Poco después de las 14:30 del domingo, la ciudad de Pedro Juan Caballero se paralizó para despedir al intendente José Carlos Acevedo, quien fue víctima de un atentado el pasado martes en inmediaciones del recinto municipal y a plena luz del día. El velatorio tuvo lugar en el local de la municipalidad en horas de la madrugada de este domingo, ya que el deceso del intendente se produjo alrededor de las 23:00 del sábado.
El cortejo salió desde el edificio municipal, ubicado en la calle Cerro León y Alejo García. Las sirenas de los carros de bomberos anunciaron la partida del carro fúnebre que fue escoltado por Ronald Acevedo, hermano y gobernador de Amambay; su madre, esposa e hijas, además de una multitud que acompañó el trayecto a bordo de motocicletas y automóviles con globos y banderines blancos.
La caravana fúnebre se detuvo unos minutos frente a la radioemisora Amambay, propiedad de la familia Acevedo. Allí, el féretro fue recibido por una emocionante orquesta de arpas, guitarras y violines durante aproximadamente 15 minutos. Consternados, los pobladores corearon de forma unánime un pedido de justicia y acto seguido hubo un breve discurso de un funcionario de la radioemisora.
“Nos queda dar infinitas gracias a José Carlos Acevedo por ser jefe, compañero y amigo, jamás nos imaginamos pasar por este momento tan doloroso de despedir a nuestro propio jefe, hace poco más de un año nos costó mucho despedir a un gran hombre como lo fue Robert Acevedo y hoy despedimos a nuestro papá guasu”, expresó el trabajador de radio Amambay.
Uno de los momentos más sensibles fue la llegada de la madre del intendente Teófila Quevedo, más conocida como doña Tota, al recinto religioso donde fue ovacionada con aplausos y gritos de fortaleza.