Demna Gvasalia, el director creativo de la marca, dejó una carta muy personal a los presentes donde contaba su testimonio como refugiado de guerra. El desfile que se realizó en una tormenta de nieve, se interpretó como metáfora visual de la huida del conflicto actual.

Mientras la industria de la moda todavía se levanta de todo lo vivido de la pandemia, llegaba otra crisis social que tenía lugar a kilómetros de donde se desarrollaban las semanas de la moda de Milán y Paris.

Se vieron muchos carteles a las afueras de los desfiles, se vistió con los colores de la bandera ucraniana en señal de apoyo y de reinvidicación por la paz. Muchas marcas decidieron cerrar sus operaciones en Rusia. Una de las muestras de apoyo más memorables llegó con Giorgio Armani, que decidió hacer su desfile en riguroso silencio.

Y así llega el desfile de Balenciaga que unos días antes, ya había borrado por completo su perfil de Instagram como muestra de respeto hacia Ucrania, en una presentación que dejó sin palabras a los asistentes.

Los invitados encontraron en sus asientos una bandera ucraniana en forma de remera y una carte de su director creativo, Demna Gvasalia, que hablaba sobre su pasado como refugiado de guerra.

“La guerra en Ucrania ha desencadenado el dolor de un trauma del pasado que llevo dentro desde 1993, cuando ocurrió lo mismo en mi país. La moda no importa ahora. El mensaje debe ser el amor y la paz, y la moda tiene que asumir una posición fuerte en esta crisis”.

Y es que cuando Demna tenía 12 años fue uno de los 250.000 georgianos obligados a abandonar sus hogares durante la guerra civil de su país, atravesando las montañas del Cáucaso con su familia.

Cuando el desfile arrancó, los modelos caminaban en la pasarela frente a las inclemencias de una tormenta artificial de nieve, mientras Demna recitaba un poema en ucraniano.

En un principio, la idea del desfile concebido seis meses atrás, buscaba representar la emergencia climática actual, pero ahora se convirtió en una metáfora sobre el conflicto bélico.

Los modelos se enfrentaban a las adversidades a su paso cargando bolsos con aspecto de bolsa de basura, otro gesto que acabó tomando otro significado. La primera parte del desfile se realizó en color negro, poniendo énfasis en el luto, y al final, una modelo vestía un diseño azul y un modelo amarillo integral, en homenaje a los colores de la bandera ucraniana.

Foto: Balenciaga

Dejanos tu comentario