El actor español ganador del Óscar se une a la saga de Disney Piratas del Caribe como el villano de la nueva aventura en alta mar. Él, que sí sabe de villanos, interpreta al Capitán Salazar "El Matador del Mar" para dar caza a Jack Sparrow. Nos adentramos en su experiencia detrás de cámaras en esta superproducción.

Por: Jazmín Gómez Fleitas

Fotos y entrevista: Gentileza Filmagic

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Javier Bardem (48) es el primer actor español en ser nominado a un Óscar y el primero en ganarlo. Si no lo recordaremos por su tremenda entrega como asesino a sueldo en Sin lugar para los débiles (2007). Estuvo en Biutiful (2010), Comer, rezar, amar (2010) y Operación Skyfall (2012), entre muchas otras, y actúa tanto en producciones estadounidenses como españolas. Casado con Penélope Cruz desde el 2010, obtuvo su estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood en el 2012.

Ahora, está de regreso en el papel del antagonista, y bien al estilo de Piratas del Caribe: con la dosis de humor, acción y fantasía necesarias. "Me sentí honrado de participar cuando me enteré del papel de Salazar. Mi esposa actuó en Piratas del Caribe: Navegando en aguas misteriosas, y a mí alegró mucho ser parte del grupo, porque los vi trabajar en la película y supe que sería una experiencia genial", comenta.

La historia empieza con el capitán Salazar y su tripulación escapando del Triángulo del Diablo, empeñados en matar a todos los piratas del Caribe, en particular a Jack Sparrow (Johnny Depp). A este lo une una rivalidad que se origina mucho tiempo atrás, pues Sparrow lo había vencido a los 12 años. Además, Salazar tiene una historia personal con sus padres que hace que se oponga a los piratas, y si bien él muere, quiere regresar para encontrar a su enemigo y romper la maldición que creó sobre él.

En base a lo que Bardem había leído sobre su personaje en el guión, le daba la impresión de que Salazar era como un toro lastimado, lleno de ira y con una fuerte de necesidad de vengarse. Con la ayuda de los directores, Joachim Ronning y Espen Sandberg, más la del productor Jerry Bruckheimer (presente en todas las anteriores entregas), pudieron ver todas las aristas del complejo personaje y aportar el humor a todo ese combo.

"Interpretar a Salazar fue un desafío nuevo y una de las cosas que me atrajo. Prefiero evitar lo más que pueda una caracterización que sea blanco y negro. Claro que es un villano, pero también podemos sentir empatía por él. Y fue muy gratificante como actor, en una película tan grande, tener el lugar para aportar tus ideas y propuestas", destaca.

Además, su personaje requiere de un acento español específico de una región, el de Andalucía, al sur de España. "Se refieren a Salazar como El Matador –la forma en que imaginamos que podía, a veces, ejecutar a sus víctimas- y también, en esa época los mejores marineros eran de esa zona. Por eso decidimos darle un sabor andaluz. Y trato de aportar eso, lo que no es fácil porque es en inglés. Pero hay algo en la forma en que se mueve, habla e interactúa con otras personas, que puede comunicar eso."

Capitán fantasma

Bardem quedó asombrado con lo que lograron con el maquillaje. Tardaban de dos a tres horas con él todos los días, y una vez que estaba listo, su aspecto lo ayudaba a mantenerse enfocado. "Mi mayor miedo era no poder mostrar sentimientos o emociones con la prótesis en mi rostro, pero no fue así. Una verdadera calidad de trabajo. Y el maquillaje fue muy importante en el proceso de encontrar al personaje".

Respecto al aspecto de la tripulación que lo acompaña, los describe como: "Personas que fueron abandonadas y que tienen el aspecto de una vida que podría suceder pronto. Por eso, todo el viaje de Salazar y la tripulación se trata de romper la maldición para volver a donde estaban. Se ven sorprendentes. Nunca antes había visto algo así en pantalla con tanto detalle".

Y en cuanto al vestuario, la legendaria Penny Rose fue la encargada. Con una carrera en diseño de vestuario que data de los 70, trabajó en todas las entregas anteriores de la saga. "La primera vez que vi mi traje quedé pasmado por cómo lucía el capitán Salazar. Es como si estuviera diciendo que es un rey, y viste acorde a eso. Y la calidad del detalle de las prendas. Subes a un barco pirata y puedes ver detalles que quizás ni se vean en pantalla. El trabajo para crear realidad es asombroso".

De hecho, el trabajo fue tan minucioso, que el equipo de vestuario usó una variedad de técnicas para que tuviesen el aspecto antiguo adecuado, entre ellas, poner las ropas junto a piedritas en una mezcladora de cemento, usar ralladores de queso para desgastarlas y, en ocasiones, hasta quemarlas con soplete.

Surcar los mares

El rodaje se realizó durante 93 días en Australia, y casi por completo en Queensland. En el lugar principal de filmación, Gold Coast, se tuvo el máximo de humedad registrado en 61 años, debido al paso del ciclón Marcia. ¿Qué opinó Bardem del lugar? "Fue la primera vez que estuve allí y es cautivador. Los paisajes son sorprendentes. No va ser la última ocasión que vaya", responde.

Si hay algo a lo que no se puede acostumbrar aún, es a la cantidad de personas que trabajaron para que un filme de tal magnitud sea posible. "No he trabajado en muchas producciones grandes. Es decir, veo los sets y son fascinantes por la cantidad de detalles. Todo esta allí para encender tu imaginación y realmente inspirarte. Creí que me iban a producir rechazo pero fue lo contrario".

Finalmente, cómo no hablar de los otros protagonistas de la película: los barcos. "Son obras de arte" -sintetiza- "En especial el barco que se destruye y se transforma en barco fantasma. Fue fascinante, y lo que sentí cuando estaba en él era tristeza; ese dolor eterno que imaginé para mi personaje y su tripulación que llevan consigo hace tantos años debido a la maldición. El otro barco era lo opuesto. Brillante, poderoso. Y así es Salazar cuando está vivo. Ansioso por ser el rey del mar, y el barco refleja eso".

Sobre la película

Ya en cartelera. Los directores, Joachim Roanning y Espen Sandberg, fueron los directores de la serie de Netflix Marco Polo. Este par noruego impresionó por primera vez con su historia verdadera de exploración del oceáno nominada al Óscar, Kon-Tiki (2012). El elenco lo integran: de vuelta Geoffrey Rush (El discurso del Rey) como Barbossa , Orlando Bloom (El señor de los anillos) como Will Turner; en los nuevos rostros: Brenton Thwaites (The Giver, Maléfica) y Kaya Scodelario (The Maze Runner). El guionista Jeff Nathanson se encargó de esta nueva aventura, y viene de una larga trayectoria que incluye Atrápame si puedes (2002). El diseñador de producción es nada menos que el de Pearl Harbor, Nigel Phelps. El diseñador de maquillaje y peinados, el ganador del Óscar, Peter King, presente en las seis películas de El Señor de los Anillos y El Hobbit. Una verdadera superproducción para dar vida a esta épica aventura.

Déjanos tus comentarios en Voiz