Para cuidar de las prendas diarias, no es suficiente con meterlas en el lavarropas y ya. Un buen lavado no solo se basa en agua y jabón, por eso te compartimos algunas claves cuando de tener las ropas limpias se trata.

La limpieza y organización son parte de la rutina del hogar, pero muchas veces como es difícil cumplir con todas las tareas recurrimos directamente a lo más práctico y rápido sin tener en cuenta las consecuencias.

Una de las principales tareas del hogar que, por lo general, no se hacen totalmente bien es el lavado de prendas, ya que es muy común meter todo en el lavarropas y esperar a que salgan limpias. Si bien su uso nos ahorra tiempo, no es de lo más recomendable para algunos textiles.

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Aunque el lavarropas hará la mayor parte del trabajo, se necesita antes ordenar las prendas sucias y apartar las que requieran más atención. Por ejemplo, la ropa hecha con telas más delicadas, como la seda o el lino, no deben lavarse con prendas de algodón.

De modo a lograr un buen lavado es imprescindible dedicar tiempo al trabajo de preparación, eso significa echar un vistazo a las etiquetas de las ropas. Aquí algunas recomendaciones para evitar que las prendas se estropeen.

1. Preparar las ropas

Antes de poner en la lavarropa se deben cerrar las cremalleras, broches y ganchos, vaciar los bolsillos y dar vuelta las prendas, especialmente si son de algodón. También se tiene que desenrollar los calcetines y las mangas.

2. Suavizante de telas casero

Los residuos de los suavizantes de telas y sus fragancias pueden agravar las alergias y las sensibilidades, además de dejar acumulación en los sensores de humedad o filtros de pelusa, bloqueando así el flujo de aire.

Para contrarrestar este efecto, se puede agregar una pequeña cantidad de vinagre blanco en el cajón del suavizante. Luego continuar el enjuague normal.

3. Eliminar las manchas

La mejor manera de solucionar una mancha es tratarla antes y siempre asegurarse de que se hayan quitado en su totalidad. Evitar mezclar con otras prendas en la lavarropa si no salió en su totalidad, ya que podría expandirse en otras ropas.

4. Detergente para ropa

Usar un jabón o detergente suave y no tóxico en cada carga de ropa y aumente el poder de limpieza según sea necesario agregando media taza de bórax, este mineral natural tiene propiedades antisépticas, antibacterianas, suavizantes y blanqueadoras.

5. Cuidar las prendas blancas

El primer paso para mantener los blancos brillantes es lavarlos por separado en agua caliente. Los artículos más pequeños como servilletas, calcetines y ropa de cama se pueden blanquear en la estufa con una solución de agua caliente y rodajas de limón.

Este paso requiere llenar una olla con agua y unas rodajas de limón, hervir, apagar el fuego y agregar ropa de cama. Remojar hasta una hora y lavar como de costumbre. Para un extra de brillo, colgar la ropa al sol para un blanqueamiento natural.

6. Lavar a mano las telas delicadas

El hecho que una etiqueta de ropa diga “lavado en seco” no significa que no se pueda lavar a mano, especialmente si está hecha de fibras naturales. La lana, seda y el lino generalmente pueden tolerar el lavado de manos.

Cuando se lava a mano, se sumerge las prendas delicadas en una solución de agua tibia y detergente suave durante tres a cinco minutos. Es necesario drenar el agua jabonosa, enjuagar los artículos hasta que el agua salga clara y después exprimir suavemente el exceso de agua, pero no escurrir.

7. Lavado en seco

Si el lavado se hará en la casa es necesario revisar de qué tela están hechas las prendas. Si las prendas son de gamuza, cuero o piel, se tiene que llevarlas a una tintorería porque si intentas lavarlas puede que causes un daño irreparable.

Las prendas de algodón, lino y poliéster son mucho más duraderas y pueden soportar los lavados en lavarropas, siempre y cuando sean a agua fría. Las que son de seda y lana pueden lavarse a mano con agua tibia y con un jabón diseñado para el lavado a mano.

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