“El Partido Liberal Radical Autén­tico está some­tido a un proceso financiero de bancarrota, pero la peor de todas la bancarrota es la moral”, sostuvo el analista político Carlos Mateo Bal­melli. El dirigente de la agru­pación tradicional comentó además que se vuelve urgente la renovación de los lideraz­gos y el surgimiento de nue­vos cuadros rumbo a futuros comicios.

“Yo recuerdo que en la época de la dictadura no teníamos ningún peso, cargos, no teníamos nada, ni siquiera había expectativas de que Alfredo Stroessner (expre­sidente de la República) fuese desplazado del poder; sin embargo, había una mís­tica que de la nada consolidó un partido que llegó a tener treinta y tanto por ciento del electorado paraguayo”, comentó a la 1020 AM.

Asimismo acotó que “hoy en día el PLRA se ha vaciado moralmente e institucional­mente y estas son cosas que los partidos políticos pagan caro. Creo yo que se impone una renovación partidaria, hay gente que viene de atrás, luchando por un espacio. Es el momento que antiguos diri­gentes del partido den un paso al costado y que emerjan una nueva dirigencia”.

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Mateo Balmelli manifestó que existen dos puntos nece­sarios que deben ser impul­sados dentro del PLRA para enfrentar a la Asociación Nacional Republicana (ANR), tanto en las elecciones muni­cipales de 2026 y las presiden­ciales de 2028.

“El liberalismo para conven­cer a la gente en primer lugar necesita mostrar nuevos ros­tros, en esto tengo esperanza. El liberalismo también tiene que motorizar una gran con­vergencia para el 2028. Esto teniendo en cuenta que el Partido Colorado siempre se presentará unido, tienen una base del 40 o 42 % de los votos”, refirió.

Siguió sosteniendo que “creo que el afiliado colorado va a votar a un no colorado, ya lo hizo en varias ocasiones. La oposición debe esmerarse en algo. El colorado saca candi­datos potables, los liberales sacamos al candidato de nues­tras entrañas, que nos mueve a nosotros, pero no a la socie­dad paraguaya. Efraín Ale­gre no encarnó la esperanza, mientras que Paraguayo Cubas encarnó el enojo”.

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