Es bien sabido que la leche de la madre es la mejor manera de alimentar a los bebés y lo recomendable es que sea a libre demanda: dar el pecho cuando lo requiera y por el tiempo que sea necesario. Te contamos lo que debes saber sobre este método de lactancia materna.

Por: Verónica Giménez

La leche de la madre es el alimento perfecto y natural para alimentar a los recién nacidos, ya que cuenta con importantes propiedades para que el niño crezca y se desarrolle saludablemente.

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“Los nutrientes son específicos de nuestra especie y por lo tanto se absorben y digieren mejor. Además, aporta al bebé los anticuerpos necesarios para protegerlo de las infecciones y ayuda a generar el vínculo de apego con su madre, tan esencial para ambos, esto al bebé le da tranquilidad, seguridad y confianza, mientras que a la madre le llena de satisfacción proteger su salud”, explica la psicóloga y asesora de lactancia, Patricia Ruíz Díaz.

Otro de los puntos positivos de la leche materna es que contribuye en la maduración del sistema digestivo del bebé y le prepara para el inicio de la alimentación complementaria. “El calostro, que es la primera leche en los primeros días, es fundamental para el recién nacido. Esta se caracteriza por ser espesa y salir en pocas cantidades, está llena de nutrientes y es todo lo que necesitan”, indica.

Para lograr esa conexión entre la madre y el niño, y se dé una lactancia sin complicaciones, la especialista sugiere colocar al recién nacido sobre el pecho de la madre para realizar el apego, piel con piel sin límites de tiempo, y sin separarlos en ningún momento, a no ser que un motivo relevante lo justifique.

“Debemos esperar a que el bebé se relaje allí para que pueda luego, dentro de los primeros 90 minutos, iniciar la succión del pecho”, menciona y resalta que desde entonces es clave poner en marcha la lactancia materna a libre demanda.

Este término se refiere a alimentar al bebé con leche materna cuando lo requiera y por el tiempo que necesite. Se basa en el pensamiento de que el bebé es el único que sabe cuándo está satisfecho, por lo que debe ser él quien avise cuándo quiere y soltarlo cuando así lo sienta.

“Tenemos que saber que el pecho lo es todo para el bebé, es su lugar seguro y no es solo un alimento que sacia el hambre, también es un alimento emocional, que le relaja para dormir mejor, es anestesia natural para los dolores, y es su calma si se asusta o se siente inseguro por algún motivo. Entonces, una lactancia exclusiva es casi imposible lograrla si le ponemos horarios a las tomas, no funciona de esa manera”, explica.

Proceso de lactancia exitoso

Uno de los principales estímulos para la producción de leche es la misma succión del niño, por lo que mientras más veces se alimente, mayor cantidad de ella se produce, lo que descarta la teoría de darle el pecho cada vez que llora, ya que el llanto es un signo tardío de que tiene hambre. Funciona también en horarios nocturnos, por eso se recomienda que madre e hijo duerman juntos.

De acuerdo a algunos médicos, los bebés que se alimentan a libre demanda recuperan rápidamente el peso de nacimiento, y suelen tener una lactancia exitosa de larga duración, en comparación a aquellos que se alimentan cada determinadas horas.

Ruíz Díaz resalta que la leche materna con el tiempo no deja de contener nutrientes para nuestros niños y niñas, siempre será bueno y debemos respetar la decisión de cada madre y su bebé de lactar el tiempo que ambos quieran, sea mucho o poco.

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