El ingeniero Ángel María Recalde, ex titular de la Entidad Binacional Yacyretá, habló sobre la preocupante situación de la bajante del río Paraná a causa de la sequía, que está poniendo en riesgo incluso a la producción hidroeléctrica. Indicó que si bien en la historia de las binacionales Itaipú y Yacyretá, e incluso el Acaray, nunca registraron paro en el funcionamiento de sus turbinas, de continuar la bajante se podría llegar a experimentar el paro de la producción.
En entrevista en el programa “A Punto”, que se emite por el canal GEN, Recalde indicó que el problema de la bajante del río se está viviendo en toda la cuenca del río Paraná. El cual nace en territorio brasileño, y se alimenta de varias otras subcuencas como el Paranaíba, el Paranapanema, río Grande, entre otros, en las que existen, por dar un número, 100 centrales hidroeléctricas, según señaló.
El ingeniero mencionó que, en este momento, todas esas centrales hidroeléctricas, en un promedio, están con el 28% de su reservorio. “Del 100% que tendrían que tener, un 80, 70, hoy están con un 28%; y la proyección de todas esas centrales, para el 30 de noviembre es que van a llegar al 10%. Es decir, hoy están mal, y van a llegar a peor, y eso afecta a todas las centrales hidroeléctricas que están en la cuenca del Paraná, incluyendo a Itaipú y Yacyretá que son las dos últimas centrales que están sobre el río Paraná”, comentó.
ITAIPÚ OPERA EN BAJA
Indicó que hoy, Itaipú está operando por debajo de 5.000Mw de potencia, cuando su contrato habla de que debe suministrar más de 12.100Mw. Si bien, aclaró que no maneja la información precisa, pero indicó que Yacyretá está operando por los 1.000Mw. “Realmente, la situación está muy preocupante”, enfatizó.
Señaló que Itaipú y Yacyretá son las últimas dos hidroeléctricas en la serie de centrales a lo largo de la cuenca del Paraná al igual que el Acaray, que no consume mucho, pero tiene un gran reservorio por la presa del Iguazú; en el pasado nunca dejaron de funcionar por falta de agua; el profesional no descarta que, si continúa con la bajante, puede llegar al punto en que las turbinas dejen de funcionar a causa de la sequía. “No tenemos nosotros en la historia de las tres centrales que hayan parado por falta de agua, pero sí los brasileños experimentaron eso. Pero ellos tienen más de 600 centrales hidroeléctricas, porque ellos colocan turbinas hasta por debajo de la canilla. Entonces, pequeños cursos de agua que tienen, los aprovechan”, explicó.