La argentina que conquistó las pasarelas más importantes de Europa, fue musa de Riccardo Tisci —tras su paso como director de Givenchy— y protagonista de emblemáticas revistas de moda, nos cuenta sobre su trayectoria.

Nota, estilismo y producción: Matías Irala
Fotografía: Daiana Aquije

"El cambio de ser una joven con otras pretensiones, que residía en Villa María, Córdoba, a verme de la noche a la mañana en las principales capitales del mundo, dentro del papel de modelo, fue fuerte", dice Dafne Cejas, una mujer que se vio inmiscuida en el mundo del modelaje casi por golpe de suerte.

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"Me encontraba trabajando como promotora dentro de un evento llamado Cosquín Rock, en mi ciudad natal. De pronto, una scouter de la agencia porteña Hype me consulta si era modelo. Después de varias llamadas telefónicas y un año después de aquel encuentro, decidí finalmente ir —acompañada de mi madre— a la capital de Buenos Aires. Tiempo después enviaron mi material al exterior y así comenzó mi carrera", recuerda.

Cejas obtuvo un ascenso meteórico en el exterior. Dentro de su extenso portfolio, destaca haber sido protagonista de la campaña de Givenchy Otoño-Invierno 2010, así como haber desfilado para marcas importantes como Ann Demeulemeester, Hermès, Mischka, Max Mara, Zac Posen, entre otras. Posó además para fotógrafos de la talla de Steven Klein y fue imagen recurrente en revistas internacionales como Vogue París, Dazed & Confused Magazine, Número (Japón), entre otras.

Aunque la moda marcó su vida, no siempre estuvo en sus planes. "De alguna forma la moda me parecía un escenario seductor, pero en mi proyecto de vida pensé que iba a ser bioquímica o médica. Después terminé en abogacía y cuando me percaté, estaba desfilando para marcas a nivel global", explica.

"Ser modelo de manera profesional es un escenario que tiene sus exigencias, requiere de una apertura mental y emocional debido a que constantemente estás viajando, lejos de tus familiares, además de que no es simplemente ser bella o atractiva, si no que comprende cierta afinidad con el tema, la conexión con el fotógrafo y el arte de poder traducir las ideas de la marca o el diseñador a través del cuerpo", reflexiona.

¿Es la moda una industria frívola? Cejas considera que la moda va más allá de eso.

“La moda refleja cambios sociales a través del vestir, plantea nuevo conceptos y puede ampliar el horizonte respecto a la relación del hombre con el consumo. Me interesa mucho el slow fashion, un ideal de moda mucho más artesanal y consciente que ataca directamente el planteamiento de la ropa hecha en cantidades industriales”

Dentro de toda esa innegable vorágine fashionista, ella también encuentra paz en sus actividades personales. "Soy espontánea, me gusta compartir con amigos, cavilar sobre mi vida y practicar yoga para despejarme. Considero que es mi cuota de amor personal para encontrarme a mi misma después de una semana laboral", admite.

El traspaso a la era digital también implica un cambio de paradigma en la industria de la moda respecto al papel de las modelos. La top model es consciente de esto y señala: "En casi diez años de trayectoria, el criterio de selección de modelo, comparado a cuando yo comencé, es totalmente distinto. Anteriormente una estaba elevada a la categoría de musa y tenías una conexión mucho más íntima con la marca o el diseñador. Hoy en día, la aparición de las it girl, bloggers y new faces en las agencias, hicieron que se devaluara un poco el trabajo como modelo profesional".

Cejas entiende que una modelo debe ser consciente del mercado en que transita, por lo que libera una curiosa lista de sus diseñadores favoritos:

“Me gustó mucho el papel de Raf Simons en su paso por Dior; me impactó mucho porque fui espectadora de su proceso creativo. También el guiño innovador de Hedi Slimane, cuando estuvo en Yves Saint Laurent; y admiro la creatividad de Anthony Vaccarello y la destreza de Christopher Kane”.

Respecto al futuro, asegura que quiere seguir dentro de su carrera como modelo a tiempo completo y también explorar una nueva pasión: el diseño. "Actualmente, estoy trabajando con la diseñadora Iara Courbrant en mi marca Officine D.I, que se caracteriza por la producción de prendas hechas de manera artesanal y bajo un tratamiento ecológico", finaliza.

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