La pobreza intelectual de Paraguay se evidenció en un informe del Banco Mundial con Unicef y la Unesco, donde se presentaron las consecuencias educativas luego de la pandemia del covid-19. El reporte indica que América Latina sufrió uno de los cierres de escuelas más largos del mundo, que golpearon en forma inusitada en términos sanitarios, económicos y educativos a la región.
Alrededor de 170 millones de niñas, niños y adolescentes se vieron privados de educación presencial por 1 de cada 2 días efectivos de clase a la fecha. En Paraguay los datos no son alentadores, como ya se esperaba tener malas referencias en el sistema educativo vigente, estas cifras posicionan a los estudiantes por debajo del nivel mínimo de competencia.
Entre sus cifras más marcadas, el informe expone lo siguiente: los estudiantes del tercer grado, 5 de cada 10 no entienden lo que leen, lo que representaría el 52% de esa población; mientras que 6 de cada 10 estudiantes no entienden matemáticas, que sería el 62%.
El senador y ex ministro de Educación Enrique Riera opinó referente al retroceso que se vivió durante dos años a raíz de la pandemia. Mencionó que en su momento se dio un crecimiento expansivo de los sistemas de estudios. “Se invirtió, pero no había suficientes escuelas ni profesores”, recordó.
A partir de ese enfoque, no hubo un control de la calidad de los profesores. “Al masificarse se bajó el nivel, se agravó la calidad de la educación y la pandemia demostró otra debilidad”, añadió. Todo este contexto dejó un retraso con bajo aprendizaje para los estudiantes en el país.