Cuando queremos iniciar un nuevo hábito, pero parece que nunca tenemos tiempo, es momento de utilizar esta herramienta que nos permite hacer un seguimiento diario de todas nuestras actividades.
Incorporar un nuevo hábito a nuestra rutina suele ser tarea difícil, que incluso se posterga varias veces. La ciencia afirma que para desarrollarlo, el cerebro tiene que agregar un conjunto completamente nuevo de neuronas y conexiones neuronales.
Como el cerebro no hace diferencia entre buen y mal hábito, se guía por esas conexiones. Esto explica que cueste instaurar una actividad más a nuestro día a día y que haya recaídas. Cada nuevo hábito es una nueva conexión que requiere práctica, paciencia y persistencia.
Según varios estudios, se puede añadir una nueva actividad con la práctica continua y para lograrlo es necesario hacer un seguimiento diario como propone el habit tracker, que consiste en un registro de nuestros hábitos para observar el progreso y cumplir con los objetivos establecidos.
Se trata de una plantilla en la que se reflejan los días del mes y cada día debemos rellenar el cuadrado o espacio de la actividad que hayamos realizado, de manera que quede registrado. Al hacerlo diariamente, el cuerpo y la mente se acostumbrarán y tomarán como algo cotidiano.
Hacer un buen seguimiento nos ayudará a tener una actitud más consciente sobre nuestros patrones de comportamiento, a identificar qué nos cuesta más y por qué, motivándonos a continuar con nuestra decisión de cambio. Observar el progreso es un punto muy positivo que nos ayudará a conocernos mejor y también a cultivar paciencia.
¿Qué debemos incluir en nuestro registro diario?
Primeramente debemos definir los objetivos claros y alcanzables para que no se convierta en una carga más o en un sacrificio, de lo contrario no funcionará. Lo importante es que sean hábitos que nos aporten bienestar, es decir, que nos ayuden a mejorar física, mental y emocionalmente.
Si buscamos un cambio eficaz es mejor enfocarse en metas a corto plazo, que no supongan un sobre esfuerzo sino más bien un estímulo y nos animen a construir una vida más equilibrada, por eso, se aconseja no incluir actividades que supongan competitividad.
Lo recomendable es empezar con una lista pequeña, donde se establezcan metas semanales, así lograrlos será de motivación para la próxima semana y rápidamente podría llegarse a un mes, pero si nos hemos quedado por el camino no es momento de decaer porque cuando nos proponemos a desarrollar un nuevo hábito estamos adquiriendo un compromiso y cada día es una nueva oportunidad para renovarlo y llegar a nuestro objetivo.