Similar al paintball pero sin las bolas de pintura, en esta actividad lúdico-deportiva, lo importante es cumplir la misión, no dejar atrás a ningún compañero y mantener el honor.

Por: Jazmín Gómez Fleitas
Gentileza: Cráneos rojos

Todos los domingos -salvo mal tiempo-, se juegan las partidas de Mundo Airsoft Paraguay, del team Cráneos rojos. El punto de encuentro de esta comunidad integrada por alrededor de 200 chicos y chicas, es un campo propio de cuatro hectáreas ubicado en la ruta Luque-Areguá.

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A diferencia del paintball, donde los jugadores se eliminan unos a otros cuando la bola de pintura se rompe al impactar contra ellos -dejando una marca visible de color en la ropa-, en el airsoft no se trata de las personas por separado sino del conjunto que forman. Para ganar la partida, uno de los dos equipos debe completar la misión asignada, por lo cual, no importa que tanta destreza tenga cada participante individualmente, sino la capacidad de jugar en equipo.

El domingo pasado decidí aceptar la invitación de un amigo, y fui a ver de qué se trataba estar en el campo de juego. En esta oportunidad, el lugar original fue cambiado por una propiedad situada en la ciudad de Fernando de la Mora, un predio de 400 x 300 metros de superficie, lleno de vegetación y marcados desniveles en el terreno que, desde luego, pondrían a prueba la resistencia física de más de uno.

Generalmente, no todos los integrantes de la comunidad asisten a todas las partidas. El día en que fui éramos unas 30 personas en total. La selección de equipos se dio de manera aleatoria, identificándonos con el número uno o el dos. Una vez formados los dos equipos, se sorteó cuál sería Vietcong y cuál USA, una simulación militar que hacía referencia a la batalla de Hamburguer Hill de 1969, más que nada por los desniveles del terreno. Siempre se juega por misiones (objetivos) y esta vez, la misión era conseguir dos de los tres banderines amarillos distribuidos en Alpha, Charly y Bravo.

¿Cómo conseguirlos? Ambos equipos tenían una base y cerca de ellas, una de las tres banderas. La tercera y más complicada de obtener era Bravo, pues se encontraba más lejos de las dos bases y sobre la colina empinada.

Me tocó Vietcong, con mi amigo liderando uno de los equipos de asalto. Al inicio del juego perdimos mucho tiempo -uno no se da cuenta al comienzo pero todos los minutos son valiosos- y los de USA se movieron antes, acaparando más terreno. Aunque logramos tomar Alpha, luego la perdimos. Es que para tomar una base no bastaba con llegar hasta donde se encontraba, además había que bajar la bandera del lugar y cambiarla por la del equipo. Al final, perdimos la partida.

El juego es emocionante. Es como encontrarse en un gran desafío de campamento en el que todos están verdaderamente comprometidos a organizarse de la manera más eficaz para conseguir los objetivos. Me sentí como cuando era niña y jugaba con mi prima a que nos aventurábamos a lo Indiana Jones. Y es que tal cual mencionaba un fanático en uno de los cientos de videos disponibles en internet acerca de las reglas: se trata de "un juego para niños grandes".

Esta partida en particular fue un poco desigual debido a que mi equipo estaba integrado por seis novatos, mientras que en el otro no sólo no había ningún principiante, sino que estaban todos los más experimentados. No recuerdo los nombres de todos los miembros de mi equipo, pero llegué a cubrirlos y a hablar con algunos de ellos durante las dos horas de juego; incluso compartí los bibis que me quedaban con un compañero al que se le habían acabado. En el airsoft se juega con réplicas (o marcadora como se dice en el paintball) que expulsan unas esferas diminutas de pvc o material biodegrable para no dañar el medio ambiente, a las que se le llaman bbs o bibis.

Hice cuerpo a tierra, no me quedé en un sólo lugar, me moví todo lo que pude en el terreno. En el juego, uno puede utilizar unas banderas blancas que sirven para reingresar al área en caso de que recibir un bibi, ya sea de manera directa o por rebote. Se cuenta hasta 15 segundos en voz alta, o si hay un médico cerca y no bandera blanca, uno puede acercarse a él para la cuenta en voz alta.

Ahí es donde entra el honor del juego: uno tiene que ser honesto cuando siente el roce de un bibi, y por consiguiente, salir a buscar al médico o la bandera blanca para reingresar. Hay solo un árbitro que recorre todo el terreno y que por ende, no puede fiscalizar a fondo todo el juego. Además, el método de juego no implica sacrificar jugadores para conocer las posiciones del oponente, sino diseñar estrategias en conjunto. La actitud de hacerse "el más vivo" no va acorde a la cualidad de cumplir con el deber y actuar de la manera correcta por las cuales se rige el juego.

Al terminar la partida, comenté con uno de los jugadores del equipo contrario que a mí no me importaba ir al frente, que me rozara un bibi y que por ello tuviera que quedar fuera del juego momentáneamente, si a cambio, el compañero que venía detrás lograba llegar al objetivo. Su respuesta fue: "esa justamente no es la idea del juego, se necesita de todos para cumplir una misión, él sólo no iba poder tomar el lugar". Lección aprendida.

¿Volvería a jugar? Sí, lo haría.

¿Estás pensando en ir a jugar?
Buscá en Facebook la fanpage Cráneos Rojos Airsoft Paraguay. Podés dejar un mensaje al inbox o escribir al número señalado, contando acerca de tu interés en participar. Para jugar sólo necesitas llevar ropa cómoda y un calzado deportivo o bota. Pantalón siempre, nunca shorts, bermudas ni calzas, así no te raspás con las malezas ni perdés movilidad. Mejor mangas largas, por lo de las malezas. Los lentes, la máscara y la réplica te la alquilan cualquiera de los miembros del equipo. El requisito es ser mayor de quince años para jugar.

Si después te gusta mucho, luego de cuatro partidas -que no necesariamente deben ser consecutivas- recibís el parche oficial de Mundo Airsoft. Si querés involucrarte aun más y ser parte del team Cráneos Rojos, te acercás a alguno de ellos y les comentás. Te asignan un padrino, o le pedís a uno de ellos que sea. Esta persona te evaluará durante cinco partidas después de haber recibido el parche de Mundo Airsoft. ¿Qué se evalúa?

La responsabilidad, el honor y el respeto a los compañeros de equipo, no necesariamente la resistencia física sino las cualidades del carácter. Aunque sí, es excusa para dejar de lado el sedentarismo.

“Este deporte te da amistades, actividad física y también disciplina, porque nos reunimos una vez a la semana para armar las partidas, recorrer campos de juegos, ver qué se necesita”, resalta Daniel Akita, de Cráneos Rojos.

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