Este lunes, desde el Consejo de la Magis­tratura (CM) deben cortar con la dilación exis­tente en torno a la defini­ción de la terna para elegir al próximo ministro de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Al respecto Jorge Bogarín, representante del gremio de abogados ante el CM, y el abogado Adolfo Ferreiro, coincidieron en que la falta de decisión solo deja entre­ver la nula unidad y conver­sación fluida entre los miem­bros del Consejo.

“Hubo muchas falencias, reclamos, en una ocasión debimos anular un examen y también se denunciaron fraudes; todo esto hizo que probablemente el ambiente entre los miembros del Con­sejo de la Magistratura no sea el más positivo y esto termina en que hoy haya una falta de acuerdos. Espero que el lunes podamos hablar con sinceri­dad”, expresó Bogarín en el programa “Fuego cruzado”, por GEN/Nación Media.

Asimismo, remarcó que dentro del Consejo se pasan lanzando nombres, por una falta de mecanismo y acuer­dos fuertes en torno a quien ocupará el cargo de ministro de la Corte. Expresó que se quiere instalar lo referente a la honorabilidad y la idonei­dad, cuando esos factores siempre serán subjetivos, dependiendo de cada inte­grante del CM.

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“Yo defiendo y represento a los intereses del gremio de los abogados. Ahora, con relación a las acusaciones en torno a mis presuntas vincu­laciones a un sector político, considero que solo la trayec­toria y los proyectos podrán responder a esos argumen­tos”, puntualizó.

¿CUÁLES SON LOS CRITERIOS REALES?

A su turno, el abogado Adolfo Ferreiro lamentó que el pro­ceso de designación para el ministro de la Corte sea asu­mido como una decisión polí­tica, para un cargo político. Calificando al CM como un “adefesio pseudofascista”, el experto señaló que resulta muy necesario apelar a una bajada de línea para un cargo tan importante como el del titular de la CSJ, recordando el pacto de gobernabilidad vigente para lograr un equi­librio entre los poderes del Estado.

“Cuando juristas que debe­rían ser respetables van a ren­dir un examen para determi­nar si saben o no lo que dice la Constitución ha conseguido degradar el cargo del minis­tro de la Corte. Esta función es una de alta dignidad, para la cual llaman a un postulante de acuerdo a la línea política predominante del Ejecutivo y el Senado, que al final son los que deciden quién se desen­volverá en el cargo”, comentó.

Destacó así que el puntaje no es un requisito esen­cial, cuando la exigencia de la pluralidad es uno de los acuerdos centrales a la hora de la definición, sobre todo la coincidencia polí­tica. Ante esto, afirmó que el proceso en general incluso resulta penoso y denigrante para los participantes por­que no se ajusta a la reali­dad, con lo cual sentenció que directamente se debe elegir a un colorado, aten­diendo los lineamientos políticos actuales que pri­man en la nación.

“El Paraguay necesita urgente una nueva Consti­tución, sobre todo para la parte orgánica y el diseño de sus instituciones. Hoy en día no hay un solo esta­mento que funcione insti­tucionalmente, todos están mal diseñados, mientras que algunas se inventaron, como la pérdida de investidura de senadores y diputados”, refi­rió Ferreiro, apuntando a la necesidad de pasar por un proceso cultural y político para lograr esa reforma cons­titucional, lo cual indicó que parece casi imposible.

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