Con el lanzamiento de “Mi Primer Día Triste” marcó el comienzo de una nueva etapa en su ascendente carrera. Con su voz y sensibilidad única, se posiciona como una de las figuras de mayor crecimiento en la escena musical actual. Sobre ese proceso de independencia conversó en exclusiva con VOS.

Por: Luis Ríos

Zoe Gotusso es una cantante y compositora nacida en Córdoba, Argentina, que con su cautivante voz, carisma, letras escritas y, tan solo 24 años, se ha consolidado como una de las artistas más resonantes de la nueva generación musical del vecino país.

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Algunos años atrás, junto a Santi Celli, creó el dúo Salvapantallas, emergiendo con gran fuerza desde Youtube y superando en poco tiempo los 100.000.000 de vistas. Su primer single “Vueltas”, logró el primer puesto del top viral argentino en Spotify. Luego presentaron “Canción para soltar” y en octubre de 2017 dieron a conocer el tercer sencillo “Otra historia”. El disco “SMS” fue lanzado en marzo de 2018 y contó con la participación del cantautor uruguayo Jorge Drexler.

Zoe, sin embargo, quería más y se lanzó a la aventura de descubrirse a sí misma. Dejó Salvapantallas y su Córdoba natal para mudarse a Buenos Aires y así comenzar a trabajar en su carrera solista. Desde allí arrancó todo el proceso que desemboca en ‘Mi Primer Día Triste’.

“A algunas personas les toca una adolescencia o una infancia difícil, en mi caso fue muy distinto. Desde los 0 a los 20 años tuve mucha fluidez, mucha abundancia en amor, y en mi casa abundaba el estímulo, el amor y el deseo. Obviamente tenía mis malos ratos como todos los niños”, comienza contando en una llamada por Zoom para la VOS.

A los 20 años decidió mudarse de Córdoba a la capital argentina para hacer música y crecer profesionalmente. Al llegar, se encontró con una ciudad enorme. Dejó una banda -Salvapantallas- para ir a otra ciudad -abandonando su zona de confort- y de repente se frena el mundo -por la pandemia- y eso le trajo un montón de tristeza.

“Sentí tristeza por estar acostumbrada a que todo siempre funcione bien, por haber estado tres años en una maratón, porque con Salvapantallas fue así. Fueron tres años muy intensos y nunca tuve lugar para estar mal. Cuando estamos bien es como que no le damos lugar al ‘estar mal’. Cuando tenés que salir de gira, no llorás o llorás pero al día siguiente tenés que estar bien”, detalla.

Allí se encuentra con ‘su primer día triste’. “Yo me encontré con esa canción sobre el final de Salvapantallas. Y no es un día, obviamente hablo de todo un momento de mi vida, y quizás hoy siga teniendo momentos de esa tristeza, pero es eso”, dice.

Ese quiebre de haber tenido una infancia y una adolescencia tan fluidas y de repente tomar estas decisiones, la inspiraron para este primer trabajo. “Enhorabuena, me mudé de ciudad sola, me salí de una banda para un proyecto solista, pero eso me ha movilizado y me ha sacado mucho. Por suerte, la gente me recibe con mucho amor todo el tiempo, así que me quedo con eso y vamos para el día feliz”, resume sobre ese momento clave en su vida tanto personal como profesional.

“Hablo con mi terapeuta de esto todas las semanas desde hace un año. Así que podríamos estar hablando muchísimo”, agrega como anécdota. Así llega el primer disco solista.

Los logros de Mi Primer Día Triste

El 23 de julio, Zoe Gotusso ganó su primer premio Gardel. Se impuso en la categoría mejor álbum artista pop de la mano de su debut solista, compitiendo con artistas de la talla de Lali Espósito y TINI en la terna, lo que hace de este logro algo todavía más significativo. Además, estuvo nominada en la categoría Mejor Artista Nuevo de los mismos premios.

Este disco no solo es el que viene a romper el hielo con su proyecto solista. Sino que la acerca a un montón de gente nueva que no la conocía de Salvapantallas o que aún no la tenía en su radar.

“Adoro el disco, es mi primera obra, y la abrazo con todo mi corazón. Estoy muy orgullosa, contenta y satisfecha de haber grabado un disco de esta calidad. De haber ido a Montevideo (Uruguay) a grabarlo. Es un disco que voy a abrazar toda mi vida. Los discos son infinitos. Es difícil medir la satisfacción. Ha atravesado todo y cada parte de mi cuerpo”, afirma con mucha satisfacción.

¿Y ya está trabajando en un nuevo disco? Zoe se levanta y lleva con ella la computadora portátil con la que se conectó a la videollamada y va hasta otro sector de la habitación, que es su hábitat musical, para mostrarnos un piano, una guitarra y varios papeles que cuelgan de una suerte de panel, similar al que los oficinistas usamos para marcar nuestras tareas.

“No le hagas screenshot y lo publiques- señala entre risas- estoy trabajando en un álbum nuevo. Quizás me tarde un año o quizás me tarde 20, pero estoy trabajando en él”, anticipa.

Sobre el proceso creativo de sus canciones, Gotusso cuenta que sus canciones salen de conversaciones. “Si yo te invito ahora a tomar un café a mi casa y escribir una canción, no vamos a pensar en nada. Vamos a empezar, vamos a charlar sobre cómo estás vos, sobre como estoy yo. Es como una terapia o musicoterapia”, explica.

A Zoe no le gusta encasillarse en un género o en un estilo, le gusta que sus composiciones sean libres y el secreto es no pensar en ellas. “Ni lo pienso. Creo que la premisa es no pensar. Generalmente salen de charlas. Obviamente salen de acordes y melodías, pero si invito a alguien a componer, me charla de algo o yo le charlo de algo muy personal y empezamos a escribir y hablamos de eso”, subraya.

La charla que cambió todo

Zoe se dedica a la música desde muy pequeña. Ya en su adolescencia comenzó a presentarse en bares y luego ya vendría Salvapantallas, pero en el medio, hubo un momento clave para que decidiera dedicarse por completo a la música.

“Fueron varias pequeñas decisiones, pero cuando realmente me animé a hacerlo fue cuando cumplí los 18 años y estudiaba comunicación audiovisual. Tuve una charla con mi padre durante una cena, en donde yo estaba muy estresada por la facultad y porque ya estaba tocando en bares, y andaba muy ocupada. Él me dijo: ‘Hacé lo que más te guste. No importa la facultad, después retomá pero si haces música, hacela bien’”, recuerda.

Esa charla con su padre fue un momento tan importante en donde Gotusso ‘eligió’ la música o más bien, se animó a decir en vos alta: “voy a dejar la facultad y hacer esto”. También tirarse a la pileta, porque estaba dejando cosas que eran seguras por algo que no lo era, ya que en ese momento Salvapantallas aún no era una banda conocida.

“Es bueno mencionar que a veces tenemos apoyo de los padres y a veces no. Yo lo tuve, soy una agradecida por eso. Quizás a los 18 lo decidí, pero ya a los 14 o 15 me daba cuenta que la música me emocionaba. Hubo muchos momentos, pero la decisión final la tomé a los 18”, resalta.

Hoy en día Don Gotusso está muy orgulloso de las decisiones que tomó su hija. Él vive y siente alegría a través de los logros de Zoe. Es fundamental que los padres valoren y destaquen el esfuerzo, no sólo los resultados. Es que cuando nuestros familiares nos conocen, saben lo que nos gusta, y cuando nos ven cumpliendo nuestros sueños, empiezan a sentir esa alegría por los logros.

“Mi padre confía mucho en mí, siempre me tira para adelante, ni siquiera se sorprende cuando pasan cosas que a mí me sorprenden, pero no en el mal sentido. Simplemente que, para él, siempre va a venir más y está muy orgulloso. Me ha ayudado mucho a encontrar algo que me guste y a estar tranquila e independiente en mi vínculo con mis padres. Me han impulsado mucho a lograr mis sueños”, afirma la cantante con mucha felicidad.

Un consejo

Zoe Gotusso pasó por mucho para llegar hoy, a los 24 años, con un premio Gardel y con una carrera en ascenso. Dejó ir muchas cosas. Salió de su zona segura. Se independizó. Y así como le trajo dificultades, también satisfacciones y por sobre todo, le dejó enseñanzas.

Al igual que ella, muchos jóvenes de su edad (o su generación) están pasando por ese proceso difícil de abandonar “el nido” para empezar la vida adulta y por eso, aconseja a los demás.

“A mí me encanta hacer música. Cada vez que hago un show y cada show es más grande, me da más nervios. Cada vez que voy a salir a tocar, los 15 minutos o media hora antes, es el peor momento para mí porque -en ese momento- se me vienen todos los sentimientos más difíciles de transitar. Yo podría subir al escenario y decirles a todos, ‘no quiero tocar, me siento muy nerviosa y muy miedosa y no voy a poder con esto’ pero siempre termino subiendo y es porque cruzo ese momento”, confiesa.

Para ella, es como que hay un pantano y al otro lado hay un oasis. Ese pantano se llama miedo. Los humanos tenemos un montón de miedos y si no vencemos ese miedo, se nos hace una lastimadura y con el tiempo, si nos llenamos de ellas, nos hace peor, según su óptica.

“Entonces para mí, el que quiere mudarse o el que quiere hacer música y cada vez que lo intenta hacer le da miedo, se tiene que bancar ese miedo porque todos los atravesamos, y hay que cruzar esa brecha”, pregona para todos los que están en una situación similar.

“No crean que por ser Zoe Gotusso no me pasa. Cuando salgo a tocar en un teatro grande, la paso tan mal al punto de decir: ‘¿por qué elegí esto si la estoy pasando tan mal ahora?’ pero después cuando cruzo ese pantano del miedo, viene toda la magia y es tanta esa magia, que justifica el haber pasado por todo el miedo y lo quiero hacer de nuevo. Cada vez que cruzo el miedo es una victoria y eso es la vida para mí”.

Campodónico y Drexler

Mi Primer Día Triste, se grabó en Montevideo, Uruguay, bajo la producción de Juan Campodónico (quien también produjo discos de Bajofondo, Jorge Drexler, Ximena Sariñana, entre otros) y contó con la participación de Hugo Fatorusso en piano, Alejandro Terán y un sexteto de cuerdas. Diego Mema en guitarra y asistiendo en producción, Gabriel Casacuberta en bajo y Martín Ibarburu en batería.

Sobre el hecho de trabajar con el músico, compositor, productor y DJ uruguayo, Zoe lo recuerda como una persona muy organizada que siempre tiene un plan. A alguien de quien aprendió de su talento y se nutrió mucho de sus ideas. “Aprendí que (Campodónico) trabaja en equipo. Aprendí algo que no se explica, que es su magia y su talento, además de su sensibilidad para captar las canciones que no le pertenecen. También la importancia del grupo humano porque no solo me encontré con su talento, sino también me encontré con un montón de humanos hermosos”, atesora.

Al ir a Uruguay a trabajar con él, fue aprendiendo de la música de otra persona que influyó bastante en la carrera de Gotusso; el músico, cantante, compositor, actor y médico uruguayo, Jorge Drexler.

“Yo decía: ‘Me gusta tanto esa canción. Me gustan tanto sus obras que yo quiero hacer la mía y no hacerla igual a él sino inspirarme en esto y hacer la mía pero que se sepa que a mí me gustó esto’”, explica sobre el multipremiado artista.

De Drexler aprendió dos cosas: la primera, a hablar como cantar o cantar como hablar porque él habla como canta y eso a la cordobesa le parece muy admirable. “A mí, eso me flashó”, engloba.

Y de la mano con esto, lo segundo. Ella encontró en las canciones y composiciones del ganador del premio Óscar a Mejor canción original de 2005, (por su tema “Al otro lado del río” en la película Diarios de Motocicleta) una gran enseñanza: la inspiración.

“La música se construye de a muchos. Jorge es de una generación y yo de otra. Es muy lindo haber compartido, hicimos canciones juntos, nos conocemos, me felicitó por mi disco. Entonces es hermoso que ese contacto suceda. Uno puede conocer a su referente o no y le puede caer bien o mal. En este caso, hay un lindo vínculo que todavía es muy reciente. No nos hemos visto mil veces, pero tampoco hace falta”, sostiene.

Ser influencer

En los últimos meses, Zoe Gotusso fue elegida por marcas como Nike, Levis, Corona, Jazmín Chebar y otras, para formar parte de sus campañas o acciones más relevantes. Sobre esa faceta en su vida, es que le consultamos: ¿qué cree que la gente espera hoy de un influencer?

“Yo creo que la gente espera lo genuino. A la gente le encanta ver a los otros cumplir sueños y le encanta ver al otro incomodarse. Incomodarse es mostrarse. Mostrarse es genuino. Yo al menos espero eso de alguien que está ahí, de vos, del influencer o de quien sea”, analiza.

Gotusso se despide recordando aquel fallido show de 2018 de Salvapantallas en Asunción que al final fue cancelado. “No sabes lo ilusionada que estaba. Fue una lástima que no pudimos ir. Hubo problemas logísticos, de números y de cosas. A mi molestó muchísimo, pero me quedo optimista de que voy a ir (cuando se levanten las restricciones). Me falta mucho por conocer de Paraguay”.


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