se ve en las nuevas generaciones hacia la lectura. “Es una rareza hermosa ver a una persona leyendo mientras viaja, en nuestro país. Sin embargo, se empiezan a ver cambios; los niños sienten avidez de leer y eso se ve durante la visita a las escuelas, incluso hay casos en que los padres le toman el gusto a la lectura viendo a sus hijos con un libro en la mano”, enfatizó Gayoso.
El consejo de la escritora paraguaya para quienes quieran escribir o estén iniciando en esta aventura fue concreto y firme: “Les aconsejo que lean, lean y lean, hay que leer muchísimo; la lectura va a ser su mejor escuela, y el que escriba, que tome apuntes de sus ideas, de nombres, lugares, posibles títulos. Que escriban en la computadora, en agendas, cuadernos, servilletas. Hay que aprovechar cada momento de inspiración”, finalizó.
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Atraer la atención de los lectores
La lectura en el Paraguay por décadas ha prevalecido como uno de los hábitos pendientes a cultivar como sociedad, por muchos factores, afortunadamente uno de ellos no es la falta de escritores paraguayos, que si bien no son los suficientes cada vez se da un aumento de presencia de autores paraguayos en las góndolas de las librerías.
“El desafío principal en la actualidad es atraer la atención de los lectores en un país donde históricamente se lee poco, hay poco apoyo a la industria editorial y al trabajo de los escritores, pero vamos avanzando”, manifestó en conversación con La Nación/Nación Media el escritor paraguayo Andrés Colmán Gutiérrez.
El mismo aseguró que, si bien se ve en muchas librerías una mayor promoción de libros de autores ya consagrados con sagas populares -que incluso tienen sus versiones televisivas-, también se da en muchas editoriales nacionales y varias librerías un espacio preponderante a los autores nacionales, apoyando su trabajo y vendiendo sus obras, cosa que se vio en las últimas ferias de libros y dio un aire de esperanza para todos los escritores.
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¿Cómo que “La usurpadora” fue la profe de Yolanda Park?
Yolanda Park realizó una publicación en su cuenta de Instagram en la que compartió una fotografía acompañada de un escrito; sin embargo eso no fue lo que llamó la atención de sus seguidores. El caso es que la postal compartida muestra a la Yota con su profe de la escuela llamada Lourdes.
Esta fue precisamente la que de manera casi instantánea acaparó las miradas de los internautas, esto, debido al gran parecido que tenía con la afamada actriz Gabriela Spanic, también conocida como “La usurpadora”, gracias a su papel protagónico en la telenovela que lleva el mismo nombre.
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De acuerdo a la imagen, ambas mujeres son tan idénticas que los usuarios no dudaron en reaccionar con comentarios manifestando lo sorprendidos que quedaron por la semejanza que había entre la profe de la Park y la artista internacional.
Sin olvidar las emotivas expresiones de Yolanda al decir: “Acá está mi profe que ustedes dicen que se parece a la actriz de La usurpadora. Foto de la izquierda 1987. Foto de la derecha 2023 La encontré a la profe Lourdes el 24 de mayo, el día de María Auxiliadora en el colegio”.
También relató que la docente ya se estaba retirando porque había participado de la misa anterior, pero fue ella la que le pidió que se quedara un poco más para escuchar la lectura del texto que había escrito y puntualizó: “Y es que pasaron 36 años, pero igual le quería mostrar a mi profe que me enseñó a leer y a escribir lo importante que fue en mi vida” para cerrar diciendo: ¿Acaso no es lo más lindo que tu profe te diga que está orgullosa de vos? Pd: para mí ella sigue igualita…”
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Larga vida a los libros
Paulo César López, paulo.lopez@nacionmedia.com - Fotos: archivo y gentileza
En el marco del Día del Libro, que se recuerda este 23 de abril, Nación Media conversó con tres referentes del mundo editorial local sobre la situación actual de esta herramienta del saber por antonomasia. Aunque todos coinciden en que el mercado librero se ha puesto cuesta arriba en los últimos tiempos, especialmente por la pandemia, la creciente digitalización y la mayor oferta de entretenimiento tecnológico, los entrevistados se reafirman en que la cultura del libro capeará con éxito los nuevos desafíos y seguirá vigente como fuente de conocimiento y de ocio.
El Día Internacional del Libro fue instituido oficialmente por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1995 en homenaje, entre otros notables de las letras, a los dos más grandes escritores de todos los tiempos, el español Miguel de Cervantes y el inglés William Shakespeare, cuyas muertes acaecidas en 1616 coinciden alrededor del 23 de abril.
Con motivo de esta conmemoración consagrada para fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual, conversamos con los editores Javier Viveros (JV), del sello Rosalba; Carlos Vera (CV), de Arandubook, y Vidalia Sánchez, de Servilibro, quienes comparten su visión sobre la actualidad y el futuro de la industria editorial en el Paraguay.
–¿Cómo ven la situación del ámbito editorial en nuestro país?
–JV: No son estos los mejores momentos para la industria editorial. Primero fue la pandemia y después se vino una suba casi inverosímil del precio del papel, lo que repercute negativamente en toda la cadena del libro.
–CV: La situación del ámbito editorial es igual al de cualquier otro cultural: difícil. Pero esto tiene que ver con una serie de circunstancias como, por ejemplo, la situación económica, el auge de las redes sociales, las publicaciones en plataformas digitales, que tienen lo suyo, pero que, sinceramente, no son necesariamente competencia para las editoriales físicas a la larga. Lo que pasa es que los escritores, sobre todo los nuevos, al provenir de un ámbito más tecnológico y digital, piensan que las plataformas son la respuesta a todo, pero no es así. Para darte un ejemplo, cierta renombrada plataforma le paga al autor solo al alcanzar una meta de venta que, en la mayoría de las veces, no se cumple. Recién al llegar a cierta cantidad de compras ellos hacen el pago y puede resultar que un título sea exitoso en nuestro medio en lo físico, pero no en el digital. Como suelo expresarle a los autores, sitios como Amazon, por ejemplo, están muy bien, pero para decir que estás ahí. Las mayores ventas en dicho sitio se dan con las publicaciones en inglés, no necesariamente en castellano. Por otro lado, situaciones como la pandemia nos ha obligado a estar encerrados. Conspiraron, por un lado, contra nuestra libertad; pero, por el otro, posibilitaron el surgimiento de nuevos escritores que, enfrentados con la realidad que les rodeaba, quisieron exponer sobre el papel sus sentimientos y sus ideas. Igual cosa pasó con los que ya escribían, quienes incrementaron su producción. En líneas generales, hubo, a mi entender, un auge en el proceso de escritura, así como en la participación en talleres y en la lectura. Lo que nos falta, como sociedad, es mejorar nuestro poder adquisitivo, porque ganas de leer hay, aunque no siempre se cuenta con el dinero necesario para invertir en ese rubro.
–VS: Y está como en todos los países, reaccionando lentamente después de lo que fue la pandemia, donde tuvimos un bajón en la producción de libros y problemas en la parte económica en muchas empresas. Paraguay no fue la excepción y ahora lentamente desde mediados del 2022 el mundo editorial empezó a tener otra vez una vida activa. Esperemos que en este 2023 vaya mejorando y que las nuevas autoridades del Gobierno incentiven el libro, la lectura y que en el Parlamento se promulgue la nueva Ley del Libro, que desde el año 96 estamos luchando que salga porque la ley que rige actualmente en nuestro país está desfasada. No contempla muchísimas cosas, entre ellos no contempla lo de los libros digitales, por eso hay poca producción de libros digitales en nuestro país. Y bueno, estamos muy esperanzados.
PREFERENCIA DEL PÚBLICO
–¿Cuál es el género que mayor salida tiene en el mercado?
–JV: El narrativo, sin dudas. La mayoría de nuestras ventas se dan en literatura infantil y novela.
–CV: Son varios, en realidad. La fantasía a través de los cuentos, los relatos, el mito, la aventura. Dos géneros que están muy fuertes también son la ciencia ficción y el terror adolescente. El género policial no mucho, casi nada que no sea discursivo o relativo a hechos ocurridos anteriormente. Otro aspecto a tener en cuenta es el auge de la literatura histórica. Excelentes y extensos trabajos de investigación y revisión histórica se han proyectado en los últimos tiempos. Muchos de ellos fruto de la coparticipación entre nacionales y extranjeros. La academia está trabajando muy bien en ese sentido, al igual que los centros de estudios sociales y los conglomerados de estudio.
–VS: El género que mayor salida tiene en el mercado paraguayo es literatura. Literatura e historia son los dos géneros más vendibles. O sea que no solamente es literatura porque se lee en los colegios, en las universidades, sino porque mucha gente lee literatura aparte de los estudiantes. E historia quizás por la historia que tuvimos en nuestro país, hay capítulos de la historia paraguaya que recién ahora van saliendo a luz. Yo creo que por eso los libros de historia también son muy pedidos.
INSTRUMENTO LEGAL
–¿Cómo les parece que puede beneficiar una iniciativa como la Ley del Libro para el fomento de la lectura?
–JV: Si esa ley en la que trabajamos en la Mesa Técnica del Libro entra finalmente a regir va a generar cambios verdaderos, a diferencia de la que está vigente, pues entraña un involucramiento efectivo del Estado en favor de toda la cadena productiva del libro. Se va a constituir en el motor que hace falta para despegar de una buena vez.
–CV: Como toda ley, es la practicidad y su uso los que le dan posibilidad de beneficio a las personas. Existen muchas leyes, hermosas algunas y pésimas otras, incumplibles también o que se violan constantemente. La Ley del Libro es el fruto de los desvelos de muchos colegas, de muchos actores de la cultura y hago votos por que sea una herramienta útil para el fomento no solo de la lectura, sino también de la publicación.
–VS: La Ley del Libro para el fomento de la lectura va a favorecer no solamente como mencioné para que se produzcan libros digitales, porque ya va a haber una penalización para los que obren mal con los libros digitales, sino porque también esta ley va a contemplar un montón de derechos que tienen los autores de los libros, los escritores, también las editoriales. La función misma del Estado con relación a la difusión del libro en la lectura. Esta ley también va a crear una Comisión Nacional del Libro que estará integrada por los gremios relacionados al libro y muchas instituciones públicas como el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación. Y esta Comisión Nacional de Cultura va a tener un gran papel en la Ley del Libro, porque es la Comisión Nacional de Cultura la que va a velar para que se cumpla todo lo que va a contemplar esta nueva ley. Por eso es que queremos tanto que salga. Ahora ya tiene media sanción del Senado y ahora está en la Cámara de Diputados y ojalá se sancione y se promulgue lo antes posible.
–¿Qué tipo de títulos publica más la editorial a su cargo?
–JV: Hemos publicado mucha literatura para niños y también historietas. En el último bienio hemos entregado a la imprenta muchos libros del género narrativo: novela y cuento.
–CV: Mi editorial es muy pequeña. Nació de una necesidad específica y fue dando giros y cambios con el paso del tiempo. Arandubook está hace tres años en el mercado como sello editorial y desde el principio, desde su primera publicación, se ha volcado a la publicación histórica. Textos jesuíticos, temas sobre la historia civil de la Guerra del Chaco, sobre el mariscal José Félix Estigarribia. Además, trabajamos ediciones facsimilares de publicaciones periódicas ya agotadas que obran en nuestra colección particular que alberga libros nacionales y extranjeros desde el siglo XVIII. Pero, como todo esfuerzo, es hijo de las circunstancias. Incursionamos también en otros géneros desde el año pasado, en que habilitamos un concurso de cuentos cortos de ciencia ficción a través de un proyecto denominado Prometeo, que este año va a tener su versión 2023. En su versión 2022 tuvo la participación de más de 100 escritores de primera publicación, lo que de alguna manera nos brinda un panorama muy esperanzador sobre dos aspectos: la gente escribe y el género goza de buena salud en el Paraguay.
–VS: La Editorial Servilibro se dedica exclusivamente a la publicación de autores paraguayos. Hasta este momento tenemos 1.382 títulos publicados de 426 escritores y escritoras paraguayos. Nunca pudimos tener un perfil editorial definido por cuanto que en nuestro país hacía falta publicar de todo porque durante la época de la dictadura estaban muy controlados ciertos temas, ciertos libros, y entonces por eso desde la caída de la dictadura hay una avalancha de publicaciones de temas que en otra época no se hubieran tocado.
OFERTA VARIADA
–Existe la sensación de que actualmente se escribe más, pero se lee menos. ¿Es así?
–JV: Lo es. Pienso que se lee menos porque nunca antes en la historia de la humanidad ha habido tanta y tan variada oferta de entretenimientos. Esas ofertas compiten con el viejo y querido libro, aunque este último otorga un conjunto de beneficios que otras opciones difícilmente pueden igualar.
–CV: No necesariamente. Y juzgo por las personas que están alrededor mío. La tecnología y su brazo digital han permitido que muchos títulos que antes no estaban al alcance de nuestras manos ahora sí lo estén a través de las plataformas comerciales. Por otro lado, los proyectos de digitalización y preservación de los acervos documentales, históricos algunos, han permitido el acceso a libros que antes ni siquiera imaginábamos. Bibliotecas, mapotecas, hemerotecas, discotecas, videotecas, museos y galerías nos permiten ver más. Si quiero saber qué se publicaba en internet hace un par de años, basta con acceder a Archive.org y puedo encontrar la información requerida. Ese acceso a los documentos; esa, digamos, democratización de la cultura visual y el entendimiento de que a partir de esos conglomerados de información que son las bibliotecas, a partir de programas digitales, podemos acceder al conocimiento, es de una riqueza y esperanza inigualables.
–VS: Yo no estoy de acuerdo. Yo creo que se escribe más y se escribe muy bien. Nuestros escritores y escritoras nos entregan muy buena calidad de materiales y yo creo que se lee mucho más. Muestra de ello es que unos 10 años atrás, en la librería entraba solamente gente mayor, gente adulta. Sin embargo, hoy día las librerías son muy visitadas por los jóvenes. Los jóvenes que hoy tienen el celular también. Sin embargo, se van a comprar a la librería libros físicos, libros en papel para regalar por el Día de los Enamorados, el Día del Padre, Día de la Madre, etc. Y eso a mí me parece que es una señal de que esos chicos que hacen eso leen. Yo estoy segura de que leen más. Y quizás la tecnología, el celular, la tablet, la notebook, hacen que los jóvenes lean más. De eso estoy segura.
POLÍTICAS PÚBLICAS
–¿Qué cree que se debería hacer en materia de política pública para estimular la producción y consumo de libros?
–JV: Es preciso que ambas cámaras del Parlamento aprueben la Ley del Libro y que el presidente la promulgue. Ese será un paso de gigante.
–CV: Lo que la política tiene que brindarnos es la posibilidad de mejorar nuestra situación económica. Si a eso le sumamos la Ley del Libro y algún esfuerzo desde el ámbito de la educación, yo creo que lo demás vendrá por añadidura. Pero voy a hacer un agregado. El ámbito de la educación deberá, en algún momento, y espero que sea en la brevedad, encarar seriamente la utilización de la literatura como una herramienta de desarrollo cultural de las personas, no como un obstáculo que hay que pasar en los exámenes. Los programas deben mejorar en tal sentido, pero sustancialmente.
–VS: Desde luego que debe haber una política pública para estimular la producción y el consumo de los libros. La nueva Ley del Libro contempla eso, que el Estado debe comprar de cada título publicado, creo que cien ejemplares para los colegios públicos, las bibliotecas públicas, para ser distribuidos a los colegios y bibliotecas públicas. Estamos muy esperanzados en ese artículo a pesar de que la Ley del Libro que rige actualmente ya tiene incluido ese artículo, pero nunca se cumplió. Nunca se compraron esos cien títulos a las editoriales paraguayas.
–¿Cómo ves la labor del Estado, y del sistema educativo en particular, en cuanto a fomento de la producción intelectual y la lectura?
–CV: Ampliando lo que ya expresé, el Ministerio de Educación deberá reformar, retocar, modificar o clarificar el aspecto que le concierne como institución rectora de ese aspecto tan importante. Debería preocuparse más en que los discentes aprendan cuestiones que son fundamentales para su desarrollo como persona cívica. Como decía Ramón Indalecio Cardozo: “Debemos preparar a los niños para la vida”. Pero dentro de un espacio armonioso y útil en el que los profesores, los profesionales de la enseñanza, tienen importancia fundamental porque nadie puede enseñar lo que no sabe. El Estado, por su parte, debe poner lo suyo: establecer las condiciones claras y respaldar a la comunidad educativa. Y falta el último eslabón: la familia, sin cuya labor y respaldo, sin cuya responsabilidad en la formación primera de los educandos en su sociedad interna, nada sería posible. Lo que no se aprende en la casa, va a ser más difícil aprender en la escuela.
–VS: En el sistema educativo, en cuanto al fomento de la producción intelectual y la lectura, yo creo que hay muchas materias pendientes. Se tiene el Plan Nacional de Lectura, que se implementa a medias. Entonces, hace falta que desde las instituciones educativas y desde las instituciones del Estado, que deben fomentar el libro y la lectura, se haga una alianza con el sector privado. Yo estoy convencida de que si hay una alianza público-privada para el fomento del libro y la lectura esto va a avanzar mucho más.
EL FUTURO
–¿Cree que en un futuro cercano el libro físico va a desaparecer?
–JV: En un futuro no demasiado lejano, los libros de celulosa probablemente perderán su actual preeminencia frente al libro digital. Pero dudo de que ello los lleve a desaparecer del todo. Siempre quedará gente que prefiera la sensación de tener el libro físico en las manos, que disfrute del olor de la tinta y del papel, y que opte por tener una biblioteca de libros impresos.
–CV: De ninguna manera. Me reafirmo en que no va a desaparecer. Se imprimirá menos, tal vez. Se regularán las impresiones, se imprimirá bajo demanda, como en otros países, pero no va a desaparecer.
–VS: No, no va a desaparecer. Ustedes se acordarán de que se había anunciado de que con los libros digitales, el libro físico, el libro en papel iba a desaparecer totalmente. ¿Cuántos años hace de eso? Ahora empresas grandes como Amazon están buscando espacio físico en capitales de Sudamérica para nuevamente abrir librerías donde se vendan libros físicos, libros en papel.
Yo no creo que desaparezca el libro en papel. Los jóvenes mismos leen los libros en papel. Yo creo que van a ir tomados de la mano el libro físico con el libro digital. En nuestro país, al menos, es muy difícil que desplace al libro impreso en papel porque lo digital no está al alcance de todos.
–¿Alguna reflexión final?
–JV: Solo subrayar la importancia de la Ley del Libro y su potencial para mejorar las cosas en un área en la que llevamos mucho atraso respecto a los países vecinos.
–CV: Instar a las personas a que sigan creyendo en la lectura, que muchos escritores y editores estarán a su lado para ofrecerles las mejores opciones para seguir en ese camino tan especial.
–VS: Tenemos que luchar por un país de lectores. Yo sueño con un país de lectores acá en el Paraguay. Y se puede conseguir. Yo siempre comento que me dicen en el extranjero, cuando voy a las ferias internacionales, ¿es cierto que los paraguayos no quieren leer? Y yo les digo que no es cierto. Lo que pasa es que en mi país el libro no está al alcance de todos. Imagínense a alguien que gana un sueldo mínimo, que vive en alquiler, que tenga tres o cuatro hijos, debe pagar alimentación, gastos escolares, remedios, a esa familia no le alcanza para comprar un libro cada seis meses. Y el libro paraguayo no está al alcance de todos y no está caro. Con relación a los libros extranjeros, está mucho más barato y son de muy buena calidad. Lo que pasa es que hacen falta en nuestro país bibliotecas públicas, bibliotecas comunitarias, donde la gente pueda leer gratis. Eso hace falta. Donde ese carpintero pueda llevar una enciclopedia de carpintería a su casa, esa ama de casa que quiera leer un libro de jardinería para mejorar su jardín. O sea, hacen falta bibliotecas comunitarias, bibliotecas públicas, donde la gente acceda a los libros gratuitamente. Esa es una gran materia pendiente que tenemos en Paraguay. Y no es difícil. No es difícil porque eso, inclusive, no le costaría plata al Estado si es que se hace esa alianza público-privada que dije. Y como parte de esa alianza, de la responsabilidad social de las empresas privadas, yo creo que muchas empresas son sensibles a los temas culturales y van a apoyar, se pueden armar esas bibliotecas comunitarias, esas bibliotecas públicas.