El Partido Cruzada Nacional, liderado por el excandidato presidencial Paraguayo Cubas, logró posicionarse como la tercera fuerza electoral tras los últimos comicios del pasado 30 de abril, desbancando a agrupaciones políticas de diversos sectores ideológicos como el progresista Frente Guasu o el conservador Patria Querida.

Pese al innegable logro electoral, el grupo de Payo Cubas atravesó una temprana serie de discordancias internas que, solo en el Senado, redu­jeron a su bancada a sola­mente dos integrantes.

En la Cámara de Diputados, donde Cruzada Nacional logró llevarse cuatro curu­les, aún no se está obser­vando ninguna fragmenta­ción llamativa, pero algunos parlamentarios ya comien­zan a hacer sus reservas, dejando entrever que la unidad no es el camino a ser priorizado entre los refe­rentes partidarios, sino la apuesta por la individuali­dad, e incluso iniciativas por fuera de la bancada.

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“Todos mantenemos nues­tras respectivas posturas. No tenemos ninguna nece­sidad de trabajar por ban­cada porque nuestras ideas políticas son bastante per­sonales; de todos modos resaltaría que las discre­pancias que tenemos son de ideas, no de nuestros objeti­vos para el pueblo, porque al final buscamos el desarro­llo de nuestro país”, mani­festó el diputado Jatar Fer­nández para La Nación/Nación Media.

En la Cámara Baja, Cru­zada Nacional logró tres representantes por el departamento Central y uno por Alto Paraná. Jatar Fernández, Leidy Paola Galeano y Patricia Alexan­dra Zena fueron electos por el onceavo departamento, mientras que Miguel Martínez Núñez figura por el territorio altopa­ranaense; este último ya había expuesto su apuesta por el trabajo autónomo, adelantando su objetivo de legislar solo, ante cla­ras diferencias con sus tres correligionarios.

LAS DISCREPANCIAS INTERNAS

Pese al bloque constituido, Fernández dijo apostar por la gestión legislativa autónoma, sin guiarse por el voto en bancada, ni defi­nir su acompañamiento dependiendo del nivel de apoyo de sus correligiona­rios. Refirió a LN/NM que esa fue una de sus princi­pales banderas durante su campaña electoral: la independencia legislativa, por lo cual afirma que su compromiso en el pleno será asumido como Jatar Fernández y no como un partidario de Cruzada Nacional.

“Estoy en contra del voto por bancada porque las votaciones deben ser indi­viduales; yo tengo mis pos­turas, al igual que mis tres colegas tienen sus propias ideas. Si no pensamos de manera individual, nues­tras funciones no tienen razón de ser, es decir, el presidente de un partido te ofrece un puesto en su lista, te baja una línea y allí ter­mina tu quehacer”, desató Fernández.

De este modo, aseveró que las disidencias dentro de un partido no deben interpre­tarse como algo negativo, sino como un factor nece­sario para demostrar inde­pendencia entre cada uno de sus representantes en su objetivo de elaborar proyec­tos constructivos. Subrayó, además, que si todo se decide únicamente en bancada, la agenda de los partidos se reducirían netamente a los números que pueden o no conseguir en las cámaras del Congreso.

El analista político Hugo Duarte había comentado para La Nación que Cruzada Nacional corría el riesgo de irse del plano político del mismo modo repentino en el cual apareció en la agenda legislativa, pues uno de los factores negativos para el partido es su falta de iden­tidad, para sostenerse del mismo modo en el cual lograron hacerlo los parti­dos más tradicionales. Esa falta de estabilidad podría derivar en divisiones frag­mentarias definitivas para la nucleación.

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