Mientras los abogados del expresidente Mario Abdo Benítez recurren a un pedido de informe a instituciones en las islas Seychelles para desligarlo formalmente de las cuentas offshore, la clave de la investigación está en identificar a las seis empresas que transfirieron los millonarios fondos, cuyos beneficiarios finales serían él y su esposa Silvana López Moreira.

  • Por Jorge Torres Romero

A través de la publica­ción que realizara el periodista argentino Luis Gasulla, a través de su sitio de investigación, Periodismo y Punto, el expresidente para­guayo fue vinculado a supues­tas cuentas offshore en las Sey­chelles, una paradisíaca isla en el océano Índico que es consi­derado un paraíso fiscal. Aun­que las cuentas no estarían a su nombre de manera directa, los documentos filtrados lo iden­tifican a él y a su esposa, Sil­vana López Moreira, como los beneficiarios finales de fondos manejados por al menos seis empresas con sede en paraí­sos fiscales.

En respuesta, Abdo y su equipo jurídico iniciaron una estra­tegia basada en un pedido de informe formal al Gobierno de Seychelles, a través de la canci­llería paraguaya y con la inter­mediación de Luigi Piccollo, cónsul honorario nombrado durante su presidencia. La nota solicita al Estado africano confirmar o negar la existen­cia de cuentas bancarias abier­tas directa o indirectamente a nombre del exmandatario y su esposa. La expectativa de la defensa es que Seychelles responda de manera categó­rica que no existe ninguna cuenta registrada a nombre de Mario Abdo. Esa declaración sería utilizada como prueba exculpatoria y replicada por medios afines al abdismo, en un intento por desactivar el escándalo y proyectarlo como una operación política promo­vida por el cartismo para dañar su imagen.

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Sin embargo, el meollo del caso no está en la titulari­dad directa, sino en el rastro financiero. La investigación de Gasulla, basada en documen­tación filtrada, indica que los fondos fueron canalizados a través de empresas pantalla –algunas con sedes en Hong Kong y Dubái– cuyos benefi­ciarios finales son Abdo y su esposa. Entre las firmas men­cionadas figuran Star Capital, Exchange Contract y Capital Service, entre otras.

Los documentos exhibidos por Luis Gasulla en su investigación dan cuenta que Abdo y su esposa serían beneficiarios finales, no titulares de cuenta

El propio Abdo Benítez con­tactó con autoridades de la cancillería paraguaya y del Gobierno de Seychelles, a fin de solicitar que le remitan información sobre sus supues­tas cuentas bancarias (en la que tendría depositados unos USD 21 millones). El Gobierno de Seychelles, hasta hace un par de años figuraba en “la lista negra” por su opacidad estruc­tural en el sistema financiero. Tuvieron que aprobar una ley para utilizar la asistencia jurí­dica mutua (MLA) en asuntos penales, incluidos los relacio­nados con la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC), prin­cipalmente a través de su Ley de Asistencia Mutua en Asun­tos Penales. Esto les permitió salir de “la lista negra”. Ante el requerimiento del expresi­dente Abdo a Seychelles sobre la existencia de cuentas a su nombre, la respuesta sería casi inmediata: “no existe cuenta alguna a nombre de Abdo ni vinculada a Abdo Benítez y su familia”.

La respuesta que daría Sey­chelles es real. En la filtración publicada por el periodista argentino, él mismo aclara que Abdo y su esposa serían los beneficiarios finales de las dos cuentas mencionadas, no que son titulares. Los titulares de las cuentas son las empresas, algunas ficticias, constituidas en Dubái y Hong Kong. Estas empresas fueron las que envia­ron el dinero y abrieron las cuentas en Seychelles. Preci­samente, la lógica de los paraí­sos fiscales es que sea difícil la trazabilidad del dinero.

TRABAJO CLAVE

Es por esta razón que el trabajo que vaya a realizar la Fiscalía es clave, en especial en la forma de investigar y solicitar infor­mación para hacer la cons­trucción de la ruta del dinero. Con la respuesta que recibiría Abdo, de que no existe cuenta alguna a su nombre, utilizarían como estrategia para “matar el tema”, con una amplia reper­cusión en la prensa aliada (ABC-UH).

Especialistas advierten que la Fiscalía no debe limitarse a esperar la respuesta formal desde Seychelles, sino que debe seguir la ruta del dinero: iden­tificadas las empresas que rea­lizaron transferencias a esas cuentas offshore y con qué jus­tificación. Las empresas que hicieron millonarios envíos son Capital Holdings Ltd (USD 850.000), Logistic Accoun­ting & Consultancy Ltd (USD 1.400.000), Sports Marketing Plus Ltd (USD 1.000.000), Winward Brokerage LLC (USD 1.700.000), Capital Corporate Services LTD (USD 600.000), Heyue Investiments Limited (USD 820.000), y Contract Consultancy Corporation (USD 750.000 / USD 950.000).

La jugada de Abdo es clara: obtener una respuesta favo­rable y cerrarle el paso a la narrativa de corrupción. Pero si las cuentas existen, aunque no estén a su nombre, y si los fondos fueron derivados por empresas que operaron con el Estado, la historia podría cam­biar de rumbo.

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