Javier Gerardo Milei es el flamante presidente de Argentina. Unas pocas horas después del mediodía de ayer domingo, que fue el Día Mundial de los Derechos Humanos, comenzó su gestión con un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) por el que reduce de 18 a 9 la cantidad de ministerios con los que habrá de gestionar su programa de gobierno.

  • Por Ricardo Rivas
  • Corresponsal en Argentina
  • X: @RtrivasRivas

Nada ha dicho, hasta ahora, sobre la jefa­tura de gabinete de ministros que fuera creado cuando la reforma de la Cons­titución Nacional en 1994 como una instancia para darle estabilidad al sistema insti­tucional en los momentos de crisis y cuyo titular tiene como responsabilidad la ejecución del presupuesto nacional. Si se respeta el mandato cons­titucional mencionado, Milei tendrá dos ministerios más que los que prometió durante el año de campaña.

En ese contexto, su compa­ñera de fórmula, Victoria Villarruel, la vicepresidenta, no tendrá a su cargo las áreas de Seguridad y Defensa –ambas con rango ministe­rial– que serán liderados res­pectivamente por Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes fueron adversarios de ambos para alcanzar la Presidencia, en representación de la coa­lición Juntos por el Cambio que lideraba el expresidente Mauricio Macri (2015-2019). Sorprendente.

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El nuevo jefe de Estado, en su mensaje a la población, reseñó descarnadamente el mal estado de las cuentas públicas y sin anestesia no solo anunció que “comienza una nueva era en la Argentina (en la que) damos por termi­nada una larga y triste histo­ria de decadencia y crimen”, sino que informó que con su administración “comen­zamos la reconstrucción de nuestro país”.

Recién llegado al poder no tre­pidó en anunciar que “no hay vuelta atrás” en su iniciativa y declaró que con su emergencia “hoy enterramos décadas de fracasos”, porque “comienza una era de paz y prosperidad, desarrollo, libertad y pro­greso”. En más de un tramo de su discurso inicial sos­tuvo que “no hay plata” y que para la recuperación “no hay alternativa al ajuste”. Desde la multitud sus palabras fue­ron aplaudidas. Ovacionadas. “Milei, querido, el pueblo está contigo”, coreaba una mani­festación enardecida.

Mientras, por una pequeña puerta lateral la dos veces presidenta y vicepresidenta saliente, Cristina Fernández, que horas antes ingresó al edi­ficio parlamentario haciendo “fuck you” a un grupo de ciu­dadanos que la abucheaba, se retiró detrás de los vidrios polarizados de su custodia también entre sonoros insul­tos. El poder es impiadoso cuando deja de ser.

Desde los balcones de la Casa Rosada –el objeto del deseo de las y los políticos en la Argen­tina– a donde arribó cerca de las 14 horas el presidente Milei, reiteró la pobreza reci­bida y el inicio de la recupera­ción. “Los argentinos de bien hemos decretado el fin de la noche populista”, tronó su voz. Vítores se elevaron desde la Plaza de Mayo.

Vale señalar que el DNU que firmó Javier Milei como el pri­mero de sus actos de gobierno, en el Congreso de la Nación, será analizado por las y los legisladores quienes tienen como misión aprobarlo o rechazarlo. Generalmente, se descuenta la aprobación parlamentaria de esos ins­trumentos de gestión política, aunque es necesario desta­carlo, ayer Milei no tuvo ges­tos amables para con las y los integrantes de la Asamblea Legislativa ante cuyos inte­grantes no pronunció el men­saje para comenzar su período de gobierno, que prefirió expresarlo en las escalinatas del edificio legislativo frente a una manifestación popular que lo vivaba. Las y los legisla­dores –incluso los propios– se sintieron desairados. Ofendi­dos. “Debe gobernar también con el Parlamento”, se quejó el diputado Miguel Pichetto ante el periodismo al que pidió “dejar de decir tonterías”.

Además de los manifestantes, a Milei también lo escucharon, sentados bajo un sol abrasa­dor algunos dignatarios que como el rey de España Felipe VI; el jefe de Estado de Ucra­nia, Zelenski Volodímir, y los presidentes Santiago Peña, de Paraguay; Luis Lacalle Pou, de Uruguay; Daniel Noboa; el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, entre otros, soportaron una temperatura ambiente inclemente.

El señor Milei –después de Néstor Kirchner (2003-2007); Cristina Fernández (2007-2011 y 2011-2015); Mauricio Macri (2015-2019); y Alberto Fernández (2019-2023)– es el sexto mandatario que asume el cargo en un con­texto de alternancia democrá­tica emergente del cumpli­miento de las prescripciones constitucionales y las leyes.

Todo un logro para un país que, desde 1983 –justamente ayer– cumplió 40 años desde el momento en que devastada la economía, sin poder polí­tico alguno y derrotada en el campo bélico después de per­der una guerra contra el Reino Unido de la Gran Bretaña por la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, finalizó la última dictadura cívico-mi­litar cuyo último dictador, Reynaldo Bignone, entregó los atributos del mando al presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), reconocido desde entonces como “el padre de la democracia”. Esto recién comienza.

Este lunes, a las 8 horas -bien temprano- se anunciarán las primeras medidas de gestión económica para iniciar la “era de paz y prosperidad, desa­rrollo, libertad y progreso” que prometió el señor Milei. De las palabras a los hechos, como dice la voz popular, “hay mucho trecho”.

“Hora de avanzar en una política sin maquillaje”

Mario Paz Castaing remarcó que con Milei se espera el cambio a través de soluciones concretas.

Javier Milei juró como pre­sidente de la República de Argentina e hizo hincapié en su objetivo de reestruc­turar las potencialidades del país, dejando atrás la crisis en la cual se encuentra sumida. Al respecto, el analista político y experto en relaciones internacio­nales Mario Paz Castaing remarcó que con Milei se espera el cambio a través de soluciones concretas.

“Una frase de Milei en un discurso demoledor de la realidad argentina: ‘Pre­fiero la verdad incómoda a una mentira confortable’. Es hora de avanzar sin cos­mética ni maquillaje, es la política reclamada en todas partes por toda la gente y además con soluciones concretas”, expresó Paz Castaing a través de la red social X.

Por otra parte, con respecto al discurso del nuevo presi­dente argentino, el analista político remarcó que Milei tendrá éxito en su gestión siempre y cuando deje la ree­lección en segundo plano. Afirmó además que si no adopta las medidas fuertes para el cambio, por miedo a no ser reelecto, tendrá ase­gurado el fracaso.

Milei es el “nuevo contrato social”

Las reacciones de los actores políticos en nuestro país no se hicieron esperar tras la toma de posesión del nuevo presidente argentino.

El exsenador Fernando Silva Facetti destacó el discurso del nuevo mandatario argentino, en el cual los principios de libertad constituirán los pila­res esenciales de su gobierno.

“Javier Milei es el nuevo contrato social que eligió la Argentina. Liberalismo es el respeto irrestricto del pro­yecto de vida del prójimo basado en el principio de no agresión, en defensa del dere­cho a la vida, a la libertad y a la propiedad”, mencionó el exparlamentario a través de la red social X, recordando parte del discurso del presi­dente argentino.

Silva Faccetti destacó la manera en que Milei dejó en claro las garantías innego­ciables que se ejercerá sobre las instituciones fundamen­tales como la propiedad pri­vada, los mercados libres de la intervención estatal, la libre competencia, la divi­sión del trabajo, entre otros factores, dejando en claro el rumbo que tendrá la nación argentina desde esta nueva administración.

“Un país en que el Estado no dirija las vidas de sus ciudada­nos, sino que vele por los dere­chos”, remarcó el exsenador. Esto sin dejar de reconocer que los cambios no podrán ser fac­tibles de la noche a la mañana; por ello, se hizo eco de los “últi­mos malos tragos” que deberá afrontar la Argentina, como lo anunció Milei, antes de acer­carse a la estabilidad deseada.

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