Para construir una alternativa de poder es necesario que se fortalezca una concertación o una coalición que sea confiable y creíble, señala el político.

  • Por Silde Oporto

El analista político, Mario Paz Castaing, ex senador nacional del Paraguay y referente del partido Patria Querida, habló con La Nación sobre la situa­ción en que se encuentra la oposición, ante un escenario de división de proyectos pre­sidencialistas.

Paz Castaing dice que aún se pueden dar consensos den­tro de la oposición para plan­tear una chapa presidencial. Para que se concrete -alega- se requerirá del renuncia­miento de algún que otro candidato.

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-¿Cómo ve al sector de la oposición para lo que serán las elecciones del 2023?

- En este momento la oposi­ción se encuentra con divi­siones ideológicas y metodo­lógicas fuertes. Este reciente desembarco del señor Nor­man Harrison es la prueba de ello, y para construir una alternativa de poder es nece­sario que se fortalezca una concertación o una coalición que sea confiable y creíble.

-Varios referentes polí­ticos están hablando de una fuerte división en la oposición tradicional y la izquierda. ¿Se estaría dando el divorcio de la fór­mula que llegó al poder en el 2008?

- Son procesos distintos y rea­lidades distintas. La historia parece repetirse pero no es tan así, los sucesos son dife­rentes y los personajes tam­bién son diferentes. Habrá que buscar conciliar situa­ciones que aparecen fuertemente antagónicas, pero nada es imposible cuando se tiene la voluntad de armar un proyecto, por lo menos, mínimamente construido sobre una agenda posible en algunos temas que son tras­cendentales y que puedan superar barreras ideológi­cas, como por ejemplo tema de salud, educación, segu­ridad ciudadana, y conser­vando cada uno las perspec­tivas de las identidades que han traído a lo largo de sus respectivas historias políti­cas, desde sus organizadores. Es necesario que se busque los puntos de coincidencias aunque sean mínimos, de esa coincidencia y convergen­cia básica se puede proyec­tar no solamente ganar una elección, porque no se trata solamente de ganar una elec­ción, se trata de ver cómo se gobierna después el país.

-¿Cuáles son las chances que tiene la oposición para llegar al poder al 2023? ¿funcionará si van divi­didos?

- Si uno hace la suma arit­mética, que no es lo mismo que la suma política, porque pareciera que 2 más 2 son 4 pero en la política puede ser tres y medio o cinco y medio, o lo que resulte. Si uno mira esos números, existe la posi­bilidad, ahora hay que ver si existe la capacidad de renun­ciamiento para armar un proyecto creíble.

-La renuncia de un can­didato dentro del PLRA, ¿cómo marca a la oposi­ción?

- Toda incorporación de un actor es bienvenida, si noso­tros no nos ocupamos de la política, la política se ocupa de nosotros. Por eso es impor­tante que la gente se sume y que sectores que no son tra­dicionalmente actores de la política vayan sumándose a la actividad para construir entre todos estas opciones que sean realmente funcio­nales y en servicio de la gente. La política no funciona si no le sirve a la gente, y en fun­ción a eso entonces es necesa­rio construir así el proyecto básicamente.

-Los resultados de las elec­ciones municipales, ¿fue una antesala de lo que será el 2023?

- Numéricamente la suma­toria de votos de la oposi­ción, parecería indicar que hay posibilidad, pero esto hay que construirlo desde la realidad de los liderazgos políticos, y esa es la tarea a realizar. Se debe tener la capacidad de renunciamien­tos posibles, buscar la con­vergencia en puntos básicos, y hay tiempo para eso, y si coinciden buscar los meca­nismos de solución de las candidaturas porque ese es uno de los obstáculos, y exis­ten mecanismos, la cuestión es ponerse de acuerdo y no quedarse en la intención, sino que realizarla con las aperturas y condiciones que no sean insalvables. Todo se puede solucionar si existe la predisposición, pero si se quiere imponer candidatu­ras es otra cosa.

-¿Renunciará el PLRA o Efraín Alegre, específica­mente, a ser cabeza de la alianza?

- No creo que él deba renun­ciar, nadie va a renunciar por­que así nomas. Se tiene que armar probablemente un sistema de elección y todos los que integran en ese pro­yecto tendrán la capacidad de aceptar o no los resultados del mecanismo que resulte consensuado entre las par­tes. Hay que buscar un meca­nismo de selección que abra, que sea incluyente y por más de que hayan sectores anta­gónicos, lo mismo se puede confrontar los proyectos, la política es eso. Así que, si se quiere conseguir una alternancia, que es saluda­ble siempre para la política, pero si la alternancia no va construido de gobernabilidad a futuro dejará de ser alter­nancia, será más de lo mismo.

-¿Podría Efraín Alegre aglutinar a la oposición si es candidato de una alianza?

- Tiene derecho a presen­tarse, pero de que sea el único candidato o que se imponga una candidatura única es la cuestión que se debe resolver.

-¿Cómo conciliar posturas tan radicalmente diferen­tes como Patria Querida y Frente Guasú?

- Son antagónicas, es cierto. Hay problemas, no digo insal­vables, pero son muy fuertes las diferencias en cuanto a la economía, a los mecanismos de funcionamientos de la eco­nomía, pero en algunas cosas se pueden coincidir y en esas cosas que se puedan coinci­dir hay que buscar la manera de llevarlas adelante, no veo otra forma. Si se le excluye a la gente por su pensamiento, esa opción definitivamente no avanzará.

-¿Una oposición dividida podrá ganar al Partido Colorado en unas eleccio­nes generales?

- Todo depende finalmente de como se construye las opcio­nes electorales, como resul­tan los candidatos, porque pueden ser diferentes perso­nas pero si no tiene una empa­tía o no tiene una conexión con la gente, esa candidatura se desmorona, y finalmente generar eso y fundamental­mente dependerá del grado de credibilidad que arroje el pro­yecto en cuanto a la posibili­dad cierta de gobernar.

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