El obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, al finalizar ayer la misa central en honor a la Virgen Serrana, leyó su tercera carta al pueblo paraguayo, titulada “Organicemos la esperanza”. En la misma, el prelado recriminó duramente al Gobierno por no reaccionar ante las necesidades sociales como la salud pública, la desigualdad y la injusticia.
Aparentemente, el presidente Mario Abdo estaba al tanto del mensaje y no participó de la mencionada celebración eucarística, uno de los eventos más representativos del país, y se marchó al norte del país para seguir de cerca el secuestro de un colono menonita.
Y Valenzuela expresó aceradas críticas, lamentando especialmente lo que se vivió en la pandemia: las muertes de miles de compatriotas. “Muchos de ellos pudieron haberse salvado o vivir más tiempo si la reacción gubernamental hubiese sido más acertada y no tan débil para enfrentar eficientemente el problema”, dijo Valenzuela.
“No es justo que los altos miembros del Estado, en vez de usar los servicios de salud de la colectividad, gastan el dinero público en seguros privilegiados de medicina prepaga, como si tuvieran naturalmente más derechos que el común de la gente”, añadió. Luego recordó que la obligación de quienes ocupan cargos en los poderes del Estado es “organizar la esperanza” y poner punto final a la impunidad, que es la “epidemia nacional”.
Finalmente, a los más altos funcionarios judiciales remarcó la obligación que tienen de hacer justicia. “Si la justicia está raquítica y dominada por intereses políticos como para no ver absolutamente nada de lo que se malversa, es necesario construir trincheras de protección a la familia de modo que ella no sea contaminada de la misma forma”, concluyó.