El sistema de salud pública, una de las áreas más sensibles para la sociedad paraguaya, atravesó uno de los peores momentos no solo por el paso del covid-19, que totalizó 19.646 fallecidos; sino por la dejadez del gobierno de Mario Abdo, que acumuló denuncias por corrupción y mala gestión con medicamentos y vacunas; así como casos graves de mala praxis y martirio de los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS), cuyos fondos jubilatorios fueron arriesgados por la promulgación de un cuestionado endeudamiento.

Ante la poca preparación y casi nula estructura para enfrentar la pandemia, el Congreso Nacional otorgó al Gobierno todas las herramientas para preparar al sistema de salud. Para los fondos de emergencia fueron destinados US$ 514.000.000, que la población criticó por no ver su uso optimizado, mientras aumentaban los números de internados y muertes a consecuencia del coronavirus.

En marzo del 2021, el entonces ministro de Salud Pública, Julio Mazzoleni, renunció al cargo a raíz de la crisis sanitaria instalada en el país, por la falta de medicamentos e insumos, a pesar de contar con un millonario presupuesto. Asumió el cargo Julio Borba, quien también enfrenta una importante crisis en esta área.

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LA PERSECUCIÓN AL PERSONAL DE BLANCO

Durante la crisis sanitaria, los profesionales fueron considerados los héroes por el esfuerzo sobrehumano que realizaron durante el momento más fuerte de la pandemia, sin embargo, con una corta memoria, el Gobierno inició prácticamente una cacería de brujas con los trabajadores tanto del sector público como del Instituto de Previsión Social (IPS), que se acrecentó al entrar en la carrera electoralista.

Si bien el propio Mario Abdo hablaba de dignificar a los médicos y enfermeros, el último año fueron denunciados cientos de casos de despidos injustificados, y la situación fue más allá, ya que una gran mayoría de los afectados aseguraron que los despidos o desvinculaciones se dieron por no alinearse al oficialismo.

El incumplimiento de salarios y la dignificación salarial fue otra de las situaciones protagonizadas por el Gobierno, hasta ahora los profesionales de blanco claman por no solo recibir sus salarios correspondientes, sino también por la dignificación.

CRISIS EN EL IPS

El Instituto de Previsión Social (IPS) no queda exento de esta situación de crisis; por un lado, el Gobierno sigue adeudando alrededor de US$ 400 millones a la previsional por los servicios prestados durante la pandemia, entre internaciones para terapia intensiva, insumos y medicamentos, esto a raíz de la insuficiencia de camas e infraestructura en el sistema público.

Por otro lado, Abdo Benítez y sus principales aliados orquestaron un duro golpe para los asegurados del IPS poniendo en riesgo la caja jubilatoria con el proyecto por el cual se autoriza a la previsional a buscar créditos hasta los US$ 243 mil, para cubrir las deudas con los proveedores de medicamentos e insumos. El proyecto de ley ya fue promulgado por el presidente de la República a pesar de las advertencias de lo que esto puede generar en la previsional.

Los desesperados pedidos de auxilios de miles de compatriotas, no conmovieron al indolente gobierno que estuvo más enfocado en generar beneficios económicos para sus integrantes. (foto: archivo)
El sistema de salud atravesó uno de los peores momentos no solo por el paso del covid-19, la corrupción y mala gestión de medicamentos y vacunas, así como la politización y endeudamiento del IPS marcan el oscuro legado de este gobierno. (foto: Roberto Zarza)

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