En los tiempos de distanciamiento social en el que vivimos, es bueno recordar la importancia que tienen los abrazos para la salud física y emocional. Cargar a tu bebé sobre tu pecho, de modo que su oído quede sobre tu corazón, tendrá muchos beneficios en el vínculo y en la salud del pequeño.

El contacto piel a piel, así como lo hacen los canguros con sus crías, consiste en poner al bebé boca abajo, en contacto con el pecho desnudo de su mamá al momento de nacer y mantenerlo en esa posición el mayor tiempo posible.

Una vez que la madre y su pequeño son dados de alta, es bueno que continúen con esta práctica también en casa y, dentro de sus posibilidades, tanto la mamá como el papá carguen al bebé en esta posición.

¿Para qué sirve?

Alzar al bebé como “mamá canguro” le dará calor y seguridad, va a favorecer el amamantamiento y su crecimiento. En el caso de los padres, los hará sentirse partícipes e importantes en el cuidado del pequeño.

Cargar así al bebé permitirá que la madre lo vaya conociendo mejor y atender a sus necesidades. Disminuirá los niveles de estrés, ayudará en el descanso y fortalecerá el vínculo entre ambos.

El regalo más grande que le puede dar una mamá a su bebé durante esta etapa de la vida es abrazarlo y sostenerlo todo el tiempo que sea posible. Esta práctica reduce en un 40% la mortalidad infantil, un 70% la posibilidad de padecer hipotermia y un 65% la posibilidad de padecer infecciones.