Boji es un perro callejero que recorre una de las ciudades más importantes de Turquía subiendo a ferris, tranvías y vagones de metro.

Se ha convertido en toda una celebridad en Estambul y su fama se debe a que recorre diariamente al menos 30 kilómetros, pasando por decenas de estaciones de metro y haciendo sí o sí un par de viajes en ferri. Las redes sociales empujaron su popularidad, ya que la gente empezó a subir fotos y selfies con él.

De hecho, Chris McGrath, fotógrafo de Getty Images que recientemente pasó un día siguiendo a Boji por la ciudad, conoció su historia en Twitter. “Es un espíritu libre. Lo único que quiere hacer es montar en los medios de transporte. Cada vez que pasa por delante de un autobús, una camioneta o cualquier otro medio de transporte, simplemente quiere subirse a él”, comentó el reportero gráfico.

Los funcionarios municipales, sorprendidos por su ingenio, empezaron a seguir sus movimientos y también a cuidarlo. Lo hicieron bañar y que lo revise un médico. Además, le hicieron un estudio de comportamiento para estar seguros de que estaba bien y de que toda interacción humana no era arriesgada para él ni la gente.

Boji lleva en la oreja una etiqueta que confirma que está castrado y vacunado, odia a los gatos y de hecho los persigue por toda la ciudad, se alimenta en una de las estaciones de metro o en los rincones de las casas o restaurantes, donde le dejan comida y agua a los animales de la calle.

Disfruta de la vibración de los motores de los distintos vehículos. De hecho, cuando sube al tren subterráneo se sienta justo encima de donde están las ruedas, y es este espacio el que le dio su nombre, ya que en términos ferroviarios, esta parte del tren se conoce como bogie, que en turco se traduce a “boji”.

No hace caso al llamado de la gente cuando le dicen “sentate aquí” o “ven aquí”, él hace lo que quiere, se pasea por ahí y así es feliz.

Foto: Chris McGrath/Getty Images.

Fuente: CNN.

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