Los eventos sociales suelen ser uno de los primeros obstáculos al iniciar un plan alimentario de descenso de peso. La nutricionista Cecilia Quintana, del Centro Terapéutico Ravenna, brinda algunos consejos para tener en cuenta a la hora de salir a cenar.

1. Siempre que esté a tu alcance, elegí un restaurante cuyo menú conozcas. Si se trata de una cena en lo de una amiga, preguntá previamente cuales son las opciones que se servirán. De esta forma estarás preparada para elegir de forma medida. Y por más de que vayas a cenar, nunca salgas con hambre. Una buena opción es tomar una infusión caliente o alguna sopa de verduras —ya sea casera o instantánea— antes de salir. También es importante realizar todas las comidas del día y sobre todo, no saltarse la merienda.

2. Si vas a un restaurante, evitá leer toda la carta o menú. En lugar de eso, pedí la opción de menú light. De esta manera evitarás estimular al sistema de recompensa, encargado de despertar el apetito. El sistema de recompensa del cerebro se activa frente a un estimulo externo y envía señales mediante conexiones neuronales, para que se liberen a los neurotransmisores responsables de sensaciones placenteras, como la dopamina y la oxitocina.

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3. Nunca te avergüences de pedir una opción saludable, ni te preocupes del que dirán. A veces nos preocupamos más por los otros que por nosotros mismos y nos colocamos en segundo lugar. Decir “no”, es decirse “sí” a uno mismo.

4. Comé despacio y de forma consciente. Es importante tener en cuenta que nuestro cerebro necesita como mínimo 20 minutos para recibir la señal que se ha cargado el combustible. Se debe masticar, bajar los cubiertos y tomar consciencia plena de lo que estamos comiendo. Todo esto ayuda a controlar la medida de las porciones. Otro método para controlar las porciones es compartir el plato con otra persona.

5. Si la cena es con un servicio de buffet y no te sentís preparada para exponerte a la mesa, utilizá la opción que llamamos “prestar un cerebro”, es decir, pedirle a la persona que te acompaña, que te sirva un plato en la medida justa. Cuando tenés la opción de bocaditos, lo mejor es siempre servirte la cantidad justa en un platito y no directo de la bandeja.

6. Ojo con las bebidas alcohólicas. Si decidís tomar una copa, lo mejor es acompañarla con un vaso de agua. De esta manera te mantendrás hidratada y al mismo tiempo podrás controlar las medidas.

7. Y lo más importante de todo: disfrutá de la velada y de la compañía, dejá que las personas ocupen el primer lugar y que la comida pase a un segundo plano. El inicio de un plan alimentario siempre nos demandará esfuerzo, como cualquier trabajo. Pero a la larga veremos los frutos y nos daremos cuenta de lo lejos que podemos llegar si nos tenemos confianza.

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