El cierre de inscripciones de candidaturas y precandidaturas para las internas del Partido Colorado dio paso a una guerra política de parte del oficialismo en el Gobierno que raya una persecución política a quienes se postulan a cargos electivos o trabajan con el movimiento Honor Colorado en diferentes distritos del país. La Nación/Nación Media contactó con algunas personas que fueron desvinculadas de sus respectivos cargos o funciones que cumplían en instituciones públicas por el hecho de trabajar con la disidencia colorada.

Una de las víctimas de esta persecución política es Kristel Pinho, quien hasta hace unos días era funcionaria de la Copaco con una antigüedad de 2 años y 4 meses. Comentó que, si bien su contrato venció el 31 de diciembre del año pasado, desde entonces venía insistiendo en la renovación, como ya había ocurrido en una ocasión anterior. Pero este año le decían que sí se le iba a renovar, pero solo hacían pasar el tiempo. No obstante, aclaró que durante estos 6 meses sí estuvo cobrando en tiempo y forma, sin ningún inconveniente.

Hasta que el 14 de junio recibió el colacionado en el que le comunicaban que ya no se le renovaría el contrato. Lo llamativo del caso es que justamente le llega unos días después de que ella oficializara su candidatura a la presidencia de la seccional Nº 430 del barrio Alonzo, distrito de Villa Hayes.

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