Durante los días de mucho calor, el cuerpo necesita consumir mayor cantidad de agua para asegurar una correcta hidratación y evitar aquellos alimentos que tardan en digerirse.
Con el aumento de la temperatura, debemos realizar ciertos ajustes en nuestro plan alimenticio, ya que para los días calurosos los alimentos que consumimos tienen que ser refrescantes y nutritivos para el organismo. Por eso, es esencial tomar mucha agua y apostar a la ingesta de alimentos ligeros.
Y es que las comidas que tardan en digerirse aumentan la temperatura corporal, lo que podría causar debilidad, dolor de cabeza, sensación de mareo, náuseas y vómitos. Comer en verano implica adaptar la dieta a un menor consumo de energía e incluir en ella alimentos con importantes cantidades de vitaminas, minerales, antioxidantes y agua.
Con esto ayudamos a reducir la temperatura corporal y resguardamos nuestra salud. Algunas opciones recomendadas durante los días de intenso calor son las ensaladas o sopas frías, las verduras ricas en agua como el tomate, remolacha, zanahoria, calabacín, espinaca o pepino, y las frutas como el melón, durazno, sandía, ciruelas, piñas y uva.
En el segmento de las carnes, son buena elección el pescado o pollo a la parrilla. Los huevos no deben faltar estos meses de calor, ya que son una fuente de proteínas ligera, pueden ser agregadas a las ensaladas o como ingrediente principal de las comidas.
En esta temporada también es importante la forma de cocción, los especialistas sugieren cocinar de manera sencilla, ya sea a la plancha, parrilla, horno o vapor para facilitar la digestión.
5 Alimentos que debemos evitar
1. Grasas. El cuerpo tarda mucho en digerirlas y en este proceso aumenta la temperatura corporal.
2. Sal. Evítalas a la hora de cocinar y también en snacks, embutidos o ahumados porque favorece la retención de líquidos y pesadez.
3. Carne roja. Mejor dejarlas para otro momento en el que las temperaturas no sean tan extremas. Como ocurre con las grasas, este grupo de alimentos sube la temperatura del cuerpo.
4. Bebidas carbonatadas y diuréticas. Estas últimas pueden llevarnos a la deshidratación, así que hay que medir muy bien cómo y en qué cantidad las tomamos. Los refrescos gaseosos y/o azucarados tampoco son una buena idea.
5. Azúcar. Además que es difícil de digerir, aporta calorías vacías. Incluso favorece la deshidratación.
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Comer en compañía mejora el bienestar emocional
El profesor José Antonio López, del departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha destacado el vínculo entre el estilo de vida, la alimentación y la salud física con las emociones y ha hecho hincapié en la importancia de la socialización durante las comidas, pues comer acompañado se vincula con un mejor bienestar emocional.
“Comprender cómo la socialización influye en nuestra relación con la comida es clave para entender los posibles beneficios de seguir una dieta equilibrada y saludable, así como para ayudar a las personas a alcanzar un bienestar integral”, ha señalado en su ponencia durante las Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica de la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
Aludiendo a diversos estudios, López ha recomendado la dieta mediterránea como un modelo de alimentación equilibrada y, más allá, como un estilo de vida. En este sentido, ha apuntado que, además del consumo de productos de temporada y cercanía, también da importancia a la socialización y la práctica de ejercicio físico diario.
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“Una dieta saludable se refleja directamente en nuestro estado de ánimo”, ha explicado el experto, puntualizando además que los desequilibrios nutricionales no solo afectan al humor, sino que pueden derivar en problemas de salud más graves.
Así, el profesor ha insistido en la idea del equilibrio y el bienestar integral y ha reiterado que cada persona debe cultivar “pequeños placeres” en su día a día, como pueden ser practicar un deporte de su agrado o compartir una cerveza y un aperitivo con amigos y familiares.
Respecto al consumo moderado de bebidas fermentadas dentro de una dieta equilibrada, López ha remarcado la importancia de disfrutar de la cerveza en un contexto social y con moderación. En esta línea, ha recordado que las cantidades máximas recomendadas son 200-300 ml al día para mujeres y 400-600 ml al día para hombres adultos sanos.
Fuente: Europa Press.
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La “piedra angular” para prevenir enfermedades cardiovasculares
El estilo de vida y la dieta son la “piedra angular” para prevenir las enfermedades cardiovasculares y reducir sus factores de riesgo, siendo necesarios no solo los avances científicos y tecnológicos, sino que se debe tener como base la intervención individual y comunitaria, tal y como se desprende de un documento presentado ayer jueves por la Sociedad Española de Asteriosclerosis (SEA).
En los últimos seis años se han publicado más de 8.200 trabajos sobre dieta mediterránea, lo que ha permitido “perder el mito” de que solo las dietas bajas en grasa son buenas, tras lo que el presidente de la SEA, Carlos Guijarro, ha resaltado que España cuenta con el “privilegio de la cultura” de la dieta mediterránea, que sí es rica en grasas, y que es el “patrón idóneo” para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
El médico de familia y miembro de la SEA Carlos Pascual ha resaltado que el aceite de oliva virgen extra es la grasa “más saludable” por sus beneficios a nivel cardiovascular, mientras que ha recomendado no usar los aceites de girasol, maíz o soja. Según el texto presentado, es aconsejable consumir cinco raciones al día de frutas y verduras, siendo preferible su variedad y que sean tanto de temporada como de proximidad, de forma que se reduzca su huella de carbono.
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En cuanto a las patatas, deben servirse en platos mixtos con verduras, carnes o pescado hasta tres veces por semana; los cereales refinados, como el pan o el arroz blanco, han tenido controversia por aumentar el índice glucémico, pero, si se combina con otros alimentos, esto no ocurre por producirse una más lenta absorción, por lo que es “absolutamente recomendable” tomarlos acompañados.
Los frutos secos deben consumirse a diario o, al menos, tres veces por semana por una cantidad de 30 gramos o “lo que quepa en tu puño”, aunque siempre crudos y sin sal, pues permiten reducir el riesgo cardiovascular y son una fuente de proteínas y grasas saludables. El consumo de pescados y mariscos, por ser “muy ricos” en ácidos grasos y otros nutrientes, pueden ser consumidos hasta tres veces por semana, siendo recomendable que dos de estas raciones sean pescado azul, y en sustitución a la carne.
La guía también recoge la recomendación de dos raciones diarias de lácteos, tanto desnatados como enteros, y evitando los azúcares añadidos. A pesar de que los zumos de fruta sin azúcares añadidos gozaban de “mala” fama, ahora se ha demostrado que no son nocivos. En cuanto al cacao, es importante fijarse en que tenga una presencia de al menos un 70 por ciento, recomendando hasta 30 gramos diarios del mismo; los especialistas han considerado igualmente beneficioso tomar hasta cinco tazas de café al día, sin azúcar añadido.
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A pesar de las grandes controversias que ha provocado el consumo de huevos en los estudios, cocinarlo con aceite no se relaciona con un mayor riesgo cardiovascular y, si bien la yema tiene mucho colesterol, “no es tan nocivo como se pensaba”, y se trata de una fuente de proteína y de otros nutrientes de “primera calidad”. Legumbres como las alubias, los garbanzos o las lentejas, que son alimentos tradicionales en la cocina española, aportan beneficios a la salud cardiovascular si se consumen entre dos y tres veces por semana.
En el caso de las carnes, estas pueden consumirse hasta cuatro veces por semana, aunque han recalcado que es preferible la carne blanca a la roja, y retirando “toda la grasa que se pueda”. Además, han desaconsejado el consumo de embutidos y otros productos ultraprocesados. Del mismo modo, las nuevas carnes vegetales siguen siendo alimentos procesados, por lo que no están recomendados y “de momento no están considerados saludables”.
Esta recomendación se relaciona con la sal, que es uno de los alimentos que más influyen de forma negativa en la salud cardiovascular, razón por la que han aconsejado limitar su uso a cinco gramos diarios, además de promover alternativas como el zumo de limón, hierbas aromáticas, especias o ajo.
Si bien han desaconsejado el consumo de las bebidas alcohólicas por ser perjudiciales, sí han señalado que bebidas fermentadas como la cerveza o el vino son los menos dañinos para el organismo, siempre en consumo moderado y recalcando que el mejor consumo “es cero”.
El documento también deja “malparadas” a las bebidas azucaradas, pues incrementan el riesgo de obesidad, diabetes y de las enfermedades cardiovasculares; sustituir estas bebidas por aquellas con cero azúcar en favor de edulcorantes tampoco es beneficioso, destacando que también aumentan el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiovasculares.
Huella de carbono
Por su parte, el investigador emérito IDIBAPS Emilio Ros ha reseñado que “seguir una dieta vegetariana o de base vegetariana, como la mediterránea, puede reducir la huella de carbono en un 10 por ciento”, además de permitir alimentar “a mucha más gente” con las mismas superficies de cultivo. Ros ha citado un estudio de ‘Lancet’ que coloca a España como el país con mayor protección de esperanza de vida para 2040, algo que ha relacionado con el seguimiento de la dieta mediterránea.
Según el mismo texto, el factor dietético con mayor responsabilidad de fallecimiento por cualquier causa a nivel mundial es la ingesta excesiva de sal (tres millones), seguida de la baja ingesta de cereales integrales (tres millones), la baja ingesta de fruta (2,5 millones), una dieta baja en frutos secos y semillas (2 millones), una dieta baja en verduras (1,5 millones) y un bajo consumo de pescado (1,5 millones).
Por último, ha aseverado que la Inteligencia Artificial puede “revolucionar” las ciencias de la nutrición, y es que el desarrollo de aplicaciones de reconocimiento visual podría detectar de forma “inmediata, precisa y completa” de todos los alimentos y nutrientes de la dieta, incluso en platos combinados.
Fuente: Europa Press.
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El dato que muchos desconocen: qué pasa con la grasa cuando se adelgaza
Una de las consecuencias más evidentes de perder peso en la báscula es la reducción de grasa corporal. Pero ¿qué ocurre exactamente con esa grasa? ¿A dónde va? ¿Se transforma en energía? ¿Se elimina por el sudor o la orina? Aunque existen muchos mitos al respecto, la ciencia lo tiene claro: gran parte de la grasa que perdemos la acabamos exhalando al respirar.
La bióloga y divulgadora en redes sociales Mafer (@virtualdiva en TikTok) ha explicado este proceso en un vídeo con tono claro y didáctico. Y aunque parezca sorprendente, su explicación tiene todo el respaldo de la bioquímica: cuando perdemos grasa, la mayor parte se transforma en dióxido de carbono (CO2) que eliminamos a través de los pulmones.
En condiciones normales, el cuerpo utiliza la glucosa como principal fuente de energía. Pero cuando entramos en déficit calórico -es decir, cuando consumimos menos calorías de las que gastamos-, el organismo empieza a tirar de sus reservas. Y esas reservas, explica Mafer, son principalmente grasa acumulada en el tejido adiposo.
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Ahí es donde comienza el cambio metabólico: las moléculas de grasa (triglicéridos) se descomponen en componentes más simples, como glicerol y ácidos grasos, que viajan por la sangre hasta las células que necesitan energía. Es entonces cuando se inicia un proceso complejo de reacciones químicas conocido como betaoxidación, que culmina en la producción de tres cosas:
CO* (dióxido de carbono), que se elimina al respirar
H*O (agua), que se elimina por la orina, el sudor o incluso la respiración
ATP, la molécula energética que permite que el cuerpo funcione
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¿Por qué creemos que sudamos la grasa?
Mafer pone un ejemplo muy gráfico: una sola molécula de grasa con 16 átomos de carbono puede generar hasta 106 moléculas de ATP, 16 de CO* y 46 de agua. Es decir, la grasa no “desaparece” ni se convierte en músculo, sino que se transforma en energía y subproductos que el cuerpo elimina.
El dióxido de carbono, que se genera como parte del proceso, pasa a la sangre, llega a los pulmones y se expulsa al exhalar. Así que, cuando haces ejercicio o estás en déficit calórico, una parte de la grasa que pierdes literalmente la estás “respirando” fuera de tu cuerpo.
Uno de los mitos más extendidos es que la grasa se pierde a través del sudor, cuando en realidad el sudor solo refleja la pérdida de agua para regular la temperatura corporal. Aunque parte del agua generada al metabolizar la grasa sí puede salir por el sudor, la verdadera vía mayoritaria es la respiración, como explica un estudio publicado en 2014 en la revista médica The British Medical Journal, por los investigadores Ruben Meerman y Andrew Brown, que calcularon que más del 80% de la grasa perdida se exhala en forma de dióxido de carbono.
Fuente: Europa Press.
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Alerta roja en París por asfixiante ola de calor
París y otras quince regiones de Francia están este martes en alerta roja por una ola de calor que dejó récords de temperaturas en España y Portugal para un mes de junio y que dio pie a incendios en Italia y Turquía. La primera gran ola del calor del verano boreal abrasó numerosos países en la costa norte del mar Mediterráneo, que también registró su récord de temperatura para un mes de junio, según el observatorio Copernicus de la Unión Europea.
En Francia, la agencia meteorológica nacional declaró el máximo nivel de alerta en París y otros quince departamentos por temperaturas que en algunas zonas podrían alcanzar los 41 ºC. Es algo “nunca visto” en el país, afirmó la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher.
Las autoridades impondrán importantes restricciones a la circulación de vehículos contaminantes en la región de Île-de-France, donde está la capital, y también cerrarán el acceso a la cima de la torre Eiffel. El gobierno también prevé el cierre total o parcial de casi 1.350 escuelas el martes por el calor, casi el doble de las que tuvieron que hacerlo el lunes.
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Aunque en ligera remisión respecto al fin de semana, la Agencia Española de Meteorología (AEMET) señaló que el mercurio podía seguir por encima de los 40 ºC en el centro y el sur del país y alertó también del riesgo de “chubascos y tormentas (...) acompañadas de granizo”.
El sábado, el pueblo de El Granado, en el sur, llegó a los 46 ºC, un récord para un mes de junio en España, superando los 45,2 ºC reportados en 1965 en Sevilla, también en la región de Andalucía.
Una situación similar se dio en el vecino Portugal, donde el termómetro alcanzó los 46,6 ºC en Mora, a un centenar de kilómetros al este de Lisboa. Medios locales señalaron que es un récord nacional para un mes de junio.
Incendios
Estas olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas por el cambio climático según los expertos, suelen también propiciar los incendios en la cuenca mediterránea. En Turquía, los equipos de rescate evacuaron a más de 50.000 personas por varios incendios, la mayoría en la provincia occidental de Esmirna, azotada por vientos de hasta 120 kilómetros por hora que dificultan las labores de contención.
En Portugal, las autoridades declararon el lunes controlado un incendio cerca de Castelo Branco, en el centro del país, pero alertaron que el riesgo sigue siendo máximo en la mayoría de zonas forestales.
Los bomberos también luchaban contra las llamas en varias regiones de Italia, donde los medios reportaron la muerte de una mujer de 77 años por inhalación de humos en Potenza, en el sur, el domingo.
También falleció un hombre de 70 años en la región norteña del Piemonte, aunque en este caso arrastrado por un torrente de agua y barro tras un intenso diluvio, dijeron las autoridades.
Imágenes publicadas en la prensa local mostraban a gente corriendo hacia el mar en un hotel de playa Baia Domizia, cerca de Nápoles, ante la aproximación de las llamas que devoraban los pinares de la zona.
“Nunca experimenté algo así. Estábamos rodeados por llamas de al menos 30 metros de altura”, publicó en Facebook el alcalde de la localidad cercana de Cellole, Guido di Leone.
En Italia, la previsión es que la ola de calor se alargue hasta el final de la semana o incluso más allá, afirmó a la AFP Antonio Spano, fundador del sitio especializado ilmeteo.it. El Ministerio de Salud decretó la alerta roja para 18 ciudades de todo el país, incluidas Roma, Milán, Florencia y Verona.
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“Isla de calor urbano”
En las ciudades, el incremento de temperaturas es mayor debido al “efecto de isla de calor urbano”, explicó Emanuela Piervitali, investigadora del Instituto Italiano de Protección e Investigación Medioambiental (ISPRA). Ante esta situación, las autoridades municipales buscan estrategias para aliviar la situación. La ciudad francesa de Marsella abrió gratuitamente las piscinas públicas y Venecia ofreció a la población anciana visitas guiadas a los museos, equipados con climatización.
En Madrid, Agathe Lacombe, una turista francesa, reconoció que la ola de calor hacía “un poco difícil” el viaje para ella y su familia.
“Tienes que adaptar toda la planificación del día, hacerlo todo en la mañana y volver a casa en las horas de más calor”, explicó a la AFP.
Los sindicatos españoles pidieron a las empresas “medidas preventivas” para proteger a sus empleados después de que el fin de semana se conociera la muerte de dos trabajadores posiblemente por el calor.
Y en Francia e Italia surgió el debate de las condiciones en las cárceles. El calor “exacerba las frustraciones y tensiones existentes”, denunció Wilfried Fonck, secretario nacional del sindicato de trabajadores penitenciarios francés.
La canícula también afecta a países de la península balcánica como Croacia, Montenegro y Serbia e incluso al Reino Unido, con temperaturas de hasta 34 ºC en Londres y el sureste de Inglaterra. Este calor coincide con el inicio del importante torneo de Wimbledon, donde la BBC reportó una temperatura de 31,4 ºC el lunes, un récord para una jornada inaugural de este Grand Slam.
Fuente: AFP.