Dormir es parte de nuestra rutina diaria, un hábito que determina la manera en que funciona gran parte de nuestra vida, por eso es un aspecto al que hay que brindarle especial atención.
Los lunes, después de un par de días de descanso, cuesta arrancar, la energía no está al 100% y las actividades se sienten más pesadas de la normal. Los especialistas del sueño se han preguntado por qué para la mayoría de las personas levantarse un lunes es más difícil que cualquier otro día de la semana, y encontraron una explicación para ello.
La doctora Vivian Wanner (@dra.vivianwanner), una neuróloga muy popular en redes sociales, explica que el responsable es el cerebro, ya que este órgano ama las rutinas. “Si te sueles dormir a cierta hora, tu cerebro producirá melatonina - sustancia que induce al sueño - a esa hora. Por lo que, durante la semana tu ciclo de sueño se adapta a una rutina de sueño diaria”, empieza.
Y explica: “Sin embargo, si te acuestas (y despiertas) en distintos horarios los fines de semana, interrumpes el ciclo anterior y empiezas una nueva rutina. Por eso, cuando debes regresar a tu rutina habitual, tu cuerpo tiene que volver a adaptarse y te sientes más cansado de lo habitual (un efecto similar al jet lag)”.
De hecho, algunos especialistas llaman a esta dificultad de levantarse los lunes “jet lag social”, porque ocurre cuando las actividades laborales, escolares o sociales obligan a nuestro cuerpo a alejarse de sus patrones normales de descanso. “No solo importa cuánto dormirmos, sino también cuándo”, señalan.
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Dormir bien: cuántas horas hacen falta y cómo lograrlo
Dormir bien es una de las claves para tener una buena calidad de vida, y no se trata solo de cerrar los ojos por ocho horas. La relación entre el sueño y la salud del cerebro es profunda, y en muchos casos, descuidarla puede traer consecuencias serias. La Dra. Verónica Fleitas, neuróloga del Hospital IPS Ingavi, explicó por qué es tan importante descansar correctamente y ofreció algunos consejos prácticos para mejorar nuestra rutina nocturna.
Durante el sueño, el cerebro realiza tareas fundamentales: limpia toxinas que pueden dañar las neuronas, repara conexiones cerebrales, consolida recuerdos y regula emociones. “Dormir no es solo descansar”, señala la especialista, quien además resalta que una mala calidad de sueño puede derivar en problemas de memoria, irritabilidad, ansiedad y hasta aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
Entonces, ¿cuántas horas hay que dormir realmente? Aunque el número de “8 horas” es el más popular, la mayoría de los adultos necesita entre 7 y 9 horas por noche. Sin embargo, más importante que la cantidad es la calidad del sueño. Si dormís poco, o si te despertás varias veces en la noche, tu cuerpo y tu mente no logran recuperarse bien, lo que puede afectar tu rendimiento y estado de ánimo al día siguiente.
Dormir mal no solo genera cansancio. También puede dificultar la concentración, afectar la memoria, elevar el estrés y producir una inflamación silenciosa en el cerebro, que puede empeorar trastornos neurológicos o emocionales. En palabras simples, tu cerebro funciona en “modo ahorro” cuando no descansa lo suficiente, y eso repercute en cada decisión que tomás.
Para quienes tienen problemas para dormir, la Dra. Fleitas recomienda algunos hábitos que pueden marcar la diferencia: mantener una rutina fija de sueño, evitar pantallas antes de acostarse, crear un ambiente propicio (oscuro, fresco y silencioso), practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación, e incluso escribir en un cuaderno lo que te preocupa si no podés dejar de pensar en eso. Además, evitar cafeína y energizantes por la tarde o noche es clave.
Si dormís mal más de dos veces por semana, te cuesta más de una hora conciliar el sueño, te despertás seguido sin razón o te levantás sintiéndote más cansado de lo que te acostaste, es momento de consultar a un especialista. “La privación de sueño hace que el cerebro solo piense en lo que quiere, sin considerar las consecuencias”, advierte la doctora. Dormir bien no es un lujo, es una necesidad para pensar, sentir y vivir mejor.
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Datos claves
- Entre 7 y 9 horas de sueño por noche es lo recomendable para adultos.
- 🧠 Dormir mal puede generar falta de concentración, estrés e incluso inflamación cerebral.
- 🛏️ Si más de dos veces por semana no dormís bien, consultá con un neurólogo.
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Mejorar los hábitos diurnos resuelven los problemas de sueño
La neurofisióloga clínica del Hospital La Princesa de Madrid, Rybel Wix, ha señalado que optimizar los hábitos de vida diurnos puede ayudar a “mitigar de manera significativa e, incluso, a resolver” muchos problemas de sueño nocturnos. Por ello, para la miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la Sociedad Española de Sueño (SES), estos buenos hábitos diurnos pueden ser especialmente relevantes en el caso de personas con insomnio.
"Para las personas con insomnio, la adherencia estricta a los hábitos de higiene del sueño, tanto diurnos como nocturnos, no es solo importante, sino que es fundamental y una prioridad absoluta. Si bien estas pautas benefician a cualquiera, en el contexto del insomnio se convierten en herramientas terapéuticas esenciales", ha afirmado.
La portavoz de la SES subraya que el insomnio a menudo se perpetúa por un ciclo vicioso donde la preocupación por no dormir bien lleva a comportamientos diurnos que, paradójicamente, empeoran el sueño. En ese sentido, Rybel Wix apunta a la importancia de la exposición a la luz natural.
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“Las personas con insomnio a menudo tienen un reloj circadiano desregulado. La exposición consistente a la luz natural por la mañana y la reducción de la luz brillante por la noche son vitales para recalibrar este reloj, enviando señales claras al cuerpo sobre cuándo estar despierto y cuándo prepararse para dormir. Esto es crucial para regular la producción de melatonina y cortisol, hormonas clave en el ciclo sueño-vigilia”, ha apuntado.
Al hilo, la especialista ha señalado que “el sueño y la vigilia son dos caras de la misma moneda. Se necesitan mutuamente para funcionar de forma correcta”. “No podemos esperar una noche reparadora si no cuidamos lo que hacemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Por eso es importante que cambiemos nuestra perspectiva y entendamos que el buen sueño se construye a lo largo del día; y que invertir en hábitos diurnos saludables es invertir en una mejor calidad de vida y en un descanso nocturno reparador”, sostiene Wix.
Este impacto directo de las acciones diurnas sobre el descanso, explica la experta, se debe principalmente al reloj circadiano, un “reloj” interno que, entre otras funciones biológicas, regula los ciclos de sueño-vigilia. “Para que este reloj funcione con precisión y nos prepare para un sueño reparador, necesitamos ponerlo a punto o, como decimos en el ámbito médico, reforzar nuestro sistema circadiano”, apunta la portavoz de la SES.
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La importancia de la luz del sol
Esta puesta a punto se logra fundamentalmente a través de lo que se conocen como sincronizadores, el más potente de los cuales es la luz natural. “Exponerse a la luz del sol a primera hora de la mañana es crucial. Esta exposición le indica a nuestro cerebro que el día ha comenzado, por lo que se suprime la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño, y se activan una serie de procesos biológicos que nos mantienen alerta y con energía”, ha manifestado.
“Es como darle al botón de ‘reset’ de nuestro reloj interno, ajustándolo para las 24 horas siguientes”, explica Rybel Wix, que señala que sin esta señal matutina clara el reloj interno “puede desajustarse”, lo que se traduce en última instancia en dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos y una sensación general de falta de descanso.
Además de la exposición a la luz natural a primera hora del día, la neurofisióloga clínica destaca la importancia de otros hábitos diurnos, como la realización de actividad física intensa y regular, que permite “liberar el exceso de energía y la tensión acumulada durante el día, promoviendo un cansancio físico que facilita el sueño”.
Asimismo, recomienda llevar una alimentación equilibrada y con horarios regulares, evitar estimulantes como la cafeína y el tabaco, moderar el consumo de alcohol o gestionar el estrés, integrando en el día a día técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda, que ayudan a reducir el impacto del estrés acumulada durante el día en el sueño.
Fuente: Europa Press.
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Semana Santa: Parque Ecológico Salto Suizo ofrece desconexión y aventura
Ubicado en el corazón del departamento de Guairá, a 12 kilómetros de la ciudad de Melgarejo, el Parque Ecológico Salto Suizo se presenta como una opción ideal para quienes buscan un descanso diferente durante Semana Santa. Combina la tranquilidad de la naturaleza con opciones de turismo de ecoaventura.
El Parque Ecológico Salto Suizo, activo desde el 2017, cuenta con diversas opciones de estadía y actividades para todos los gustos. Para quienes desean pasar el día, la tasa es de G. 25.000 por persona e incluye el acceso al parque, senderos, miradores, baños y al majestuoso salto de agua.
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Entre las actividades destacadas están la tirolesa G. 100.000, el arborismo y la escalada con un precio de G. 50.000, así como paseos a caballo por G. 100.000. Para los más aventureros, la opción de camping está disponible por G. 150.000 por persona, incluyendo acceso al parque y sanitarios.
Opciones de hospedaje
Para quienes buscan una experiencia más confortable, el Salto Suizo ofrece cabañas y toneles con diversas comodidades. Las opciones para parejas incluyen toneles desde G. 500.000 por noche, con acceso al parque, desayuno y dos pases de arborismo.
Para una experiencia más lujosa, el Tonel Pindó cuenta con jacuzzi privado y dos pases de tirolesa por G. 990.000 por noche. Las cabañas suizas, con capacidad para cuatro personas, tienen un precio desde G. 1.000.000 por noche e incluyen desayuno y acceso al parque.
Semana Santa en un entorno de paz
Durante esta Semana Santa, el Salto Suizo invita a sus visitantes a sumergirse en un ambiente de paz y reflexión rodeados de la naturaleza. Con cinco miradores, entre ellos el Mirador Cerro de la Cruz y el Mirador del Valle, los visitantes podrán disfrutar de vistas panorámicas de la serranía del Ybyturuzú.
Además, quienes deseen mantener las tradiciones de la temporada podrán degustar la chipa tradicional en el bar del parque, o bien llevar sus propios alimentos sin restricciones.
Accesibilidad
El acceso al complejo es apto para autos y camionetas, garantizando una llegada segura y cómoda. Con horarios de atención de 7:00 a 19:00 y check-in en hospedaje desde las 15:00, el Salto Suizo se posiciona como una alternativa perfecta para disfrutar del feriado largo en armonía con la naturaleza.
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El domingo, día del Señor, día de oración y de descanso
- Por el Hno. Mariosvaldo Florentino
- Capuchino
En la semana pasada hemos meditado sobre el primer envío misionero que Jesús hizo a sus apóstoles. Hoy el evangelio nos cuenta el retorno de estos discípulos. Ellos vienen a Jesús llenos de novedades. Y Lucas nos dice que ellos se sentían felices cuando retornaron (Lc 10, 17).
Como vemos, el hecho de haber ido a la misión les ayudaba a un mejor diálogo con Jesús. Seguramente a causa de las experiencias que ellos habían hecho, Jesús pudo profundizar muchas cosas con ellos, que de otro modo habrían sido solamente explicaciones teóricas. La experiencia misionera les dio a los discípulos un nuevo vigor, nuevas ganas para crecer en el encuentro con el Señor. De nuevo este evangelio nos hace insistir en la importancia de compartir nuestra fe. De ser misioneros en primer lugar en nuestros ambientes (trabajo, escuela, vecinos, grupos de amigos...) y, cuando sea posible, también en otros ambientes donde vamos exclusivamente para evangelizar.
En la Iglesia de Cristo nadie debe solo recibir, todos están invitados a compartir de lo que ya tienen.
Infelizmente estamos muy acostumbrados a la pasividad. Queremos ser cristianos pasivos. Queremos ser solo espectadores. Queremos solo recibir. Pensamos que, para ser un evangelizador, un misionero, se tiene que ser una persona especial, o que esto sea cosa solo para los sacerdotes y las monjas. Pero no es así. Toda la Iglesia es misionera. Todos los miembros de este cuerpo estamos llamados al trabajo apostólico. Todos los que recibieron la buena noticia tienen que pasarla adelante, tienen que anunciarla. Quien esconde este tesoro, lo pierde. Quien lo regala, lo ve multiplicar. Pero el evangelio de hoy nos da la ocasión de decir una palabrita sobre el descanso.
Después de la misión, Jesús invitó a los discípulos a descansar. El descanso es una parte de la ley de Dios. Él sirve para renovar nuestras fuerzas y nuestras energías. También los obreros del reino tienen el deber de reposar. Los hebreos, con las reglas muy duras sobre el reposo de sábado, sabían que este precepto era muy importante hasta mismo para la espiritualidad, pues les hacía entender que aun cuando paran, el mundo va adelante, pues no somos nosotros los que movemos el mundo, sino Dios, que es Señor de todas las cosas. Muchas veces nuestro activismo nos hace creer que somos nosotros los imprescindibles. Corremos como locos, creyendo que, sin nosotros, el mundo se termina. Pero esto no pasa de una tonta ilusión. Aunque muramos, el mundo continúa su camino.
Es en la escuela del reposo semanal que aprendemos que solo Dios es necesario. La auténtica espiritualidad cristiana exige asumir el descanso como un principio sagrado. Sin dudas, debemos colaborar con todas nuestras fuerzas, debemos dar todo lo que tenemos, pero sin pensar jamás que somos los únicos responsables para que las cosas caminen.
Debemos recuperar el domingo como día del Señor, día de oración y de descanso; día de estar con la familia, de participar en la comunidad; día de gastar el tiempo con la vida, con la amistad, con algún paseo, con la contemplación de alguna belleza. Quien nunca descansa, aunque esté haciendo solo cosas buenas, aun no entendió quién es el verdadero motor de la espiritualidad cristiana y puede estar siendo víctima de sí mismo. Aún no entregó el timón a Jesús. El Señor nos envía a la misión, pero nos alerta que hace parte de esta también el sagrado descanso.
El Señor te bendiga y te guarde.
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la paz.