Sabrina Das, obstetra de Médicos Sin Fronteras (MSF), comparte la esperanza y la angustia que atraviesan las madres y el personal de salud en una sala de maternidad en la ciudad de Taiz, Yemen.

Insha’allah es una frase que aquí parece pronunciarse en cada oración. Significa literalmente “Si Dios quiere” y se utiliza donde yo por ejemplo usaría “ojalá (que)”.

Uno de mis colegas yemeníes me explicó que en la cultura islámica es habitual evitar hacer declaraciones definitivas, ya que sólo Dios sabe lo que sucederá en el futuro.

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Así que, por ejemplo, si yo le preguntara al personal de salud del hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF): “¿Quién está libre a las 3 pm para venir a una capacitación?”, los que tienen la intención de asistir responderán: “Insha’allah puedo ir”.

Para mi oído anglófono suena como “quizás pueda ir si las circunstancias lo permiten”, pero el equipo me ha ayudado a entender que en realidad significa “puedo ir”. Simplemente sucede que la incertidumbre está entretejida en la lengua árabe.

Las complicaciones en el parto son muy frecuentes en Yemen, una empobrecida nación que se encuentra en la península arábiga. Foto: Gentileza.

Incertidumbre

He estado pensando en la incertidumbre.

En Reino Unido, donde suelo trabajar, las mujeres me preguntan cómo pueden asegurarse de que “todo saldrá de acuerdo con el plan de parto”. Incluso las complicaciones comunes relacionadas con el parto (una cesárea de emergencia, un parto vaginal asistido o sangrado después del parto) pueden hacer que las mujeres se sientan disgustadas porque las cosas no salieron según lo planeado.

Sin embargo, en Yemen, la falta de acceso a la atención prenatal significa que el número de mujeres que experimentan complicaciones graves durante el parto es mucho mayor.

Los criterios de admisión de nuestra unidad neonatal se basan en la atención que podamos brindar. La unidad cuenta con alimentación por sonda, oxigenoterapia, antibióticos para tratar infecciones y fototerapia para ictericia. Sin embargo, no podemos proporcionar el apoyo respiratorio que necesitan los bebés muy prematuros. Entonces, desafortunadamente, estos pequeños bebés prematuros generalmente fallecen poco después del nacimiento.

Salud mental materna

La muerte fetal intrauterina, neonatal o infantil son muy comunes aquí. Cuando hacemos la ronda de atención en la sala de posparto, ofrecemos de forma rutinaria apoyo de salud mental a todas las mujeres que han perdido a sus bebés.

En nuestro hospital de Taiz contamos con un equipo de salud mental que ofrece asesoramiento. Algunas de las madres aceptan este cuidado, pero la mayoría se niega. Esto podría deberse a un estigma, el cual existe en muchas culturas, incluida la mía en Reino Unido.

O, como me explicó una enfermera, podría deberse a que en la cultura yemení muchas mujeres y familias aceptan más la muerte. Dijo que para muchas personas la muerte es un hecho común y se ve como parte de la vida.

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