Despertarte con ansiedad en medio de la noche además de interrumpir tu descanso, dificulta que vuelvas a dormir y, a medida que das vueltas, las preocupaciones y los miedos aumentan.
La ansiedad y el descanso están tan relacionados que incluso puede empeorar el insomnio y la incapacidad de permanecer dormido, ya que se hace imposible relajar la mente y volver a dormir. Afortunadamente, tomar medidas para manejar las preocupaciones nocturnas ayuda a controlar estos episodios y mejorar la salud en general.
La neumóloga especialista en sueño, Sanja Jelic, indica que los eventos estresantes de la vida pueden hacer que la mente esté más activa de lo normal, lo que desencadena un estado mental y emocional elevado llamado hiperexcitación, una respuesta de lucha o huida, que es la forma que el cuerpo reacciona a los eventos preocupantes, más aún cuando alguien padece ansiedad.
“Cuando la ansiedad hace que despiertes en medio de la noche experimentas inquietud, agitación, dificultad para concentrarte y preocupación excesiva o irracional. Esto afecta la vida diaria e interrumpe el sueño”, explica la especialista. Por eso, comparte estos hábitos para combatir con la ansiedad y descansar mejor:
1. Meditar. Los ejercicios de respiración profunda y visualización pueden ayudarte a relajarte. Por lo general, esto implica inhalar y exhalar lentamente mientras te concentras en la respiración e imaginas un lugar tranquilo y pacífico.
2. Ejercitarte. Los estudios demuestran que la actividad física reduce los síntomas de los trastornos de ansiedad. Y cuando el entrenamiento es regular también ayuda a mejorar el sueño, haciendo que el descanso sea aún más reparador.
3. Administra tus tareas. Puede ser útil anotar lo que tiene que hacer durante el día. Divide esas tareas extraestresantes en pasos más pequeños y manejables. Trata de priorizar tu tiempo con las cosas importantes.
4. Practica actividades relajantes. Relájate en el día y prepárate para dormir con una rutina de actividades relajantes antes de acostarse. Intenta escuchar música, leer, escribir un diario o tomar un baño.
5. Redirige tu ansiedad. Estar más involucrado socialmente, como ser voluntario o simplemente echarle una mano a una persona que necesita, puede hacerte olvidar del estrés y la ansiedad.
¿Cómo volver a dormir?
La preocupación constante o tensión muscular y el sentirse inquieto y fatigado, son los principales síntomas que hacen imposible volver a dormirse y te dejan dando vueltas en la cama. Sin embargo, la neumóloga garantiza que existen algunas técnicas que ayudan a reiniciar y volver a dormir.
Una de ellas es no mirar el reloj porque el saber qué hora es solo aumenta las preocupaciones y contribuye a crear un círculo vicioso entre la ansiedad y el sueño. También aconseja que si estás tratando de volver a dormir, evita revisar el teléfono en la cama, no mires la televisión y mantené tu notebook lejos.
“Cuando los niños y adolescentes usan estos dispositivos antes de acostarse, es más probable que se queden despiertos hasta más tarde y duerman menos”, remarca. Y por último, sugiere que si no puedes volver a dormir y ya pasaron 15 minutos, necesitas ir a otra habitación por un momento.
“Siénteta en una silla cómoda y leé o hacé algunos ejercicios de respiración. Después de relajarte, intente acostarse de nuevo”, recomienda.
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