Ñeembucú fue uno de los departamentos más afectados por el desborde del río Paraná; sin embargo, se registra un paulatino descenso del nivel de las aguas por lo que la gobernación considera que ya no es necesaria la declaración de emergencia; no obstante, se trabajará por un plan junto con varios ministerios a modo de reducir el impacto socioeconómico que perjudicó a muchas familias de los diferentes distritos.
“Ya no es necesario declarar emergencia, nosotros vamos a brindar asistencia a la gente y vamos a elevar un informe a las instituciones del Estado de modo de ver si pueden ayudar. Vamos a involucrar a varios ministerios como el de Agricultura y Ganadería y así poder ayudar a la gente y volver a la normalidad”, expresó el gobernador Víctor Fornerón en diálogo con La Nación/Nación Media.
Muchos de los productores perdieron absolutamente todos sus cultivos tanto de consumo como para la venta. Producciones enteras de mandioca, batata, poroto, maíz entre otras, se perdieron, por lo que es necesario un plan para asistir a las familias que se verán gravemente afectadas por esta situación. La inundación también produjo la pérdida de ganado, por lo que tampoco se puede descuidar a este segmento, detalló.
Si bien el agua registra un leve descenso, todavía no se puede pensar en un operativo retorno dado que el nivel continúa por sobre de los 2 metros encima de lo normal. No obstante, la gobernación avizora que será necesario reprogramar el presupuesto del departamento de modo de apoyar el operativo. Fornerón aseguró que cuenta con recursos, pero deben ser redireccionados.
La gobernación ha recibido apoyo tanto de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) como de la Itaipú Binacional para asistir a las familias con kits de alimentos, atención médica, medicamentos, chapas, entre otros; no obstante, también se prevé diseñar un plan de contingencia de modo que la administración departamental tenga la capacidad de actuar con mayor eficiencia para próximos eventos climáticos.
“Lo que nosotros vamos a hacer es un estudio pormenorizado de la afectación y del impacto socioeconómico que esto siempre genera de modo que no nos agarre de forma desprevenida, sin recursos o sin capacidad de poder brindar asistencia a la gente. Debemos contar con albergues para que cuando haya este tipo de pronósticos podamos recibirlos y ver cuántas familias son las que se deben evacuar”, explicó.