Las crisis e irregularidades por las que atraviesa el PLRA, sumadas a derrotas en las urnas, obligan a la dirigencia a dar un golpe de timón.

El exdiputado y actual miembro del Directo­rio del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Celso Kennedy manifestó que los convencionales cuen­tan con la facultad de desti­tuir a Efraín Alegre del cargo de presidente, teniendo en cuenta que el estatuto partida­rio vigente establece a la Con­vención Nacional Ordinaria y Extraordinaria como máxima autoridad de la nucleación tra­dicional, por encima del Direc­torio. Una sesión extraordi­naria de convencionales fue aprobada por unanimidad para el 6 de agosto en Fer­nando de la Mora.

El exlegislador, que hasta junio pasado cumplió dos periodos consecutivos en la Cámara de Diputados, agregó que los convencionales también cuen­tan con la atribución incluso de expulsar a cualquier otra autoridad partidaria, afiliado o dirigente que incurran en faltas que transgredan a las normas de la ética partidaria y social, que serán reprimidas según su gravedad, tal como estipula el artículo 94 del esta­tuto partidario.

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“No se encuentra de manera taxativa (la atribución de la convención de remover a Efraín del cargo), pero inter­pretando lo que dice el esta­tuto, la convención es la máxima autoridad del par­tido. El estatuto partidario dice que se pueden tomar las atribuciones requeridas para reencauzar al PLRA hacia su funcionamiento institucional de vuelta”, indicó Kennedy en una entrevista con el diario La Nación/Nación Media.

“UNA SALIDA DECOROSA”

Asimismo, manifestó que el PLRA, bajo la conducción de Alegre desde junio de 2016, atraviesa por diversas irre­gularidades que constituyen causales para que los conven­cionales puedan tomar la decisión de apartar al cues­tionado dirigente opositor de la titularidad, principal­mente luego de la catastrófica derrota en las presidenciales de abril pasado, que marcó el tercer fracaso consecutivo de Alegre en sus aspiraciones hacia el sillón del Palacio de López.

“La renuncia de Alegre al cargo que ocupa en este momento es una salida deco­rosa y más razonable que la expulsión, la separación del cargo, que será más vio­lento. Acá la verdad es que no se necesita enturbiar más la situación, sino tratar de dar al partido la posibilidad de que permita reorientarse, reno­varse y erigirse como alter­nativa para llegar al poder”, puntualizó.

El artículo 14 del estatuto partidario establece que el gobierno del PLRA es ejer­cido, en primer lugar, por la Convención Nacional Ordi­naria y Extraordinaria, por encima del Directorio Nacio­nal y del Comité Político. En tanto, el artículo 31 refiere que la Convención Nacional Extraordinaria tiene compe­tencia para reformar los esta­tutos, expulsar miembros del partido, así como “tomar las resoluciones que considere conveniente para la mejor dirección del partido y con­secución de sus fines”. Como antecedente, en octubre de 2005, una convención expulsó a Domingo Laíno de la presi­dencia del PLRA, sin impor­tar que haya sido quien había refundado el partido en 1978.

CONVOCATORIA DE ELECCIONES

Kennedy comentó también que dentro del estatuto par­tidario no se encuentra pre­vista la anticipación de las elecciones, razón por la cual, de concretarse la destitu­ción o la renuncia de Alegre, el cargo de titular deberá ser ocupado por el vicepresidente primero, Hugo Fleitas, de acuerdo a la línea de sucesión.

“Hay una sucesión estable­cida si se concreta la salida de Alegre, ya sea por la renun­cia o la remoción. Deberá asumir Fleitas, en caso que él no pueda, tendrá que asu­mir el cargo el vicepresi­dente segundo, en el caso de producirse la acefalía de los tres presidentes, se designa a un miembro del Directorio”, indicó Kennedy.

Agregó que los convenciona­les, el presidente y miembros del Directorio no poseen las atribuciones para llamar a comicios. En el caso de insis­tirse con una nueva puja elec­toral dentro del Partido Libe­ral, se deberá modificar el estatuto partidario, pero con el llamado a otra convención.

“Acá la verdad es que no se necesita enturbiar más la situación, sino tratar de dar al partido la posibilidad de que permita reorientarse, renovarse y erigirse como alternativa para llegar al poder”.

“Hay una sucesión establecida si se concreta la salida de Alegre, ya sea por la renuncia o la remoción”.

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