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Nueve sanguinarios criminales de la organización criminal liderada por Santiago Acosta Riveros, alias Macho, fueron abatidos este martes, y otros diez fueron detenidos.

La Senad y el Ministerio Público, con apoyo de la FTC, desplegaron varios allanamientos en el departamento de Canindeyú. Las incursiones se dieron por tierra y aire, y se produjeron enfrentamientos entre los criminales y las fuerzas de seguridad.

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Según el reporte, por el momento se registran diez personas detenidas y nueve criminales abatidos. En poder de los mismos se encontró un poderoso arsenal y municiones, incluso una ametralladora antiaérea.

Fueron detenidos los brasileños Grabriel Fernando De Santos, alias Gordiño, Carlos Daniel Castro Wenceslao y Ricardo Luis Picolotto. Además cayeron los paraguayos Eusebio Acosta Riveros, Heriberto Roa Coronel, Hugo Ramón Benítez, alias Gordo, Hugo César González, Alfredo Guzmán Portillo, Cristian Santiago Martínez y Sergio Denis Medina Benítez.

Las fuerzas del orden siguen el operativo, por lo que se aguardan mayores novedades durante el transcurso de la jornada.

El ministro de la Senad, Jalil Rachid, indicó al canal GEN que este grupo era uno muy importante. “Es un trabajo grande y técnico contra una estructura criminal muy organizado y pesado, causaba estragos en la zona de Canindeyú”, agregó.

Aclaró que el buscado Macho no está entre los criminales fallecidos, ya que ni siquiera se encontraba en el sitio donde se incursionó. No obstante, resaltó que otro objetivo del grupo sí estaba allí. Se trata del brasileño Ricardo Luiz Picolotto Pedroso da Silva, más conocido como R7, manejaba estrechos vínculos con la facción criminal del Brasil PCC, con la cual se había erigido como uno de los principales proveedores de armas con nexos en Paraguay.

Modus operandi

A la organización la unían delitos relacionados al narcotráfico y homicidios contra policías paraguayos y brasileños, además de desplegar crímenes detrás de la disputa de estructuras de tráfico de marihuana. Todo esto gracias a una importante escolta armada con alto poder de fuego.

Desde el esquema se habían ordenado ataque a diversos destacamentos policiales junto al rescate de presos que se encontraban bajo su tutela en territorio paraguayo.

Además se inspiraban en los carteles de México, sustentada en maniobras replicadas al más puro estilo mexicano, las cuales consistían en custodiar cargamentos mediante convoys de vehículos y hombres férreamente armados.

Hermano de Macho, detenido

En el mismo procedimiento fueron detenidas otras 8 personas y resultaron abatidos otros 9 involucrados, de los cuales aún se desconocen sus identidades.

Nueve personas fueron detenidas en la propiedad ubicada en la colonia Gasory, en el departamento de Canindeyú (foto: gentileza)

Durante la incursión en la colonia Gasory, en el departamento de Canindeyú, en el marco del operativo Ignis desarrollado a fin de dar con el paradero de Felipe Santiago Acosta Riveros alias Macho, líder de una peligrosa organización criminal, fue detenido su hermano Eusebio Acosta Riveros, pieza clave dentro de la estructura, ya que se desempeñaría como mano derecha de su hermano.

En el mismo procedimiento fueron detenidas otras 8 personas y resultaron abatidos otros 9 involucrados, de los cuales aún se desconocen sus identidades. En prosecución a la misma investigación fue realizado otro allanamiento en la zona de Salto del Guiará donde resultó detenido el ciudadano brasileño Ricardo Luis Picolotto, más conocido bajo el alias de R7, quien sería el nexo con la facción criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC).

Las investigaciones indican que alias Macho y su organización estarían detrás del negocio de tráfico de armas, además de controlar varias pistas clandestinas para el trasporte de droga a los países vecinos, esta organización criminal es investigada por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) desde diciembre del año pasado y en enero de este año se ordenó la intervención de sus comunicaciones.

La metamorfosis de un criminal

Felipe Santiago Acosta Riveros, 40 años, es ahora uno de los criminales más buscados por las fuerzas de seguridad.

Felipe Santiago Acosta, alias Macho (foto: gentileza)

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Adeuda 18 años de prisión al Estado, tras la condena a 26 años que le aplicó la justicia, al ser hallado culpable del asesinato de un colono japonés al que enterró en su propia residencia. Pero su “carrera” como delincuente es mucho más extensa del primer episodio. En el año 2011, Macho escapó de prisión, al momento de asistir a una prueba médica por una supuesta dolencia. Al año siguiente lo recapturaron. En el 2016, sin embargo, en un episodio calcado de su primera huida, Acosta Riveros volvió a huir de una clínica, a donde fue para una revisión médica.

Macho eligió desde entonces al departamento de Canindeyú, como su zona de operaciones criminales. Inicialmente comenzó a alquilar terrenos a comunidades nativas, a las que utilizaba como productoras de marihuana, que él enviaba al Brasil.

En esa actividad entabló asociación con Ricardo Luis Picolotto, alias R7, quien fue detenido hoy en el operativo Ignis, que aprehendió a 9 delincuentes y abatió a otros 9, del grupo de Acosta Riveros.

En medio de esa tarea delictiva, Macho construyó su propio “ejército” de matones. A la banda se le atribuye asesinatos de contrincantes, policías y de personas que cuestionan sus actividades.

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