Los científicos descubrieron más de 200 nuevas especies en la región del Gran Mekong en 2020, según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), a pesar del calentamiento global y la tala.
Entre estos descubrimientos figuran un nuevo primate, un pez de las cavernas incoloro y una serpiente iridiscente cuyas escamas, sorprendentes, no se superponen.
Se identificaron 224 nuevas especies de plantas y animales vertebrados en la región -que incluye a Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam-, precisa el WWF en su informe “New Species Discoveries”.
Se tomaron imágenes del mono Langur de Popa, cuyo nombre proviene del volcán extinto del Monte Popa, situado en el centro de Birmania. Este primate está amenazado por la caza, la explotación forestal y la pérdida de hábitat. Se estima que solo quedan entre 200 y 250 individuos.
En Vietnam, los investigadores descubrieron - a más de 2.000 metros de altitud - la rana cornuda del Monte Ky Quan San, de colores vivos.
La región del Gran Mekong es un lugar destacado de la biodiversidad, gracias a sus paisajes que varían entre selva, montaña e incluso formaciones kársticas.
Contiene algunas de las especies más impresionantes y más amenazadas del mundo, como el tigre, el elefante asiático y el pez gato gigante del Mekong.
WWF subraya que el ritmo al que se descubren nuevas especies - más de 3.000 desde 1997 - pone en evidencia la importancia de preservar los ecosistemas frágiles de la región.
Fuente: AFP.
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Finlandia ofrece programa para ser pastor por una semana
Ovejas blancas y negras se acercan balando a Petri Stenberg en un prado salpicado de flores estivales en el centro de Finlandia, a la espera de que el joven veraneante les de avena para comer. Stenberg participa con su esposa Oona y sus hijos Fia y Hugo, de 2 y 4 años, en la “semana del pastor”, un programa de vacaciones muy popular en Finlandia que combina el descanso con la conservación de la naturaleza.
Una antigua granja situada en una idílica isla del Parque Nacional de Isojarvi, a la que solo se puede acceder en barco o a pie, atravesando el bosque y un puente, es uno de la decena de lugares remotos donde los finlandeses pueden solicitar pasar una semana cuidando ovejas, por su cuenta y sin la ayuda de pastores profesionales.
Históricamente, las ovejas y otros animales de pastoreo han desempeñado un papel esencial en el mantenimiento de la biodiversidad y los entornos para la flora y la fauna. Pero los cambios en las prácticas forestales y agrícolas, así como la “drástica” disminución del número de pequeñas granjas en Finlandia, fragilizan estos ecosistemas tradicionales, explica Leena Hiltunen, experta de Metsahallitus, empresa propiedad del Estado finlandés.
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Como parte de su misión de gestionar y proteger tierras, bosques y lagos, Metsahallitus organiza las estancias en praderas seminaturales y pastos arbolados en lugares delicados. “El principal objetivo de las semanas del pastor es sensibilizar a la gente sobre estos biotopos tradicionales”, subraya.
En el pasado, la vegetación de la isla de Isojarvi se mantenía de forma natural gracias al pastoreo de ovejas, que impedía la proliferación de matorrales, permitiendo así la supervivencia de especies vegetales e insectos que ahora están amenazados. En comparación con los años 50, hoy en día queda menos del 1% de los paisajes tradicionales de Finlandia, según Metsahallitus, la mayoría de los cuales se encuentran en zonas protegidas.
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Vacaciones que atraen a los finlandeses
Para la temporada de verano, Metsahallitus recibió 12.764 solicitudes de 2.236 personas, muchas de ellas para varios lugares. En total, se asignaron 158 semanas de pastoreo por sorteo. La familia Stenberg, que vive en Vantaa, al norte de Helsinki, probó suerte varias veces antes de ser seleccionada este año, cuenta Oona Stenberg.
Una semana suele costar entre 400 y 670 euros, según el lugar. El alojamiento es rudimentario y sencillo, en cabañas o chalets de madera en medio de la nada, a menudo sin agua corriente y a veces incluso sin electricidad. “Algunos nos preguntan por qué queremos pagar para cuidar de las ovejas y la tierra”, ríe Oona Stenberg. “Pero para nosotros es toda una experiencia, y a los niños les encanta”, añade sorbiendo su café frente a la casa amarilla que alquilaron, rodeada de viejos edificios de madera y una sauna junto al lago.
En Finlandia, mucha gente pasa los veranos en cabañas o chalets rústicos de madera en el campo. Hiltunen explica que solo los finlandeses pueden solicitar las semanas del pastor, porque hay que saber “gestionar este modesto estilo de vida” de forma autónoma en la naturaleza. “No tenemos recursos suficientes para hacer publicidad en el extranjero, ni para tener a alguien in situ que explique cómo funciona todo”, dice.
“Un descanso”
En esta isla se respira un ambiente de serenidad, bajo un cielo gris que presagia lluvia. La familia tiene orden de contar la decena de ovejas todos los días, “y asegurarse de que gozan de buena salud, de que comen lo suficiente y de que las vallas están en buen estado”, explica Petri Stenberg, normalmente conductor de excavadora.
“Aquí vivimos realmente cerca de la naturaleza. Damos de comer a las ovejas dos veces al día, hemos ido a la sauna, nos hemos bañado y hemos pescado”, cuenta Oona Stenberg, fisioterapeuta.
“Aquí no he visto las noticias ni una sola vez. No hay televisión ni teléfonos. En cierto modo, mi mente se ha calmado y estoy viviendo el momento”, confiesa. La pequeña granja estuvo en funcionamiento hasta 1989, antes de ser comprada por Metsahallitus en la década de 1990.
Hojeando las páginas de un cuaderno que estaba en la casa, Petri Stenberg muestra escritos y algunos dibujos de ovejas hechos por anteriores visitantes, en los que documentaban su vida cotidiana y sus observaciones. “Es un verdadero descanso de la vida cotidiana”, concluye Petri Stenberg.
Fuente: AFP
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Clínica Placera: un libro que narra la experiencia de psicoanalizar al aire libre
El psiquiatra Agustín Barúa Caffarena hizo durante años la experiencia de conversar con pacientes en las plazas de Asunción. Volcó sus aprendizajes en “Clínica Placera, ¿nos sentamos acá?” que se presentó días atrás en la Sociedad Paraguaya de Psiquiatría.
- Por Jorge Zárate
- Jorge.zarate@nacionmedia.com.py
“A mí me parece que la clínica placera aporta un permiso de explorar otras formas de trabajar en salud mental en el contexto asunceno”, entiende el autor. “En Asunción, que solemos ser tan reprimidos emocionalmente, usamos los bancos para llorar, para gritarnos y desgritarnos, para besarnos, para saber estar solos. Entonces, ahí apareció la posibilidad de usar el banco de plaza como un dispositivo de acompañamiento de salud mental”, cuenta de la génesis del inusual procedimiento.
El libro, que tuvo presentaciones en Argentina, Cuba y Paraguay, permite según la mirada del psiquiatra Agustín Barúa Caffarena “que se pueda probar nuevas cosas y se pueda dialogar con las necesidades contemporáneas. A veces creo que nos quedamos muy tiesos en el mundo profesional esperando que la gente se amolde a nosotros y no dialogando con las necesidades de nuestra sociedad. Me parece que es el gran aporte”, apunta.
Aquí su diálogo con Nacion Media:
–¿Qué sensaciones te provoca que la experiencia de la Clínica Placera llegue al libro?
–Son sensaciones complejas. Por un lado, es gratificante porque el libro a mí me satisface como producto estético, pero también como producto reflexivo y de memoria histórica. Me parece que también la tarea de estos 7 años de plaza fue bastante específica y tenía su soledad también dentro de su espacio público y colectivo.
También me da un poco de tristeza y eso lo dije cuando lo presenté en Camsat, que es una organización territorial del bañado Tacumbú, me dio tristeza y enojo.
–¿Por qué?
–Porque me recordó que yo no quería trabajar con las capas medias asuncenas inicialmente, yo quería trabajar con los sectores populares, en este caso bañadenses, ¿no? Pero el golpe de estado al gobierno de Fernando Lugo interrumpió ese proceso y al presentar el libro en el Bañado me recordó esa pérdida.
–Comenzaste en 2015 en bancos de plazas de Asunción. ¿Cuál fue el disparador de tu actividad?
–Y fue ese junio de 2012, cuando sucede el golpe, yo trabajaba desde la Universidad Nacional de Asunción y desde el Ministerio de Salud en los territorios bañadenses acompañando 15 equipos de Atención Primaria en Salud. Era mi jornada laboral plena de lunes a viernes, iba a los bañados todos los días y cuando sucedió el golpe, lo viví como un manotazo, un arrebato gigante, me impactó emocionalmente.
Me pasó que coincidió con una relación de pareja en Montevideo, donde fui y estuve 3 años haciendo diferentes cosas en un contexto de políticas públicas muy creativas: ahí sí se hicieron, por ejemplo, las leyes progresistas de identidad de género, de regularización de la marihuana y de despenalización del aborto. Y en ese contexto volví en 2015 y me dije: quiero seguir trabajando las cosas que creo…
–Te dio como un impulso esa vivencia…
–Y cuando volví, no pude entrar a mis nichos laborales habituales, habían cambiado muchas cosas así que subalquilé un consultorio. Era la primera vez que iba a hacer psiquiatría clínica privada y me morí de la angustia. Viví con mucha extrañeza las baldosas, la pared sin humedad, ese tapizado de sofá combinado con la cortina, el split. Yo venía de trabajar en los patios de las villas con chanchos, bebés, ropa secándose, goteando, en algo que llamamos Clinitaria hasta el 2012.
Me dije: “A mí me gusta conversar con la gente”, así que me vinieron a la mente los bancos de plaza que tienen una cuestión maravillosa que son espacios de intimidad pública.
–Sostenés que es posible tratar la salud mental fuera del manicomio. ¿Qué avances ves en torno a esta tendencia?
–El manicomio no es necesariamente un lugar, un “adentro”. Puede recrearse en los “afueras”, por una concepción manicomiana de la salud mental, tener una posición autoritaria, llenar de psicofármacos a la gente; ordenar internaciones compulsivas en el hospital psiquiátrico, querer imponerse a las otras profesiones, no dar como válido el saber de la gente.
Me parece importante discutir ese dentro y fuera, hay mucha manicomialidad fuera del hospital psiquiátrico. Creo que estamos muy retrasados con políticas públicas. La Ley de Salud Mental permitió avances todavía muy incipientes, creo que la mirada manicomial sigue siendo la dominante en el territorio, la salud mental se disocia de la salud y esta más aún de los derechos. Entonces si no tenemos esa politización de la salud mental, somos parte del problema, reducimos el problema a diagnósticos, psicofármacos, sin contexto, sin historia, sin derecho, sin cultura, sin territorio, sin diálogo, ¿no?
–¿Cómo ves la salud mental en el país?
–Si bien creo que hay mucha gente en el Estado que quiere hacer bien las cosas, hay una crisis institucional, los desfinanciamientos, los prebendarismos, los autoritarismos, los conservadurismos, las precarizaciones, los abandonos siguen siendo la tónica dominante en muchos campos de derechos constitucionales que no se concretan.
No hay salud mental sin salud, no hay salud sin derecho, y tenemos una crisis de derechos gigantesca en Paraguay. Nos entretenemos con los efectos, no con las causas, entonces vemos una reacción de una persona que mata a sus abuelos; el uso complicado de cocaína fumable de crack llamada chespi y su presencia en las calles; las conductas suicidas, etc. Si no tratamos las causas los efectos van a seguir.
Cuesta mucho avanzar en preguntas honestas, sobre todo en un país tan desigual y tan aterrorizador porque cuando uno comienza a preguntarse estas cosas necesariamente necesita valor. No podemos construir ese argumentar sin un cierto coraje para conversar las cosas que estamos evitando como sociedad.
SOBRE EL AUTOR
Agustín Barúa Caffarena (1971) es médico por la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Psiquiatra de Atención Primaria de Salud por el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana y tiene una maestría en Antropología Social por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.
Terapeuta. Psicodramatista por GRUPA (Grupo Psicodrama Asunción). Certificado en Prácticas Colaborativas y Dialógicas por el Houston Galveston Institute y The Taos Institute.
Investigador en Salud Mental Comunitaria por la Universidad Nacional de Pilar.
Autor de los libros “Clinitaria: andando, de a chiquito, con la gente. Acompañamientos clínicos en salud mental desde sensibilidades comunitarias” (2011), “Ejedesencuadrá: del encierro hacia el vy’a. Transgresiones para una salud mental sin manicomios” (2020) y “¿Nos sentamos acá? Clínica placera” (2025)
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Ogro Róga, conociendo el mundo de Shrek donde magia y naturaleza se unen, en La Colmena
Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Si eres uno de los fans de las películas de Shrek, seguramente también habrás imaginado en algún momento, cómo sería pasar una noche en su sagrada morada, ubicada en una ciénaga en medio del bosque.
Todos aquellos fanáticos de la saga de DreamWorks tienen la estupenda oportunidad de dormir en la famosa Ciénaga de Shrek, tal y como se ve en la película animada. Descubre este mágico pantano que se convirtió en refugio de las criaturas de los cuentos de hadas, que fueron desterradas a su hogar por el malvado Lord Farquaad, pero ahora en la vida real y mejor aún aquí en Paraguay.
Esta mágica experiencia ya se puede vivir en un rincón de Hacienda L&M “Yvága renda”, ubicada a 5 kilómetros de la ciudad de La Colmena, departamento de Paraguarí, a unos 130 kilómetros de Asunción, sobre la ruta que une La Colmena con Villarrica.
Este establecimiento turístico ya es conocido porque ofrece otras cabañas temáticas, inspiradas en mundo mágicos, como lo comentó a La Nación/Nación Media, el director administrativo, Mario Guillén, quien además brindó detalles de cómo fue construida la cabaña que denominaron “Ogro Róga”, inspirados en la famosa casa de Sherk.
“Nosotros veníamos ya con tres experiencias exitosas anteriores. Empezamos con la Casa del Árbol, después vino la Casa del Hobbit, que tuvo bastante repercusión, luego la Cabaña de Hagrid, inspirada en el mundo de Harry Potter. Entonces, queríamos seguir creando ese tipo de espacios que estén inspirados en mundos mágicos. Es así que surge la idea del mundo de Shrek, que permitió jugar con ese mundo fantástico, crear una atmósfera dentro de una naturaleza, de un bosque encantado”, explicó.
Agregó que el objetivo principal del establecimiento turístico es que los visitantes puedan desconectarse por completo del ruido de la ciudad y trasladarse a un mundo mágico. “Queremos que cada visitante sienta que está entrando en otro mundo, donde la magia y la naturaleza se combinan para crear recuerdos inolvidables”, expresó.
Mencionó que el desarrollo de los otros proyectos permitió formar un equipo de obras prácticamente especializado en este tipo de infraestructuras especiales, con arquitectos, diseñadores, y obreros que se podrían decir son verdaderos artistas, que han llevado a término lo que en proyecto se ha planteado. Un trabajo 100 % artesanal y hecho por manos paraguayas.
“No cualquiera puede realizar este trabajo, pero nosotros hemos formado un equipo sólido, al cual me gustaría destacar, porque todo, todo, todo, fue hecho a mano, la infraestructura que asemeja a un gran árbol. Teniendo en cuenta que la Casa de Shrek, está dentro de un gran árbol, entonces se hizo todo a mano, 100 % rústico. Construido por verdaderos artistas paraguayos. Entonces, todo ese proceso fue un poco más tranquilo con relación a los otros proyectos, porque ya tuvimos experiencias, pero igual tuvo sus desafíos”, resaltó.
Despierta al niño interior
Al llegar a la cabaña “Ogro Róga”, el visitante se encuentra con una atmósfera mágica, que le traslada, o permite que ese niño interior pueda vivir lo que ha visto en las salas de cine, en su televisor porque al final de cuentas, quién no soñó alguna vez vivir en una casa de árbol.
Si bien, la oferta turística está pensada para quienes creen en la magia, y todo el mundo fantástico, sean estos grupo de familia con niños o grupo de amigos, o incluso las parejas que busquen una escapada romántica pero diferente.
“Eso es lo que nosotros siempre buscamos con lo que creamos, que cada persona pueda encontrarse con su niño interior, y que el huésped pueda vivir una experiencia, estar dentro de una atmósfera que le haga sentir dentro de una película o de un mundo de fantasía”, explicó Guillén.
Al igual que las otras cabañas temáticas, Ogro Róga se destaca sobre todo por sus detalles y toda la ambientación, porque una vez que ingresás realmente se enciende la magia del lugar.
La cabaña cuenta con dos habitaciones, capacidad para 4 personas. El cuarto principal de Sherk que es prácticamente copia fiel a la película animada, con una amplia cama rústica, cubierta de una cobija hecha de retazos de tela, con la infaltable presencia del burro sentado en el sillón, la habitación iluminada con la lámpara del sapo inflado.
El comedor está ubicado frente a una enorme chimenea construida en un hueco del árbol. Además, la cabaña cuenta con los disfraces de Shrek y Fiona, para que los visitantes puedan vestir como los personajes y realizar las sesiones de fotos que quieran.
En el patio exterior del Ogro Róga, cuenta con un jacuzzi a leña, que brinda un baño caliente y relajante, además de zona de fogatas, a lado del pantano, el carruaje de Cebolla tirado por dos caballos. La letrina de Shrek en las afueras de la cabaña. En su interior, cuenta además con un baño moderno y una tina para baños relajantes.
En cuanto al costo por alojamiento por noche es de G. 1.420.000 para dos personas, pero también se pueden adicionar hasta dos adultos más. La cabaña tiene una capacidad de hasta cuatro personas la noche.
“Es una cabaña totalmente privada que está dentro del bosque, cuenta además de los servicios básicos, como TV por cable, Wi-Fi, el desayuno completo está incluido dentro la tarifa. También tienen acceso a las otras actividades como el picnic con los animales y todos los demás productos que ofrecemos”, precisó Guillén.
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El pangolín es el mamífero más traficado del mundo
- Washington, Estados Unidos. AFP.
Estados Unidos decidió reforzar la protección federal de todas las especies de pangolines, los únicos mamíferos de piel escamosa y los que sufren más tráfico ilegal en el mundo. Presentes en las selvas, bosques y sabanas de África y Asia, los pangolines son pequeñas criaturas nocturnas conocidas por su peculiar aspecto, su lentitud, su comportamiento pacífico y su costumbre de hacerse un ovillo cuando se sienten amenazados.
Utilizan sus largas y pegajosas lenguas para alimentarse de hormigas y termitas y tienen una sola cría al año. Sus escamas de queratina son codiciadas en la medicina tradicional, y su carne también se considera un manjar en algunas regiones. A pesar del declive de su población debido a la caza furtiva, la pérdida de hábitat y la endogamia, sólo una especie, el pangolín de Temminck de África, está protegida por la Ley de Especies Amenazadas de Estados Unidos.
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La propuesta presentada este lunes por el Servicio de pesca y vida silvestre de Estados Unidos extendería ese estatus a las ocho especies conocidas. La agencia se propone incluir en la lista a las cuatro asiáticas (pangolín chino, indio, de Sunda y filipino) y las otras tres africanas: pangolín de vientre blanco, de vientre negro y pangolín gigante.
“Estoy encantada de que Estados Unidos ponga de su parte para salvar a estas adorables y extrañas criaturas”, declaró Sarah Uhlemann, directora del programa internacional del Centro para la Diversidad Biológica. “Los pangolines están en el filo de la navaja de la extinción y tenemos que cerrar por completo cualquier mercado estadounidense de sus escamas. No hay ninguna buena razón para que nadie ingiera ninguna parte de un pangolín”, sostiene en un comunicado.
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Los pangolines están actualmente protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que prohíbe el comercio internacional con fines comerciales y sólo lo permite en circunstancias excepcionales. Pero el tráfico ilegal persiste.
En abril, las autoridades nigerianas se incautaron de casi cuatro toneladas de escamas de pangolín traficadas, lo que equivale a unos 2.000 animales sacrificados. En noviembre, Indonesia interceptó otras 1,2 toneladas. La demanda estadounidense sigue siendo un factor. Entre 2016 y 2020, los funcionarios de fronteras interceptaron 76 envíos de partes de pangolín, incluidas escamas y productos comercializados para la medicina tradicional, según datos oficiales.