Paraguay atraviesa un punto de inflexión en su historia energética. El acelerado aumento del con­sumo eléctrico, con un inédito 18 % en 2023, marca el fin de una era de subutilización y da paso a un desafío clave, soste­ner el crecimiento con inver­sión, planificación y soberanía.

Al respecto, el presidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), Félix Sosa, presentó un diagnóstico detallado del sistema eléc­trico nacional y las proyeccio­nes al 2040, destacando que la infraestructura actual res­pondió a la demanda, pero que será necesario acelerar obras y diversificar las fuentes de gene­ración.

Entre ellos, son cinco los cami­nos que se abren paso hacia el futuro energético paraguayo. Las primeras dos opciones son consideradas como soberanas, es decir, que dependen neta­mente del actuar del Gobierno.

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Cinco caminos

La opción 1, como alternativa energética, propone la imple­mentación de paneles fotovol­taicos, baterías, microcentra­les hidroeléctricas. “Depende exclusivamente del país. Es tec­nología limpia, renovable y ges­tionable internamente”, dijo Félix Sosa.

La opción 2, que es 100 % soberana, pero un poco más costosa, propone establecer centrales de bombeo, amplia­mente utilizadas en Canadá, Brasil y Australia, las cuales permiten tener una potencia firme.

La tercera propuesta tiene que ver con desarrollar nuevas cen­trales hidroeléctricas como Itatí, Itacorá y Corpus, que requieren de acuerdos bina­cionales (especialmente con Argentina). “Hay interés, pero aún no hay decisiones firmes”, expresó el titular de la Ande.

Aprovechar plenamente la energía disponible en Itaipú y Yacyretá, firme y renovable, pero también sujeta a decisio­nes compartidas con Brasil y Argentina, es la cuarta opción.

La última tiene que ver con impulsar la instalación de un gasoducto en el Chaco para montar una central tér­mica a gas. Es una posibili­dad abierta, apoyada por el Viceministerio de Energía y Minería.

DESAFÍOS

El titular de la Ande recordó que en los últimos 10 años la demanda de electricidad cre­ció 6,5 % anual. Pero entre 2020 y 2024 ese ritmo se aceleró a un 9 % en poten­cia y 9,9 % en energía. El año 2023 marcó un récord con un crecimiento del 18 % en consumo. Esto evidencia una mayor demanda local, un viejo anhelo del país, y también una señal de que la infraestructura estuvo preparada para soste­ner ese crecimiento.

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