Como los nutrientes son importantes para ayudar a regular la tiroides naturalmente, en los casos de hipotiroidismo se aconseja ingerir alimentos ricos en yodo, selenio, zinc y cobre.

Una de las enfermedades endocrinas más comunes es el hipotiroidismo, que se caracteriza por la disminución de la actividad de la tiroides que hace que se produzca menos hormonas de lo que es necesario para el buen funcionamiento del organismo.

La tiroides es una glándula pequeña en forma de mariposa que se encuentra en la base del cuello. Esta glándula hace que la hormona tiroidea llegue por el torrente sanguíneo a todas las partes del cuerpo para controlar el metabolismo de muchas maneras, incluyendo la velocidad en la que se quema calorías y la frecuencia cardíaca.

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Sus principales síntomas son el aumento de peso sin causa aparente, estreñimiento, piel seca, uñas frágiles y quebradizas, calambres, entre otros. Las mujeres son más propensas a desarrollar enfermedades de la tiroides en comparación con los hombres, especialmente después de un embarazo o luego de la menopausia.

Para prevenir los problemas en la tiroides, principalmente el hipotiroidismo que es el más común, es esencial adoptar una alimentación rica en nutrientes. La dieta a base de alimentos ricos en yodo, selenio, zinc y cobre ayudan a mantener un buen funcionamiento de la glándula tiroides, por eso aquí una lista de los más recomendados:

- Yogur. La cantidad de yodo en los productos lácteos varían, esto se debe en parte a que el ganado recibe suplementos de yodo y el proceso de ordeño involucra limpiadores a base de yodo. Según el National Institutes of Health, el yogur natural bajo en grasa o yogur griego son una buena fuente y pueden representar aproximadamente el 50% de su ingesta diaria de yodo.

- Leche. Beber una taza de leche baja en grasa cubrirá aproximadamente un tercio de las necesidades diarias de yodo. Otra buena idea es optar por un vaso de leche fortificada con vitamina D, ya que un estudio publicado por el International Journal of Health Sciences encontró que las personas con tiroides poco activa tenían más probabilidades de tener deficiencia de vitamina D que sus contrapartes más sanas.

- Nueces. Contienen selenio, otro de los nutrientes que ayuda a regular las hormonas tiroideas. El selenio puede evitar el daño de la tiroides a largo plazo en personas con problemas relacionados con la tiroides, como la enfermedad de Hashimoto y Graves, de acuerdo a una investigación de la revista Clinical Endocrinology.

- Pescado. Teniendo en cuenta que el yodo se encuentra en los suelos y el agua de mar, los peces son otra buena fuente de este nutriente. Una porción al horno contiene alrededor de 158 microgramos de yodo, una cantidad suficiente para satisfacer las necesidades diarias si no se está embarazada o amamantando.

- Huevos. Contiene aproximadamente un 16% del yodo y el 20% del selenio diario que se necesita, lo que convierte a los huevos en un superalimento para la tiroides, de acuerdo al National Institutes of Health.

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