Silde Oporto, silde.oporto@nacionmedia.com
A más de 5 meses de los comicios, el sector opositor aún no logró consolidad el bloque anunciado en el Congreso, y cada vez más se agudizan los conflictos internos en los diferentes sectores políticos de la oposición.
El exsenador y referente del Frente Guasu Hugo Richer hizo un análisis sobre la situación en que se encuentra este sector político, que, de acuerdo a sus expresiones, perdió la representación de la ciudadanía ante la importante división, que llevó a la derrota electoral. “Lo que pasa en la oposición, y eso puede ser en el Congreso y fuera del Congreso, evidentemente es todavía los efectos de una crisis que resultó en una muy dura derrota electoral”, expresó en entrevista con La Nación/Nación Media.
Uno de los factores que generó no solo la división sino la desconfianza del electorado fue la coalición de sectores políticos antagónicos, como el Frente Guasu y el Partido Patria Querida (PPQ). “En la oposición hay fuerzas tan opuestas, por ejemplo, cuando se habla de la unidad entre Patria Querida y el Frente Guasu es una cosa antagónica que incluso ni el electorado confía, porque sabe del antagonismo de cierta fuerza de la oposición”, aseveró.
NO SE CUMPLE CON EL ROL OPOSITOR
Richer también cuestionó que, a pesar de la crisis electoral no superada, tampoco existe una postura clara de la oposición en temas que son de interés nacional, y la oposición se centra solo en los cuestionamientos hacia el Partido Colorado, antes de tomar posturas claras.
“La oposición, principalmente el PLRA, que atraviesa una crisis durísima, perdió el relato, el relato se traduce en un discurso que propone algo, y ese relato se perdió desde hace un tiempo y no se ha recuperado el relato, por ejemplo, veo que en el Senado dicen que el cartismo quiere copar todo, y es probable que sea así, pero si es eso nomás lo que se dice y no se apela a otros grandes problemas nacionales, quiere decir que el relato no está construido y la crisis no fue superada”, apuntó.
Agregó que la crisis se instaló en todos los sectores de la oposición, principalmente en el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), lo que no permite cumplir con el rol de oposición pura. “Acá hay grandes problemas que el PLRA, la oposición, la izquierda no están planteando, hay temas de debate nacional, como es por ejemplo el tema de las cajas jubilatorias, que institucionalmente no hay respuesta política sobre ese problema”, sentenció.
Otro de los aspectos que merece una atención especial, de acuerdo con el exsenador, es la deuda que dejó el gobierno anterior y debe ser encarado por el gobierno actual; sin embargo, los opositores parecen no prestar atención.
“Cuál va a ser el rumbo de la economía, nosotros tenemos el 36 % del PIB comprometido por el tema de la deuda pública, una deuda pública altísima, ¿cómo va a hacer el Gobierno para administrar?, la oposición tendría que decirle al presidente de la República, ¿qué va hacer?, ¿cómo va hacer?, ahí se fundamenta el rol de la oposición. Evidentemente ese discurso no existe, y realmente es muy preocupante por eso”, cuestionó.
En cuanto al sector de la izquierda, Richer apuntó a una desmoralización de la dirigencia política. “La izquierda, yo creo que, y se nota, que la desmoralización en la mayoría de los dirigentes del Frente Guasu está muy latente, y ahí también hay una responsabilidad que no debe de decirse solamente que Lugo estaba enfermo, eso sería casi infantil. No, también creo que la izquierda perdió su rumbo, perdió su identidad y eso se expresó en las últimas elecciones, la izquierda como tal no tuvo presencia”, criticó.
Citó nuevamente que esta situación aún es una consecuencia de no haber logrado un gran acuerdo nacional para las elecciones nacionales. “La izquierda no hubiera estado discutiendo si iba con Efraín (Alegre) o si era Euclides (Acevedo), tenía una candidata o candidato propio, que finalmente sea un elemento de negociación programática, pero no tuvo eso. Todo eso hace que en este momento la oposición, el PLRA y la izquierda se han desencontrado con la realidad que siente la gente. Hay un problema que es muy complicado para la democracia incluso”, puntualizó.