Estimular el cuero cabelludo a través de los masajes es una práctica milenaria. Desde el 2.000 a.C. se realiza en la India y entre sus bondades se destaca el crecimiento del cabello, así como una melena más fuerte y brillosa.

El origen de este tratamiento está en la medicina ayurvédica, que considera que los masajes no solo estimulan el crecimiento del cabello, sino que ayuda a que el cuerpo se recupere y cure de afecciones. Esta técnica es reconocida incluso por la comunidad médica convencional como tratamiento complementario para la salud, aliviando nervios, estrés y dolores de cabeza.

Son varios los beneficios para la salud, entre ellos:

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- Incrementa la circulación sanguínea del cuero cabelludo, lo cual ayuda a los folículos pilosos para que estén activos y que el cabello crezca fuerte y sano.

- Los nutrientes llegan de forma rápida y efectiva a los folículos, esto brinda brillo y fuerza a la melena.

- El cerebro libera hormonas de placer y tranquilidad cuando recibimos masajes, esto nos ayuda a aliviar las tensiones corporales y a sentir un estado de bienestar general.

- Funciona como micro exfoliante, evitando que se obstruyan los poros del cuero cabelludo.

- Con todos los beneficios anteriores, la caída de cabello disminuye notablemente.

Esta actividad se puede fusionar con la utilización de aceites esenciales. Por ejemplo: El aceite de coco es rico en vitamina E, reforzará el cabello de la raíz a la punta, además de que es antimicrobiano y sirve para tratar la caspa, la picazón y las infecciones.

El aceite de argán es antioxidante y contiene omega 3 y 9 lo cual lo vuelven perfecto para tratar la resequedad y los daños del cabello por diferentes factores.

El aceite de romero es especial para tratar la caída del cabello, previene canas, caspa e infecciones que se puedan formar en la piel de la cabeza.

Cómo disfrutar de un masaje capilar

Ya sea que te lo realices vos misma o que alguien más te lo haga, tenes que tener en cuenta que necesitas estar sentada, cómoda y relajada. Haz varias respiraciones profundas e intenta no pensar en nada, poner música instrumental y alguna escencia para aromatizar el ambiente también te ayudarán.

Con o sin aceite esencial, esto ya es a gusto de cada una, empieza masajeando los hombros, aplica un poco de presión sobre los trapecios, empezá por los músculos más gruesos cerca del cuello y ve hacia la clavícula, repetí estos movimientos de manera lenta, al menos tres veces.

Luego subí al cuello, realiza movimientos circulares con la yema de los dedos hasta llegar al centro, de afuera hacia adentro. Subí de a poco hasta llegar a la base del cráneo.

Una vez que llegues a la cabeza utilizá las dos manos una de cada lado de la cabeza, empezá a hacer masajes circulares con la yema de los dedos, justo como si estuvieras lavándote la cabeza, ve realizando estos movimientos abarcando todos los espacios hasta llegar a la cien. También masajeá la frente. Para finalizar, masajea desde el centro de la frente hasta la punta de la cervical.

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