Estudió diseño industrial, se especializó en materia mobiliaria en Buenos Aires y volvió a su tierra natal para dar rienda suelta a sus creaciones a base de madera nacional. Los moldes no llegan solos, él los busca.
Por: Micaela Cattáneo
Fotos: Fernando Riveros y Florencia Guggiari
En el diseño industrial de hoy, la creación de objetos está definida a partir de dos premisas: satisfacer la necesidad del usuario y pensar de qué manera el producto fabricado puede reciclarse una vez cumplida su vida útil. "Es interesante reemplazar la madera por el plástico, ya que cuando ésta se desecha o se rompe es biodegradable; mientras que el plástico no", reflexiona Melgarejo sobre el material que elige para sus trabajos.
Helce (31) es diseñador industrial. En el 2015 inició una especialización en Diseño Mobiliario en la UBA (Universidad de Buenos Aires), oportunidad que le permitió aprender de diseñadores latinoamericanos referentes en el rubro, entre ellos el conocido arquitecto argentino Ricardo Blanco. En su estadía por la ciudad de la furia pudo materializar las ideas que, desde un viaje a Europa en el 2013, venían rondando en su cabeza.
Así nació Forma, un lugar de experimentación en donde se combinan diseño, arte y artesanía. "Me valgo de herramientas tecnológicas para hacer los cortes, pero el objeto en sí lo diseño y lo termino a mano", cuenta el emprendedor.
La creación
El primer experimento fueron las carcasas para celular, en su taller de Buenos Aires. En ese momento, utilizó madera importada de China y selló los detalles en carpinterías de la zona, que a diferencia de las que hay en Paraguay, sí cuentan con aparatos básicos de fabricación. "La idea también es poder traer al país una carpintería innovadora, con máquinas de corte láser, con más tecnología, porque lo que sucede con los carpinteros de acá es que ya no quieren hacer detalles raros en el diseño", comenta.
Con este objeto empezó a implementar una de las técnicas de fabricación que desarrolló en su especialización: la marquetería. Esta es conocida por aplicar cortes o retazos de madera a una superficie para, justamente, crear una forma nueva. "En el siglo XV se fabricaban muebles de madera natural que venían en diferentes tonalidades, las cuales generaban el diseño. Uso la misma técnica pero elaborando elementos contemporáneos", explica.
Pero a la hora de pensar en un producto, sus gustos personales también lo inspiran. Las cajitas musicales con temas de The Beatles o Led Zeppelin son un ejemplo de ello. "Si bien tenía pensado este objeto por todo el valor sentimental que representa, también lo que se ve es parte de lo que me apasiona: la música, el diseño geométrico, la tecnología, etc.", analiza.
La esencia de este producto está en su fabricación, pensada en un diseño especial de los años '90. "En esa época todo era simple, sin muchos ornamentos; se usaba mucho la madera y el acrílico. El minimalismo de esa época fue una respuesta a lo exagerado y colorido de los '80", recuerda.
Helce es un admirador de los diseños con terminación simple, pero de procesos largos y difíciles. "Me gusta pensar en cómo se tiene que hacer", analiza. En septiembre lanza su próxima idea de laboratorio: los lentes de sol y de lectura hechos de madera nacional. "Si bien el anteojo no es un invento de mi autoría, sí es un objeto al que trato de darle una identidad propia", continúa.
En su vuelta por Paraguay, pudo potenciar el hecho de pensar un objeto a partir de su materialidad. "Uso cedro, guatambú, trébol y paraíso. Opté por la madera porque me dí cuenta que es la materia prima de la región. Y es madera reforestada, que también es madera de desperdicio. Es una forma de concienciar sobre la importancia de los objetos sostenibles", agrega.
Sobre el punto, señala que la madera en general posee un diseño propio; ya que el veteado -característica o textura que altera su uniformidad- es distinto en cada pieza, aun así pertenezca al mismo árbol. "La naturaleza nos regala ese diseño, por eso nunca vas a tener un objeto igual a otro; además del toque humano que también lo hace único", señala Melgarejo.
Un espacio para la investigación
"En Paraguay hace falta un proyecto que promueva la investigación en el diseño industrial. Sólo llegando a conclusiones se pueden crear objetos que lleven el sello producción nacional", propone y lo explica con un ejemplo: "Con las cajitas musicales estoy hace tres semanas en un proceso de búsqueda y pruebas. Y es una inversión de dinero en investigación, porque no estoy produciendo otra cosa más que eso".
El origami -arte que consiste en el plegado de papel para obtener figuras sin usar tijeras- también le permitió perfeccionar el estilo de sus diseños, y fue la técnica que aplicó en su tesis para inventar una silla práctica móvil a base de madera y cuero. "Lo que hice fue plegar un papel hasta encontrar la forma de una silla".
En octubre participará del primer Mini Maker Faire -la mayor feria de hacedores (nombre que reciben los emprendedores del rubro en Estados Unidos) en el mundo- en Asunción, donde podrá mostrar sus diseños y generar un espacio de debate con otros inventores acerca de las tendencias creativas; además de un análisis para entender hacia dónde está yendo el diseño industrial local.
"Paraguay tiene muchas oportunidades para crecer en el diseño industrial, porque hay todo por hacer; ya que casi todos los objetos son importados. Al crear un producto, estás fomentando una línea de producción que genera mano de obra y eso a la vez fomenta el crecimiento de una industria nacional. Creo que el secreto está en tomar riesgos y buscar nichos en el mercado", finaliza, rodeado de todas sus formas que alguna vez fueron ideas.
Diseños inspirados en la guarania, al New York Fashion Week
Compartir en redes
María del Carmen Florentín
Fotos: Gentileza
El próximo setiembre la diseñadora paraguaya Ismenia Rodríguez presentará en el New York Fashion Week, uno de los eventos de la moda más importantes del mundo, los diseños de prendas femeninas inspiradas en la guarania “Panambi vera” (mariposa brillante), del maestro José Asunción Flores.
El centenario de la guarania es un acontecimiento que sin dudas desborda lo netamente musical y folclórico para permear todo el espectro de la cultura paraguaya en su más amplio sentido. Muestra de ello son las prendas femeninas de la autoría de la diseñadora Ismenia Rodríguez, que el próximo mes de la primavera serán presentadas en una de las pasarelas más importantes a nivel mundial.
En esta entrevista, Rodríguez habla de sus inicios en el mundo de la moda, la idea inspiradora de esta colección y el impacto que espera poder generar.
–¿Podría contarnos en primer lugar su historia como diseñadora y cómo nació su vocación profesional?
–Desde niña siempre me gustó el diseño de ropas y hace unos años surgió la posibilidad de abrir mi propio atelier y empecé a diseñar motivos florales en las prendas femeninas.
–¿Cómo surgió la idea de hacer diseños basados en las guaranias de José Asunción Flores?
–Un día una clienta me obsequió una biografía de Flores y ahí pude apreciar lo que significa la guarania para la cultura paraguaya. La idea de realizar una colección de moda con base en las guaranias de Flores surgió luego de leer sobre la guarania y observar los diseños gráficos elaborados por Andrea Piccardo.
Ismenia Rodríguez, diseñadora paraguaya
EL FULGOR DE LA MARIPOSA
– ¿ Cómo se inspiró para esta colección que lanzará el próximo mes?
–Empecé a leer sobre la guarania “Panambi vera”, que significa mariposa brillante. La letra cuenta que la mariposa está en el camino de José Asunción Flores y sale a bailar. Al observar el diseño de la mariposa tan hermosa, sutil, colorida y acompañada de la música, que refleja la idiosincrasia de nuestro pueblo resultado de la unión de la cultura española y guaraní, me pareció algo maravilloso y decidí plasmar en el diseño. Me alentó también la idea de llevar algo que una nuestra música y el diseño en mi próxima participación en el New York Fashion Week.
–¿En qué otra guarania se inspiró para realizar sus diseños?
–Reiterando esta idea de la unión de la cultura española y guaraní, la guarania “India” me llamó la atención al escuchar la melodía y leer la letra. La expresión tan autóctona de la india en la ilustración me emocionó profundamente. Al meditar sobre la letra me pareció tan real y tan paraguaya que rápidamente se convirtió en una musa para mis diseños de prendas femeninas. Realmente me pareció tan dulce la india pintada por Andrea Piccardo y tan hermosa rodeada de nuestras plantas.
AMOR SUBLIME
–¿Qué otras guaranias toma como motivos para sus diseños?
–De la guarania “Nde rendápe aju” me llamó la atención el relato del amor platónico, el amor sublime a una mujer paraguaya, relatando sus virtudes y la añoranza de no poder ver a la persona amada. El perfume, los claveles, el vestir con jazmines blancos, figuras muy bellas que me sugirieron diseños de ropas femeninas.
–¿Qué aspecto le parece más resaltante de la figura de Flores?
–Considero al maestro José Asunción Flores un verdadero genio, que ha creado un nuevo género que representa a la cultura paraguaya.
–¿Qué efecto le gustaría o espera que tenga este trabajo suyo?
–Espero que las mujeres a quienes van dirigidos los diseños conozcan más sobre las guaranias de José Asunción Flores y se impliquen más activamente en el conocimiento y la difusión no solo de este género y su creador, sino de la cultura paraguaya en general y todas sus disciplinas, así como en la actividad creativa.
Polémica entrevista con avatar de IA de adolescente fallecido en tiroteo
Compartir en redes
El experiodista estrella de la CNN Jim Acosta está en el centro de una polémica por publicar en sus redes una entrevista con un avatar generado por IA que toma la voz y los rasgos de un joven estudiante asesinado en un tiroteo. Excorresponsal en la Casa Blanca, Acosta publicó el lunes una entrevista con el avatar generado por IA de Joaquín Oliver, fallecido a los 17 años en el tiroteo de Parkland, Florida, que se cobró 17 vidas en 2018 en uno de los tiroteos más letales en la historia del país.
La entrevista es bastante poco realista: la imagen del entrevistado es estática y su voz carece de matices. El joven de la imagen aboga por “una combinación de leyes más estrictas sobre el control de armas, apoyo a la salud mental y compromiso comunitario”. La entrevista, difundida por Acosta en la red social Bluesky, ha levantado una polvareda de críticas.
“Es inadmisible, macabro y manipulador. ¿Hasta qué punto hay que estar deshumanizado para pensar que era una buena idea?”, escribe un internauta. “Hay supervivientes de esta matanza a los que podrías entrevistar y obtener sus verdaderas palabras y opiniones en lugar de una pura invención”, reaccionó otra.
Varios medios de comunicación de derecha aprovecharon la ocasión para ajustar cuentas con este crítico del presidente Donald Trump que aboga por la regulación estricta de las armas de fuego. “Es simplemente repugnante”, reaccionó en Fox News Guy Benson, uno de los presentadores del canal conservador.
“Recordando a Joaquín: la IA da voz a las víctimas de los tiroteos” es el título de la entrevista. “Una síntesis bastante extraña por parte de Acosta, que se ha erigido en defensor de la lucha contra la supuesta desinformación”, critica Kirsten Fleming, editorialista del New York Post.
En su defensa, Jim Acosta publicó unas declaraciones del padre de Joaquín Oliver defendiendo esta entrevista ficticia. “Si tu problema es la IA, entonces no es el problema adecuado”, afirma Manuel Oliver, también activista a favor de un control más estricto de las armas. “El verdadero problema es que mi hijo fue asesinado hace ocho años”, resume.
El nuevo álbum de Kchiporros, “Todo el mundo está kaliente”, es un material superfresco, con una mirada retrospectiva de toda la carrera de la banda paraguaya más internacional
“Lo que tenemos para dar al universo es nuestra identidad”
Compartir en redes
La banda publicó hace unas semanas “Todo el mundo está kaliente”, una apuesta musical que se zambulle en su historia sonora, con una madurez reflexiva y desafiante.
Por Jimmy Peralta
Fotos Gentileza Kchiporros
Los Kchiporros, la banda más internacional de la escena local, presentó a finales de junio a “Todo el mundo está kaliente”, su último álbum de estudio, producido por Toy Selectah, compuesto de manera colaborativa con varios artistas locales y extranjeros. En 11 canciones la agrupación profundiza su apuesta, tanto en sonido como en letra y, buscando liberarse del prejuicio que podrían cargar sobre sus hombros, apuesta al baile y al mismo tiempo a la reflexión, una irreverencia en estos tiempos.
Roberto “Chirola” Ruiz Díaz habló con La Nación sobre el presente del proyecto, la inspiración temática y musical del disco, el momento de maduración del grupo, y cómo la profundidad y hacer bailar al público son misiones que buscan amalgamar en “Todo el mundo está kaliente”.
–¿Qué es lo nuevo en este disco y qué cosas de la identidad de la banda se reafirman en él?
–Para nosotros “Todo el mundo está kaliente” es un álbum superfresco, sin dejar de tener una mirada retrospectiva de toda nuestra carrera. Estamos cerca de cumplir 19 años de banda, camino a los 20, y lo que pasa es que todavía sentimos muchas ganas, mucha chispa, hay mucha creatividad. Teníamos ganas de hacer un disco potente, un disco que vuelva a bailar como varios de nuestros álbumes, pero revisando un poco todo lo que nos gustó de lo que hicimos, también revisar lo que ya no teníamos ganas de hacer esta vuelta. Siento que hubo un periodo largo donde hicimos mucho el trabajo de alguna manera de buscar validación, ya sea de nuestra carrera, de nuestros pares, de la industria. Y en este disco decidimos relajarnos mucho más y volver un poco a la esencia, digamos, a ese superpoder que significa hacer bailar a la gente. Obviamente, con una mirada mucho más madura y con una cancha y una cultura general mucho más amplia, adquirida en los últimos años.
El trabajo de búsqueda de canciones fue sumamente intenso. Los equipos de composición y de preproducción fueron importantes y todo liderado finalmente por la producción de Toy Selectah como productor general del álbum que fue como el curador final de todas estas ideas que necesitaban encontrar una especie de cohesión y encontrar sobre todo un concepto, una línea artística que creo que lo logramos mucho más allá de nuestras expectativas en este caso.
Kchiporros se acerca a las dos décadas de exitosa trayectoria
–¿Cómo se hace eso de apostar a la frescura y al mismo tiempo trabajar dentro del rigor profesional?
–Sin duda alguna, algo que es clave para la construcción de un proyecto es seguir jugando, jugando a la música, seguir haciendo divertido, no recurrir a fórmulas o, por ejemplo, a ejercicios que ya funcionaron en el pasado, sino volver a sentir curiosidad, volver a experimentar y tener miedo al riesgo y, de todas maneras, ir para adelante, animarse a cambiar, a volver a buscar lo que sea que hace que dé ganas todavía justamente. Yo creo que esta banda es una banda sobre todo viajera y experimental. Estos viajes por Paraguay y por Latinoamérica nos ayudaron a abrir la cabeza, a descubrir y a redescubrirnos como artistas, como seres humanos, como paraguayos.
Sabíamos que queríamos tener un álbum con muchísima identidad local, pero que hable ya en “latinoamericano” en ese sentido, con nuestra idiosincrasia, pero con la lengua que une al resto de las culturas, y mostrando de esa manera a Paraguay de una manera tan particular, que no significa salir a decir que está todo bien, sino conectar con el lado del latino que es común, donde es bello, donde es cálido, pero al mismo tiempo también hay cuestiones de las que hablar. También hay corrupción, también hay contrabando, también está roto. Y, de alguna manera eso, meter en la conversación y proyectar un Paraguay casi mágico, en ese sentido.
–Además de lo mágico, hablaste de una realidad a la que no quieren escapar.
–No queremos pintar un escenario donde todo está bien y es el mejor país del mundo, porque sabemos que estamos en el epicentro de uno de los países más calientes del mundo, y no lo digo solamente de lo climático, sino también de lo geográfico. Entonces, el nombre del disco empieza a agarrar otro valor y otro alcance. Decir todo el mundo está caliente puede tener varias lecturas a pesar de las noticias o de las sensaciones que tenemos en el ambiente sobre el clima, sobre la polarización. Yo creo que este álbum se refiere a otro tipo de calor. Creo que Paraguay integra ya una conversación mundial donde, si sentimos que todo el mundo está caliente, también es, al ser parte del mundo, parte del problema y parte de la solución. Si hay un problema climático y si el mundo nos necesita, ya nos sentimos parte de la conversación, de la radicalización de la idea, de la ansiedad que puede generar el miedo a la guerra.
Entonces, a nosotros lo que nos queda es, como decimos, resistir con identidad, con arte, con canciones, sublimar eso con baile, y nos damos cuenta de que, al ser ya un proyecto internacional, realmente podemos mostrar a nuestra cultura desde el lugar que podemos también porque si bien no somos folclóricos, que es de alguna manera lo que más exportó musicalmente el Paraguay, creo que mostramos otra versatilidad, otra cara y abrimos también lugar.
Portada del nuevo material discográfico
PROCESO DE BÚSQUEDA
–¿Qué ideas o qué búsquedas individuales o colectivas se procesan durante la producción de este disco?
–Mira, lo que tenemos para dar al universo es nuestra identidad, lo que descubrimos que nos hace especiales. Es ir para adentro, ir profundo y encontrar las similitudes y las diferencias, celebrarlas y abrazarlas. Creo que este es un proceso de búsqueda que ya viene de muchísimos años atrás. Si miramos en retrospectiva, te das cuenta de que, sin querer, esos primeros álbumes que eran de la etapa más fiestera de la banda, de alguna manera ya estaban flirteando con una mezcla de lenguaje y de idiosincrasia autóctona, desde el primer álbum que se llamó “Guaraní Cool”, ahí, sin tanta conciencia. Pero ya empezó a agarrar un poco más de carácter, creo yo, a partir del álbum “Señor Pombero”. Es la primera mirada nuestra de viajar y volver, y decir: bueno quizá no tenemos mares, quizá no tenemos montañas, quizá no tenemos nieve, pero tenemos cerros, tenemos arroyos, tenemos cascadas, tenemos esta tierra colorada, tierra roja. Tenemos esta mitología guaraní que nos inunda, esta síncopa de nuestro lenguaje, esta forma particular de acentuar las palabras que tiene que ver con el mestizaje, esas cosas que hoy en día parecen más obvias, en aquel momento y con la juventud todavía se empezaron a construir.
–Entonces, ¿en aquel disco encontrás el antecedente de esta búsqueda?
–“Señor Pombero” está plagado de esos paisajes y esos mensajes y es un proyecto en construcción. De ahí va a los “Ojos rojos” que habla de Asunción, del sauce, del centro, y va evolucionando hacia una especie de búsqueda de poética personal y de identidad. Creo que es algo que no acaba nunca, porque la revisión es histórica. De hecho, cuando llega este álbum, ya empieza a usar otras frases, como por ejemplo “revisión histórica”. La revisión histórica es mucho más profunda que solamente revisar los últimos discos. Es una revisión histórica de nuestra herencia, de nuestra historia, que puede ir desde lo cultural hasta lo político, depende de la amplitud que uno le dé. La razón por la cual “La hora paraguaya” llega un poco más tarde, pero llega con esta potencia. Ahora, no se puede desconocer los factores culturales y hasta políticos que hacen que en nuestra escena haya tardado en manifestarse un poco más que el resto.
Cada país tiene un timing cultural y creo que las circunstancias de Paraguay hacen que esta construcción haya tardado un poco más, y que realmente somos parte de una escena que espera su hora hace mucho tiempo. Esa canción nos parece que es para revisar, es un guiño irónico, le da la vuelta a esa frase despectiva de decir “¿a qué hora llegamos?, ¿la hora europea o la hora paraguaya?”. Entonces, ahí hay algo también, ahí es donde nos ponemos un poco más observadores de la circunstancia del porqué.
“Siento que es como una obra que cierra un hito nuevo, cierra una etapa y abre otra”, expresa Chirola
LÍNEA GRÁFICA
–¿Qué aporta el audiovisual a esta búsqueda?
–Con la ayuda de los audiovisuales creo que el disco agarra otro carácter, porque siento que es mucho más que una suma de canciones y melodías. Hay poesía, hay un fuerte grado emotivo, y también es una obra colaborativa, ya porque tiene visuales, tiene línea gráfica. Creo que pudimos reunir a lo mejor de lo mejor que tenemos en la escena para que todo el mundo se sienta parte de un álbum que ya empieza a sentirse como una obra colectiva, donde yo simplemente soy una parte, una parte importante, pero siempre parte de un colectivo. Cuando se logra eso, creo que tiene mucho más impacto, mucha más fuerza. Realmente estamos mostrando lo que está pasando acá en Paraguay y, específicamente, también en Asunción, porque también hay una representación del lugar geográfico de donde nacimos, que me parece que le hace mucho más potente al álbum, al mensaje y al concepto.
–¿Este disco también marca como un nuevo momento del grupo?
–Yo quería que este álbum sea impactante y que realmente remueva un poco el avispero de la escena local y que también nos proyecte mucho más allá. Recordá que también es el primer álbum que sacamos con PopArt, que es un sello discográfico que, aparte de que tiene años también en la escena latinoamericana, finalmente es un equipazo, es una oportunidad de llegar mucho más lejos. Entonces, yo sentía que contábamos con una oportunidad, una plataforma muy grande que no queríamos desaprovechar. Creo que toda esa mezcla de incertidumbre, de ideas, de colaboraciones, de procesos, construyó este álbum. No es un álbum que tuvo una línea homogénea de construcción, sino que fueron varios capítulos y un montón de canciones para llegar hasta once. Energéticamente, superdemandante; creativamente muy rico, y siento que es como una obra, de alguna manera, que cierra un hito nuevo, cierra una etapa y abre otra, porque es la revisión total de los últimos casi 20 años.
“Queríamos tener un álbum con muchísima identidad local, pero que hable ya en latinoamericano” , comenta Chirola Ruiz Díaz, cantante de Kchiporros
COLABORACIONES
–¿Cómo vivís la dinámica colaborativa en lo creativo? ¿Qué es lo apasionante y qué temores te despierta?
–Temores: cero. Al contrario, vamos comprendiendo de que realmente lo que se necesita, ya sea en la industria local o en la escena local, es colaboración. Ese dicho que dice que entre muchos llegamos más lento, pero llegamos más lejos. En ese sentido, pudimos cultivar un montón de artistas, amigos y amigas del continente y otros lugares que la verdad que nos influencian y nos inspiran un montón. En mi caso, un buen número de cantautores, compositores con los que me es un placer juntarme a componer canciones y cambiar ideas. Si bien todavía me gusta en lo personal agarrar la guitarrita y componer con un cuaderno así solo, que puede ser intenso también y hasta psicológico, colaborar, me parece que es una manera realmente de ampliar el alcance de una canción. Este álbum está lleno de eso. Cuando empezamos a buscar canciones, que fue una búsqueda de casi 2 años, se armaron tipo islas o campamentos de composición en diferentes grupos que me tocó curar, donde en algunos casos yo viajaba a Ciudad de México a componer con un chileno, con un sinaloense, con un chilango de Ciudad de México, con un costarricense, en Monterrey en el estudio, luego acá en Paraguay con El Chávez, con Mauri, en diferentes equipos. Realmente tratamos de abrir el espectro lo máximo posible para encontrar cuál era el manojo de canciones que realmente representen a este álbum, yo estoy seguro que también, además de ganas de jugar, no hay que descartar la ambición, que esto ya es una cruzada, es una misión casi.
–¿Puedes nombrar las tres a cuatro decisiones más difíciles a la hora de armar el disco?
–Aunque no parezca, el último que salió y lo más difícil fue encontrarle el nombre al álbum. Fue lo último y la cumbre. La pregunta era cómo nombramos, contamos un álbum con algo que tenga esta picardía, que tenga este picante, que tenga este calor, que tenga todo esto en una sola frase. Queríamos que sea una frase memorable, que sea una frase, no solamente tipo una palabra. Le estuvimos dando mucha vuelta. Siento que en el inconsciente colectivo general también había una revisión de lo que era Paraguay y otros proyectos globales que de alguna manera también se empezaron a acercar mucho más a su identidad, nos dieron confianza. Cuando salió “Todo el mundo está kaliente”, como que fue el hilo conductor de cómo armar justamente la tracklist y el color de las visuales también. Otra decisión muy complicada era haber sido cómo llegar a estas once canciones porque hay un montón de canciones que fueron afuera que tenían que ver incluso con el álbum, pero queríamos resumir de una manera de sentir que no tenía rellenos. Incluso hay una canción acabada que ya quedó para una segunda etapa, una colaboración con Tierra Adentro, un supertema que quedó afuera para una segunda edición, o para un single posterior, ya que no queríamos que justamente pase desapercibida, entonces fueron decisiones, así como estéticas también. Y luego creo que fue muy fluido. Tenemos la suerte de tener un equipazo con la dirección de arte de Lucas We, que en realidad facilitó muchísimo la confianza en que la mirada audiovisual iba a ser precisa. Creo que algo se va construyendo también. Ocupar los roles de cada uno y confiar sobre todo en que cada uno debe su óptica y su arte va a dar lo mejor.
Y la última decisión difícil habrá sido seguramente decir que está terminado, porque, qué sé yo, es un proceso que podríamos seguir. Me quedo con la frase tipo bueno es mejor que perfecto, prefiero que sea que se sienta bien que se escuche que la gente le llega, a decir tipo no hay ninguna coma o detalles de imperfección que quedaron. Siento que tiene también eso, un poco de salvaje y de artesanal en su construcción.
Con la ayuda de los audiovisuales el disco toma otro carácter, es mucho más que una suma de canciones y melodías. Hay poesía y un fuerte grado emotivo
DESDE AFUERA
–¿Cómo transformó la mirada de ustedes sobre lo que somos nosotros como país, como mercado, como cultura, el hecho de salir afuera y mirarlo desde allá y ver qué posibilidades hay de fascinar al mundo con algo de nuestra identidad que no la terminamos de conocer a veces?
–Por un lado está esta visión de que Paraguay es esta isla rodeada de tierra, tan, también, históricamente influenciada y a veces aplastada por nuestros vecinos, todo eso, toda esa sensación, esa herencia es algo que con lo que crecimos, y por otro lado, salir y mirar a Paraguay desde lejos y mirarnos desde lejos y también escuchar lo que se dice de nosotros, lo que se piensa de nosotros, es algo que construye y empuja también a romper con esos paradigmas, con esas muletillas que se tienen también de Paraguay.
–En esto de la identidad y el arte, hay algo en este proceso que parece más colectivo, esto de hablar en paraguayo en el arte, en la música, en el cine, como en “7 Cajas”, por ejemplo, que despertó también algo en la gente.
–Fundamental, un momento histórico que lo cambió todo, “7 Cajas”, que es del año 2013. Si pensás, también es de la época de “Señor Pombero” y de la época de… podría poner “Hemisferios” y otros álbumes más de la escena, que realmente empezaron a hacer esa mirada un poco más particular del orgullo de lo nuestro, no solamente ese orgullo, el orgullo de ser paraguayo, sino revisar un poco más. Eso me parece que ofrecen todos esos proyectos y nos traen hasta acá simplemente tratando de seguir construyendo escena. No sé, si “7 Cajas” fuera un hecho aislado o “Señor Pombero” no hubiese tenido otra ola, me parece que se queda chico. Lo que está bueno es de lo que viene pasando y construyéndose es que eso abre en otros proyectos, y anima a las nuevas generaciones a seguir indagando un poco por ahí. Los “Kchis” ya es un proyecto que, si bien está cada vez más grande, también tiene ya esa misión. Nosotros nos sentimos parte de una cruzada, y la cruzada es allanar el camino para las nuevas generaciones. Y eso es muy real y muy consciente dentro de nuestro crecimiento. Sabemos que, mientras más crecemos más gente viene detrás.
“Apoyamos a Paraguay en el agro, ahora apoyaremos en infraestructura”
Compartir en redes
Juan Carlos Dos Santos G.
juancarlos.dossantos@nacionmedia.com
La designación de Katsumi Itagaki como embajador de Japón ante el Paraguay no pudo haber sido más acertada, si se toma en cuenta el momento que viven ambos países en una renovada relación bilateral, a un año de cumplirse el 90.° aniversario de la Inmigración Japonesa en Paraguay.
El nuevo jefe de la delegación diplomática nipona recibió a Nación Media para conceder su primera entrevista a un medio de comunicación en Paraguay, pocas semanas después de la visita del presidente Santiago Peña a Japón, algo que no ocurría desde la visita del expresidente Horacio Cartes en el año 2014.
Este diplomático de carrera desde 1984 es uno de los más experimentados en el área de América Latina y España. Ha trabajado en la representación diplomática japonesa en países como Colombia, Perú, Guatemala, México, Panamá y Ecuador.
PARAGUAY ENVÍA UNA SEÑAL AL MUNDO
Itagaki explica que Japón siempre ha desarrollado cooperación técnica con Paraguay, pero que, por la naturaleza misma de la economía paraguaya, esta se ha centrado principalmente en la producción agropecuaria. Esto también se refleja en las áreas en las que los inmigrantes japoneses y sus descendientes han destacado en el país.
“La apertura hacia el mundo de la política exterior de Paraguay hace que Japón quiera cooperar en otras áreas, como la infraestructura y la tecnología”, explicó el embajador.
Entre los proyectos destacados está el desarrollo de infraestructuras en la zona de la Ruta PY07, a la que Katsumi describe como la “Ruta de la exportación”, dado que atraviesa la región de mayor producción agrícola del país, especialmente de granos como soja y sésamo. Japón también planea cooperar en proyectos relacionados con el acceso al agua potable en localidades como Ciudad del Este y Villa Hayes.
“Para los próximos años, nuestra área prioritaria de cooperación será la infraestructura, especialmente el apoyo a la construcción de carreteras y el mejoramiento de plantas de agua potable. En el caso de Ciudad del Este, por ejemplo, la ciudad ha crecido bastante y el agua potable aún no llega a algunas zonas”, detalló.
El embajador señalo que Japón ve en Paraguay un socio con los mismos valores que ellos. Foto: Mariana Díaz
LA CONTRIBUCIÓN NIKKEI
En poco más de seis meses desde su llegada, el embajador japonés ha recorrido gran parte del país, aunque admite que aún le falta conocer el departamento de Amambay. Estos recorridos le han permitido hacerse una clara idea de lo que es Paraguay, qué necesita y cómo Japón puede cooperar para lograrlo.
“En Paraguay hay al menos 10.000 descendientes de inmigrantes japoneses, la mayoría dedicados a la agricultura y la ganadería. Han contribuido al desarrollo económico y social del país junto con otros inmigrantes. La llegada de japoneses al Paraguay ha sido una apuesta de ganar-ganar, porque ayudaron a mejorar la calidad de vida, y la colectividad japonesa valora mucho los avances sociales y económicos del país”, expresó, al ser consultado sobre cómo percibe la comunidad japonesa esta nueva etapa de relaciones bilaterales.
Los nikkei, aquellos emigrantes japoneses y sus descendientes, que han establecido comunidades en diferentes partes del país, ayudaron a mejorar la calidad de diversos rubros agrícolas, como la soja y el sésamo, e incluso en el sector avícola. Como ejemplo, mencionó una empresa líder en producción de huevos, reconocida por su control de calidad y cuyos fundadores son de origen japonés.
“Es admirable el esfuerzo que pusieron. Hasta tienen su propio laboratorio de calidad. Creo que este tipo de disciplina y trabajo por la mejora continua es el valor que queremos difundir en Paraguay”, señaló Itagaki.
JAPÓN, UN PAÍS CON CULTURA Y POLÍTICA DE PAZ
Respecto al fortalecimiento de las relaciones bilaterales, el embajador explicó que Japón es un país con una política de paz, respeto a los derechos humanos y la democracia, y que ve en Paraguay un socio con esos mismos valores. Desde la visita de Peña a Tokio, Japón considera a Paraguay un “Socio estratégico”. “Nos apoyamos mutuamente en los organismos internacionales, por ejemplo en temas como el desarme o las elecciones de candidatos. Considerando todos estos puntos compartidos, era el momento adecuado para elevar el nivel de nuestra relación”, explicó.
Históricamente, la zona de influencia de Japón ha sido el Indo-Pacífico, con fuertes vínculos comerciales con Estados Unidos y Europa. Sin embargo, ha comenzado a mirar con mayor interés hacia América Latina, considerando que esta región puede garantizar la seguridad alimentaria global. Además, representa un mercado de 600 millones de personas y cuenta con una importante comunidad de nikkei.
“Tanto el gobierno como el sector privado japonés ven ahora a América Latina como la potencia del futuro en términos de desarrollo económico, especialmente en seguridad alimentaria. Y Japón siempre está en busca de fuentes confiables en esa área”, afirmó. “El mundo ha cambiado mucho en los últimos años, con la invasión rusa a Ucrania o los conflictos en Medio Oriente. Japón es un país con cultura de paz, que busca un mundo más estable, y en ese contexto busca aliados que compartan los mismos valores y principios”, agregó.
SU VISIÓN DEL PARAGUAY
Como profundo conocedor de América Latina, Itagaki valoró especialmente la estabilidad política del Paraguay.
“Para lograr un crecimiento económico, es fundamental que tanto los gobiernos como los sectores privados y los académicos de un país apunten en la misma dirección y compartan un objetivo de desarrollo social, al menos a mediano plazo”, señaló. “Por ejemplo, los cambios en infraestructura mejoran la calidad de vida de la gente, pero eso no se logra en dos años. Se necesita planificar inversiones público-privadas para alcanzarlo”, concluyó.
La visión y el conocimiento que Katsumi Itagaki tiene sobre América Latina pueden contribuir significativamente al desarrollo de Paraguay a mediano y largo plazo. Es una oportunidad que el país debería aprovechar, considerando la apertura de Japón, la cuarta economía del planeta, una nación milenaria que es ejemplo de disciplina, esfuerzo, resiliencia y desarrollo humano.