Este lunes Reporteros sin fronteras publicó la primera parte del balance anual de la cantidad de periodistas que fueron agredidos en el mundo. El informe detalla que este 2020 hubo 387 periodistas encarcelados, 54 secuestrados y 4 desaparecidos, y que el número de mujeres periodistas presas ha aumentado en un 35% en comparación a las cifras del año pasado.

A finales de 2020, 42 de ellas estaban privadas de libertad, cuando hace un año eran 31. Las reclusas recientes son sobre todo de Bielorrusia (4) -país que ha experimentado una represión sin precedentes desde las polémicas elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020-, de Irán (4) y de China (2), donde la represión se ha intensificado con la crisis sanitaria. Entre las periodistas detenidas en los últimos tiempos está la ganadora del Premio RSF a la Libertad de Prensa en 2019, la vietnamita Pham Doan Trang.

“Cerca de 400 periodistas pasarán las fiestas entre rejas, lejos de los suyos y en condiciones carcelarias que, a veces, ponen en peligro su vida”, denuncia el secretario general de RSF, Christophe Deloire. “Estas cifras también confirman el impacto de la crisis sanitaria en la profesión, además del hecho inaceptable de que algunos de nuestros compañeros pagan con su libertad la búsqueda de la verdad. También confirman que las mujeres periodistas, cada vez más numerosas en la profesión, no se libran de la represión”, añade.

La cifra global de periodistas presos se mantiene en máximos históricos, más de la mitad de los periodistas encarcelados en el mundo (el 61%) están en tan solo cinco países. Por segundo año consecutivo, China, Egipto, Arabia Saudí, Vietnam y Siria son las cinco mayores prisiones del mundo para los periodistas. Los datos recogidos por la organización revelan que el número de detenciones e interpelaciones arbitrarias se han cuadruplicado entre los meses de marzo y mayo de 2020, cuando el coronavirus empezó a propagarse por todo el mundo.

“La libertad de prensa no vive un gran momento en el mundo. La falacia del periodista como enemigo del pueblo parece haber calado en muchas mentes, y no solo en dictaduras o regímenes autoritarios. El papel de la prensa no es proteger a la sociedad. En todo caso, si hay que protegerla de algo es de la mentira. Y del abuso de poder”, escribió Alfonso Armada, presidente de la sección española de Reporteros sin Fronteras.

Podés leer la primera parte de este informe aquí.


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