La más reciente atracción de las influencers de belleza son los rodillos de piedras minerales que son usados en el rostro. Un rodillo pequeño con dos piedras en sus extremos que aporta distintos beneficios en la piel.

Si bien este método nos puede resultar novedoso y desconocido, en realidad se remonta A varios siglos atrás. Hay evidencia de ellos en la China del siglo VII, donde se creía que el rodillo facial de jade tenía propiedades curativas y protectoras. Sin embargo, era un artefacto de belleza que usaban emperadores y emperatrices para conseguir un rostro terso y sin arrugas. Lo usaban en su mayoría de jade y no estaba al alcance del pueblo.

Y así como la mayoría de las rutinas de belleza que persisten en el paso del tiempo, su éxito se reduce a la simplicidad, en este caso, del rodillo: una piedra oblonga en cada extremo unidas por un mango de metal, una piedra más grande para el rostro y otra más pequeña para utilizar alrededor de los ojos.

Se puede usar tanto como se desee, aunque lo recomendable es mantener una rutina para comprobar los efectos. Lo mejor sería utilizarla en la piel seca y después de la rutina de limpieza -cremas- sérum, etc- para que ayude a que los productos penetren mejor en la piel.

Se atribuye que cada tipo de mineral propicia más ciertos efectos en la piel pero de manera general ayudan a: relajar los músculos faciales, oxigenar la piel, reducir líneas de expresión, combatir la acumulación de líquido alrededor de los ojos, mejorar la elasticidad de la piel.

Un último consejo: se recomienda guardarlo en la heladera, para que al momento de usarlo esté frío y esto ayude a la desinflamación. De todas formas, consultá con tu dermatóloga o cosmetóloga, para saber si eso ayudará a tu tipo de piel o tus necesidades.