Las disputas en las internas partidarias no solo fueron en las urnas sino también fuera de ellas. Varios locales de votación se convirtieron por momentos en un verda­dero ring de boxeo. Uno de los casos ocurrió en Quyqu­yhó, departamento de Para­guarí, donde el precandidato a concejal Sergio Bobadilla, del movimiento “Hechos no palabras”, fue agredido físi­camente por la directora del hospital local, Teresita Medina.

Sin dudas, la doctora demostró que tiene la habilidad para enfrentar a cualquier contrincante en un cuadrilátero. Ella alegó en su defensa que solo respondió a la agre­sión de Bobadilla. Mien­tras, en el colegio Nacio­nes Unidas también unos improvisados luchado­res repartieron golpes. En este local, supues­tamente se estuvo indu­ciendo a elegir a cierto candidato en plena fila de espera para emitir el voto. Intervinieron los agentes antimotines de la Policía Nacional.

Otro incidente se registró en General Delgado, depar­tamento de Itapúa, donde las precandidatas a con­cejales Dionisia González y Norma Osorio llegaron a los golpes. Por más que se intentó parar la pelea ambas seguían agredién­dose. Mientras tanto, un enfurecido hombre llegó a un local de Ñemby y empezó a patear las máquinas de votación y fue detenido por la Policía.

El Ministerio Público reci­bió 20 denuncias penales, en su mayoría correspon­den a hechos de soborno al elector, coacción y también hubo casos de hurto, viola­ción de la cuarentena, por­tación de armas, lesión y uso indebido de documentos.

Las denuncias surgieron en la ciudad de Fernando de la Mora, también en las ciudades de Lambaré, San Juan Nepomuceno, Minga Guasu, Caazapá, Eusebio Ayala, Filadelfia, Pedro Juan Caballero, Caacupé, Canindeyú, Katuete, Villa del Rosario y la Paloma.

Respecto a los incidentes, la Fiscalía tuvo que intervenir en 20 casos principalmente por discusiones entre miem­bros de los distintos partidos y movimientos. Igualmente, se destaca la denuncia que se recibió en la ciudad de San Antonio donde el mismo intendente de la comunidad, Raúl Mendoza, fue víctima de asaltantes quienes se lle­varon 210 millones de gua­raníes cuando el dirigente liberal llegaba a su puesto de comando.