El 17 de julio de 1968 se estrenaba Yellow Submarine, la película animada de los Beatles, en el Piccadilly Circus, de Londres. A 50 años de su debut en los cines, recordamos el viaje musical que hicieron Jonh, Paul, George y Ringo a bordo de un buque de color.

Por: Micaela Cattáneo

Hace exactamente 50 años, el “había una vez…” sonaba a aventura psicodélica, más que a cuento infantil. Hace exactamente cinco décadas, el rock exploraba los colores más vivos que jamás haya visto. Hace exactamente medio siglo, cuatro chicos de Liverpool —hechos animación— consagraban una de las obras maestras del arte pop: Yellow Submarine.
El Submarino Amarillo de los Beatles llegó al mundo en forma de película animada y, con esta, una banda sonora que inmortaliza una época musical memorable. Es 1968 y John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Star no quieren saber nada de dar voz a personajes ficticios con sus caras. Pero la beatlemanía es inevitable y cuatro actores están dispuestos a impostar sus acentos por el bien de las fans (y de sus contratos firmados).
Yellow Submarine se estrenó en julio de ese año, teniendo como punto de partida a la canción del mismo nombre, creada en el 66 e incluida en Revolver, séptimo álbum de la banda británica. La historia llevada a la pantalla grande muestra a The Beatles como los héroes de Pepperland, una ciudad acorralada por los Blue Manies, un ejército de criaturas desagradables que odian la música.
El viaje surrealista de los músicos a bordo de un buque del color del sol, rumbo a la salvación de Pimientalandia, es la declaración ilustrada de la creatividad, el ingenio, el talento o el comoquierasllamarlo de los fab four (cuatro fabulosos) —apodo que recibían los Beatles—. Además es el antecedente primero del álbum que, bajo el mismo título, en enero del 69 terminaría de contar la travesía de los tiempos que avanzan y retroceden, de los monstruos en diversas formas y colores, de los botones que expulsan y de los agujeros verdes.

Pero Yellow Submarine siguió navegando en la industria musical, pese a la posterior separación de los Beatles. Y lo sigue haciendo, cincuenta años después. El discurso hecho canción, la estética como guiño a la personalidad de cada uno, y la metáfora de los elementos de la historia la convirtieron una auténtica leyenda de la música y el cine.

Música a tono

George Martin, o el también llamado “quinto Beatle”, tuvo un papel importantísimo (así como en toda la carrera del grupo) en la composición de la banda sonora de Yellow Submarine. El productor musical creó las principales seis piezas instrumentales que se escuchan en el filme animado: Pepperland, Sea of Time, Sea of Holes, Sea of Monsters, March of the Meanies y Pepperland Laid Waste.
Las mezclas de Martin, así como las imágenes predominantes de la película, tienen sus colores claros y oscuros; vivos y apagados. Y es que George cuenta el viaje del submarino amarillo con sonidos fantásticos, desde su lugar preferido: la orquesta. Y lo hace en una suerte de narrador tácito que define los fragmentos claves de la historia, antes de que esta llegue a su fin.
Por otro lado, Jonh, Paul, George (Harrison) y Ringo se ocupan de lo suyo y comparten los créditos en el resto del álbum, dotándolo de fondos orientales, con canciones como Only a Northern Song o It’s All Too Much, y de bases directas y pegadizas, con temas como Hey Bulldog y All Together Now.
La película recurre también a canciones de otros álbumes históricos de The Beatles, pero en el álbum del 69 sólo se vuelven a incluir Yellow Submarine (Revolver) y All You Need Is Love. Esta última del álbum Magical Mystery Tour (1967). La incorporación de ambos títulos en la banda sonora del material audiovisual no debería pasar desapercibida; ya que representan documentos claves para entender en qué contexto tocaban los Beatles en los 60.
La música de la banda británica más importante de todos los tiempos se desarrolló a la par de un despertar en la sociedad. Los movimientos contraculturales, el deseo colectivo de vivir con amor, paz y libertad en medio de los conflictos bélicos, y la lucha por los derechos de las minorías acompañaron el proceso creativo de Lennon, McCartney, Harrison y Star.
Yellow Submarine, aunque no haya sido el álbum más ponderado del grupo, representa una etapa de cambios; el tramo final de una década que buscó florecer de todas las formas posibles. Y Yellow Submarine in Pepperland, la composición que une en perfecta armonía las ideas de Jonh, Paul y George (Martin) al final de la película, sella delicadamente tal evolución.
El legado del submarino
El 50 aniversario de Yellow Submarine trae consigo la proyección de la película en los cines de Inglaterra, Irlanda y Estados Unidos; además del lanzamiento de una novela gráfica ilustrada por el historietista Bill Morrison, quien pintó varios pósters de Disney (Peter Pan, Cenicienta, etc.) y colaboró en la primera edición de los cómics de Los Simpsons. Una señal clara de que los Beatles, pese al tiempo, siguen en buenas manos.
Asimismo, la psicodelia de la historia seguirá siendo homenajeada en los objetos de colección en las principales vitrinas de los países europeos y en una serie limitada de vinilos que salió al mercado por los 50 años. Mientras tanto, los seguidores “de toda la vida” de la banda, ubicados a este lado del charco, les rendirán tributo aumentado el volumen de sus auriculares, equipos de sonido y tocadiscos. Porque entienden que para emprender este viaje, sólo hace falta un submarino amarillo. Y mucha imaginación.

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