Pasar tiempo al aire libre en los días de intenso calor no es una buena idea porque puede afectar nuestra salud, ya que las altas temperaturas hacen que nuestro organismo sea más vulnerable a sus efectos.

También es llamado “golpe de sol” y se trata de una enfermedad relacionada con el calor que ocurre cuando el cuerpo ya no puede regular su temperatura, lo que significa que la temperatura corporal aumenta rápidamente, su mecanismo de sudoración falla y, en última instancia, el cuerpo no puede enfriarse.

Se considera como una reacción extrema a la exposición a temperaturas muy altas, y de todas las enfermedades relacionadas con dicha condición climática, el golpe de calor es el más peligroso y severo, ya que es el resultado final de lo que inicia como una exposición al calor por tiempo prolongado.

Algunas enfermedades menos graves relacionadas con las altas temperaturas son: el agotamiento y los calambres por calor, que si no se tratan pueden convertirse en un golpe de calor. Y cuando este aparece, la temperatura del cuerpo alcanza los 41° Celsius o más en tan solo 10 a 15 minutos.

Los síntomas pueden incluir confusión, convulsiones o pérdida del conocimiento. Si no se trata, el golpe de calor puede provocar insuficiencia orgánica y en casos más graves, coma o la muerte. Sin embargo, la buena noticia es que esta afección es completamente evitable, pero requiere escuchar al cuerpo.

Los médicos recomiendan que al estar al aire libre durante los días calurosos, es necesario llevar un registro de cuánto tiempo se ha estado bajo el sol, vestir ropa holgada y de colores claros, beber grandes cantidades de agua o bebidas deportivas, especialmente si se está haciendo ejercicio, y tomar múltiples descansos a la sombra o en el interior a lo largo del día.

Además, aconsejan no permanecer en el auto estacionado por más tiempo de lo necesario y con las ventanas cerradas, porque al estar expuesto y sin aire acondicionado puede alcanzar casi los 50 °C. Es fundamental evitar la práctica de ejercicio físico durante las horas más calurosas del día y limitar el consumo de alcohol y cafeína, estas sustancias pueden favorecer su aparición.

Señales del golpe de calor

Se puede presentar de diferentes formas e ir escalando en gravedad, por eso es importante saber de qué manera se desarrolla, ya que puede llegar a confundirse con otras enfermedades debido a los síntomas de su inicio.

Por lo general, comienza con náuseas, dolor de cabeza, sed, mareos y disminución de la producción de orina, sarpullido, calambres por calor, especialmente espasmos musculares dolorosos en el abdomen, los brazos o las piernas, además de una irritación de la piel causada por la sudoración excesiva y la exposición al clima cálido.

A medida que avanza, la temperatura corporal va en aumento y puede ir acompañada por: confusión, dificultad para hablar, estado mental alterado, piel caliente y seca o sudoración excesiva, pérdida del conocimiento y convulsiones.

Esta enfermedad es cada vez más común, sobre todo por las repentinas olas de calor a consecuencia del cambio climático. Pero, afortunadamente se puede prevenir si se toman las medidas pertinentes.

¿Qué hacer?

Toda persona con sospecha de un golpe de calor debe resguardarse de inmediato y buscar asistencia médica. En la espera, bañarse con agua fría o helada porque es el abordaje más rápido para bajar la temperatura corporal. Cuanto más rápido se tome esta medida, menor será el riesgo de muerte.

En otra situación si no es posible el baño, lo mejor es vaporizar agua muy fría sobre la piel a la vez que se abanica aire caliente. Esto favorece la evaporación de calor a nivel cutáneo. También, envolver al paciente en mantas de enfriamiento y aplicarle bolsas de hielo en el cuello, la ingle y las axilas. Se recomienda quitar toda prenda de ropa muy apretada o aislante.