La viuda del periodista brasileño Lourenço “Leo” Veras, quien fuera asesinado por sicarios en la ciudad de Pedro Juan Caballero el 12 de febrero de 2020, Cinthia González, brindó una conferencia de prensa ayer y acusó al diputado Santiago Benítez de intentar manipularla para favorecer al principal sospechoso de la muerte de su esposo.
“Días después de la muerte de Leo me llama el señor Santiago Benítez, dueño de la radio Imperio. Me pidió mediar para la entrega de un pendrive a la Fiscalía con supuesta evidencia para favorecer al sospechoso de la muerte de Leo, que es alguien vinculado al crimen organizado.
Santiago intentó mucho convencerme; a cambio, según él, tendría una recompensa económica y de protección; me depositarían en una cuenta una cantidad de dinero”, manifestó González.
Explicó que ella le tenía confianza al ahora diputado, ya que era amigo cercano de su marido, y que de igual manera este la expuso a ella y a su familia a situaciones de peligro. Sostuvo que en una ocasión el ahora parlamentario la habría citado a un hotel para confesarle que minutos antes de la muerte de su esposo habría conversado con él.
“En esa ocasión me confesó haber hablado con Leo, me dijo: ‘El día que mataron a Leo le llamé y le pregunté si él sabía de alguna información porque yo recibí la información de que se le iba a matar a un periodista y Leo me respondió que no sabía nada. Media hora después mataron a Leo’, fueron las palabras de Santiago Benítez”, relató la viuda.
La mujer remarcó que trataron de hacerla ver como una persona que pedía dinero a cambio de su silencio y que inclusive recibió la visita de la abogada del principal sospechoso de la muerte de su marido, quien la habría encarado para consultarse sobre una supuesta solicitud de 10.000 dólares que le dijeron que realizó para brindar una declaración favorable hacia el acusado en aquel momento.
González aseguró que jamás solicitó dinero y que, además de este tipo de circunstancias, debió lidiar con dificultades económicas y el temor por su vida de manera constante, sacando a relucir que inclusive debía pagar el combustible de los policías que la custodiaban.