JOSÍAS ENCISO ROMERO

Yo me siento orgulloso del trabajo de mis compañeros. Aunque solo sea un colaborador ocasional, juzgo los resultados de investigaciones respaldadas con documentos de imposible refutación, críticas apoyadas en testimonios creíbles y rigurosas condenas sostenidas en, también, la rigurosidad de los hechos. No somos un diario perfecto. Ninguno lo es. Pero veo celo profesional en cada información, denuncia o artículo firmado.

En mi caso, a veces prefiero la ironía para desacralizar falsos santos, desnudar monstruos sagrados y evidenciar groseras contraposiciones discursivas de una misma persona y en un mismo acto. Tampoco nos atribuimos méritos ajenos. Ni despreciamos el periodismo de los demás. Eso sí, lo evaluamos en su exacto contexto para que el público pueda enjuiciarnos (a ellos y a nosotros). Tampoco regalamos nuestros aportes, escasos o muchos, para desnudar la verdad. Una verdad que está fuera de nosotros. Que no está limitada a nuestros caprichos ni restringida a nuestras particulares visiones.

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La verdad se mantiene reluciente, aunque muchos pretendan distorsionarla, mancillarla, tergiversarla o manipularla. Deliberada y grotescamente. Por ello, repito, no aspiramos a la exclusividad de develar misterios (ni que fuéramos Sherlock Holmes o su hermana Enola, de aparición repentina) o de publicar inescrupulosos actos de corrupción. Aunque algunos medios colegas no quieran seguirnos, tampoco nos disgusta. Así como no nos disgusta, repito, compartir méritos. Pero vayamos al punto de estas largas, pero necesarias, elucubraciones.

Reconocemos que, en ocasiones, los compañeros de nuestro diario tomaron una posta que abandonaron otros medios. En este caso específico, la ruta sinuosa (fantasma, dijeron algunos) y resbaladiza sobre la que suele transitar Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Ahí, a la vuelta de la esquina nomás. “Si yo no estoy en tapa, no es La Nación”, dicen que dijo, más o menos, el también aspirante al sillón de López por la Concertación Nacional opositora para las elecciones generales señaladas para el 30 de abril de este año. Pero la verdad sea dicha. En las últimas semanas nos hicimos eco y resonancia de los “monumentales” y “escandalosos” fraudes que se cometieron durante las internas del radicalismo auténtico, especialmente para la lista de senadores, y que fueron denunciados por importantes referentes de ese partido, como Eduardo Nakayama y Tadeo Zarratea. Aunque, como era de esperarse, las denuncias fueron ninguneadas por los medios amigos y por la mayoría de los miembros del Tribunal Electoral Independiente del PLRA. En fin, en el fondo, la cuestión no es con nosotros.

PERO, NO SOMOS LOS ÚNICOS…

Que algunos colegas se hayan vuelto amnésicos, no implica que Efraín Alegre sea una exclusividad de nuestras tapas. En el pasado también fue portada de ABC Color, por ejemplo. Veamos la edición del 6 de abril de 2013: “Entidad binacional pagó vuelo proselitista de Efraín Alegre”. Y señala la crónica: “La utilización de recursos de las entidades binacionales para financiar las campañas proselitistas de los políticos no sabe de color (…) El candidato de la Alianza Paraguay Alegre, Efraín Alegre Sasiain (PLRA), hizo pagar a la Entidad Binacional Yacyretá sus viajes en avión a lugares alejados de la capital, para desarrollar actividades proselitistas”.

Uno de esos viajes fue a la ciudad de Pilar, el 22 de febrero de 2013. También realizó vuelos similares a Concepción y Ayolas. Cuando se destapó la olla, en abril de ese año, el piloto Luis Celso Rodríguez Paredes se “dio cuenta” de que se “equivocó” al emitir las facturas a nombre de Yacyretá, porque los costos fueron cubiertos en forma personal por el director de entonces, Enrique Cáceres. Un balbuceante piloto trataba de desmentir sus propios documentos: “Estuve leyendo el diario (ABC Color). Estoy mirando mis papeles…no tiene nada que ver con Yacyretá esos papeles…o sea, son vuelos que no tienen nada que ver con Yacyretá. Esos vuelos fueron pagados por el director de Yacyretá, no tienen nada que ver con la entidad”. Y añadió que se equivocó, pero que “ya corrigió” los papeles…¡casi dos meses después del viaje a Pilar! Y porque el fato se pilló., es la deducción lógica. Aunque lo haya afirmado un intelectual como don Cecilio (Báez), no mi vecino, no somos un pueblo de cretinos. Resulta más que obvio que, aparte de rutas fantasmas, aparecieron algunos aviones que cambiaron de sábanas (o facturas) en pleno vuelo. En ambos casos el protagonista es Efraín Alegre.

Que algunos colegas se hayan vuelto amnésicos, no implica que Efraín Alegre sea una exclusividad de nuestras tapas. En el pasado también fue portada de ABC Color, por ejemplo.

“El candidato de la Alianza Paraguay Alegre, Efraín Alegre Sasiain (PLRA), hizo pagar a la EBY sus viajes en avión a lugares alejados de la capital, para desarrollar actividades proselitistas”.

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