Nadia Denis, nadia.denis@naciomedia.com

El operativo Veneratio logró desarticular una de las bandas criminales que más poderío había alcanzado dentro y fuera del penal de Tacumbú, el clan Rotela.

Dentro de las cárceles manejaban altas sumas de dinero, sustancias ilícitas y armas de grueso calibre con los que sometían no solo a los internos, sino también a los guardiacárceles y autoridades. Hoy sus condiciones de reclusión son distintas, ya que se encuentran aislados e incomunicados entre sí.

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“No tienen contacto entre sí, están en celdas individuales, separados físicamente unos de otros, no se encuentran en los momentos de esparcimiento. Es lo que se hace en materia de seguridad para evitar futuros hechos de arreglo o compaginación entre estos integrantes y esto se logra con el funcionamiento diferenciado que hace al fortalecimiento de la seguridad”, expresó el viceministro Rodrigo Nicora.

En diálogo con La Nación/Nación Media, el titular del Viceministerio de Política Criminal del Ministerio de Justicia explicó las condiciones en que guardan reclusión Armando Javier Rotela y todos los miembros del clan. La banda criminal fue llevada de Tacumbú a la nueva penitenciaría de Emboscada, la cual está equipada con un pabellón especial para recibir a personas de alta peligrosidad.

“Ellos están en un régimen especial, no en el ordinario del sistema penitenciario por los perfiles de alta peligrosidad que tienen. Bajo esa premisa están en un lugar distinto a lo que hoy conocemos como el Sistema Penitenciario Nacional. La nueva penitenciaría de Emboscada tiene varios componentes de máxima seguridad, como celdas individuales, donde el interno no está en comunicación con otros”, refirió Nicora

En estas celdas, los internos ya tienen incorporado un lugar de aseo y donde puedan hacer sus necesidades. Tienen un horario reducido durante el día para salir a caminar y posteriormente son regresados a sus celdas. Los miembros del clan no coinciden en el horario de esparcimiento, dejó en claro.

Armando Rotela y los miembros del clan están en celdas individuales (foto: archivo)

CUSTODIA

Además del pabellón de máxima seguridad, el penal en sí cuenta con estrictos protocolos para el control de quienes ingresan al penal. Existe un primer anillo de personal militar armado y equipado en el perímetro de la penitenciaría, que sirve como primer filtro para el registro de personas que se acercan al recinto.

“Posterior a eso tenemos el personal penitenciario con acompañamiento de la Policía Nacional en la entrada. Internamente, previo al registro de las personas que llegan al centro penitenciario, llámese abogado u otros, deben registrarse para visitar a los internos. Sus defensores deben estar acreditados con un poder que les habilite dentro de la causa que están tramitando”, manifestó el viceministro.

Está prohibido tanto funcionarios penitenciarios como para visitantes de los internos e inclusos sus abogados el ingreso de teléfonos celulares para su reunión con los reclusos. Estas medidas de seguridad son para evitar que el clan esté en contacto directamente con otras personas.

“Todo este nuevo ordenamiento está amparado en la ley de Emergencia Penitenciaria y por el Código de Ejecución Penal en sus artículos n.° 226 y 227″, precisó. Además de esto, están expectantes al tratamiento del Congreso a la iniciativa legislativa de Régimen de Traslado de Máxima Seguridad, el cual dará un respaldo jurídico al trabajo que se está haciendo para el fortalecimiento de la seguridad de los centros penitenciarios, señaló.

Existen expectativas respecto al tratamiento de esta propuesta de ley, la cual será estudiada por el Parlamento en la próxima semana en una sesión extraordinaria, atendiendo que los legisladores se encuentran en receso parlamentario.

“Se valora de antemano la buena predisposición de parte del Congreso, de los legisladores para tratar esta ley. Similar predisposición tuvimos con la Ley de Emergencia Penitenciaria que fue aprobada en menos de 48 horas a fines de diciembre en vista del operativo Veneratio que se llevó adelante”, resaltó.

Además de esto, también destacó el acompañamiento del comandante Carlos Benítez, del comisario general Ramón Morales, del comisario principal Óscar Cuevas, del ministro de Defensa, el general Óscar González, y la gestión del Ministerio Público. “Estamos contentos de que se entienda que la cuestión que hace a la administración del sistema penitenciario influye mucho en la seguridad nacional”, expuso.

El viceministro Rodrigo Nicora manifestó que el trabajo de fondo en los penales continúa tras el operativo Veneratio (foto: Jorge Jara)

OTROS PENALES

Si bien el traslado de los reclusos fue un éxito, el trabajo de fondo continúa, dado que existen otros 17 centros penitenciarios que albergan a integrantes de otras organizaciones criminales que también deben ser desarticuladas. Ante esta situación, es importante la habilitación parcial de este nuevo penal con capacidad y estructura para recibir a personas de alta peligrosidad.

“Lo que buscamos es de manera sostenida ir llevando a más integrantes de distintas organizaciones para el tratamiento, ordenamiento y fortalecimiento de la seguridad de los centros penitenciarios. El problema no es solo en Tacumbú, hay otros grupos con los que debemos trabajar para ir mejorando la gestión del sistema penitenciario”, expresó.

Veneratio fue un operativo sin precedentes, resaltó Nicora y mencionó que esto pudo ser posible gracias a la decisión política del gobierno de Santiago Peña de dar una lucha frontal al crimen organizado. “El porqué no se pudo hacer anteriormente es una pregunta un poco complicada de responder, pero lo que podemos afirmar es que históricamente no hubo un operativo de esta envergadura y hoy día tenemos la suerte de contar con las fuerzas públicas y el apoyo del Ejecutivo”, concluyó el viceministro.

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