Son aceites vegetales extraídos de plantas o frutos que pueden utilizarse gracias a sus bondades como: hidratantes, antioxidantes y regenerativos. Te contamos más sobre este aliado a base natural.
Siempre están presentes de alguna u otra forma, pero no somos conscientes de todos sus beneficios porque normalmente se utilizan para diluir los aceites esenciales. Por esa razón, también son llamados base o vehiculares, ya que posibilitan la aplicación cutánea de los mismos.
Tanto los aceites portadores y esenciales están hechos de plantas, pero la diferencia es que los segundos están muy concentrados, por lo que su efecto es más fuerte, y pueden llegar a causar irritación si se aplican directamente sobre la piel. Entonces, deben ser diluidos por los portadores y como estos no tienen fragancia natural o poseen una muy ligera, no interfieren en las propiedades del aceite esencial y facilitan sus efectos rápidos y efectivos.
Te puede interesar: La aromaterapia y sus beneficios para nuestro bienestar
Bondades de los aceites portadores
Se pueden usar solos o con otros óleos para nutrir mejor la piel, también pueden prevenir irritación, sensibilidad, enrojecimiento o ardor. Y aunque se les conoce como aceites vegetales, no todos derivan de los vegetales, muchos se extraen de semillas, nueces o granos.
Los aceites portadores no se evaporan rápidamente de la superficie de la piel y son demasiado importantes en los cosméticos, como en un aceite de baño, aceite corporal, crema, bálsamo labial, loción u otro humectante, ya que pueden potenciar el color, aroma, propiedades terapéuticas y vida útil del producto final.
Existen diferentes tipos de aceites portadores y cada uno tiene unas características y propiedades específicas, la elección de uno u otro depende del beneficio buscado. Estos aceites, conocidos como base o vehiculares, están repletos de vitaminas solubles en grasas, minerales y otros nutrientes.
Conocé estos principales aceites
1. Coco. Se solidifica a temperatura ambiente, por lo que suele considerarse como “manteca de coco”. Para facilitar su uso es conveniente calentarlo al baño maría para darle fluidez. No es graso y se absorbe con facilidad.
Es muy nutritivo y devuelve la elasticidad de la piel, además suele utilizarse en los masajes corporales o como cosméticos para el cabello.
2. Avellanas. Ligero y de muy fácil absorción, es también astringente, por lo que resulta efectivo para las pieles grasas. También protege, regenera y tonifica las pieles con problemas de sequedad, dermatitis o psoriasis, entre otros.
3. Aguacate. Es profundamente penetrante, muy rico y nutritivo e ideal para pieles con falta de vitaminas y deshidratadas. Resulta muy útil ante casos de celulitis y es bastante recomendado contra el eccema.
4. Argán. Ayuda a conservar las pieles maduras y a que recuperen su elasticidad y vitalidad. Es muy rico en vitamina E y también funciona como antioxidante, porque combate los radicales libres para retardar la oxidación y la degeneración de la piel.
5. Rosa Mosqueta. Regenera la piel, interviene regulando los mecanismos de cicatrización y ayuda a la síntesis de colágeno, responsable de la desaparición de las arrugas. Es recomendada para la prevención y tratamiento de las manchas por envejecimiento, cicatrices, arrugas y estrías, eccemas y psoriasis, quemaduras por fuego o solares y regeneración de tejidos después de las sesiones de cobaltoterapia.
Leé más sobre: Todo lo que el aceite esencial de rosas puede aportar