En la mañana del martes, la comunidad judía en Paraguay, así como miembros de la Sociedad Cultural Amigos de Israel, presidida por el doctor Eduardo Zaracho, y ciudadanía en general, se hicieron presentes en el Panteón Nacional de los Héroes en el centro capitalino para rendir un homenaje a las fiestas patrias tanto del Estado de Israel como del Paraguay, que celebran coincidentemente cada 14 de mayo un aniversario más de sus respectivas declaraciones de independencia.
El acto contó con la participación del cónsul honorario del Estado de Israel en Paraguay, Alejandro Rubin, quien recordó el valor de la libertad para las dos naciones, que en el caso de Paraguay se vio amenazada tras la guerra de la Triple Alianza en el siglo XIX, y en el caso de Israel, esa amenaza es constante desde el mismo momento de su declaración, el 14 de mayo de 1948, hace 75 años.
Rubin puso como ejemplo la permanente situación de hostilidad que sufre el país al que representa como cónsul honorario, y que se pone de manifiesto en la situación actual, donde las poblaciones civiles de Israel se han visto amenazadas por los lanzamientos de cohetes y misiles en los días previos a la celebración de una fiesta nacional.
Del evento tomó parte el señor Max Haber, exembajador paraguayo en Israel, quien junto a su esposa y el cónsul Rubin depositaron una corona de flores en el recinto sagrado, posterior a la entonación de los himnos nacionales de Paraguay y del Estado de Israel, ejecutados por la banda militar de la Armada Nacional.
No solamente los invitados al acto oficial estuvieron presentes, sino también ciudadanos que casualmente pasaban por el lugar y optaron por formar parte de la ceremonia patriótica de dos naciones que celebran fuertes vínculos en común.