El ministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo, con su peculiar estilo, afirmó que en el transcurso de su gestión en cuanto a la adquisición de las vacunas contra el covid-19, se volvió un escéptico ante las frustraciones constantes que generan el incumplimiento de las cláusulas por parte de los sectores encargados de proveer los biológicos. Al respecto lamentó que el Mercorsur no haya servido como bloque regional para adquirir las dosis. Por otra parte, indicó que el Paraguay utilizará las estrategias políticas para encarar a Brasil en el año 2023, con miras a la revisión del Anexo C, del Tratado de Itaipú.

“El presidente de la República cuando me encargó la Cancillería me dijo tres cosas tenés que abordar: la salud que hace a la pandemia, en segundo lugar la revisión del Anexo C y en tercer lugar la reactivación económica. Resulta frustrante cuando uno contrata y no se cumplen los contratos por razones inexplicables o por esa especie de enigma contractual que se llama la cláusula de confidencialidad. Todo el mundo lo dice y nadie entiende, y me incluyo, porque esa cláusula no me permite a mi acceder al contrato. ¿Cómo yo siendo canciller nacional no voy a saber lo que se contrata?”, manifestó.

Al respecto mencionó que se tiene actualmente dos experiencias frustrante en el proceso de adquirir las vacunas con la India y Rusia. “Tenemos la experiencia frustrante en el sentido de que hemos comprado 2 millones de dosis y no nos llegan porque hay un índice de contagios elevadísimo en la India y número de fallecidos y por supuesto la exposición del gobierno ante la oposición y su prensa que no le permite la exportación de las vacunas como si nosotros no tuviéramos el mismo problema de muerte y necesidad, y Rusia, a quien pagamos, sí nos envía a cuenta gotas a pesar de la promesa que probablemente para fines de julio tendremos el contrato cumplido”, dijo.

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SÍNDROME DE REYES MAGOS

Acevedo agregó que al comienzo se encontraba con optimismo en que las vacunas lleguen al Paraguay de forma gradual, pero que ante la tardanza o la llegada de las dosis en “cuenta gotas”, terminó por volverse un escéptico. “Yo al comienzo tenía el síndrome de Reyes Magos, creía que vendrían las vacunas y nada. Llegué a la conclusión que el pasto y el agua que puse en la vereda de mi casa no los llevó ni el camello ni el perro que pasó por ahí y ahora me volví un escéptico, ni siquiera estoy en la categoría de Santo Tomás en el sentido de tener que meter el dedo para saber si hay una herida”, sostuvo.

REVISIÓN DEL ANEXO C

Por otra parte, el funcionario de Estado reveló que en la futura renegociación con el Brasil en torno al Anexo C del Tratado de Itaipú, apelará a la estrategia política más que a la técnica, en el sentido de dialogar entre “socios” buscando puntos que convengan a ambos países.

“Yo creo que tenemos que hacer lo contrario a lo que hacemos con Brasil, estar a la expectativa, frenarlo y esperar el contragolpe. No soy yo de la tesis de Aurelio González, centro, cabeza y gol. Tenemos que recuperar nuestra convicción del éxito y en ese aspecto hay que ser audaces. Por eso a veces quiero distanciarme de la discusión técnica y quedarme en el ambiente estrictamente de la negociación política, en el sentido de decirles, somos socios paritarios y hagamos lo que nos convenga a los 2 y nos conviene a ambos que Itaipú sea una fuente de desarrollo no entre nosotros 2, sino a toda la región. En el fondo esto será una negociación política”, refirió.

“ME IRRITA CUANDO DICEN AGENDA OCULTA”

Por otra parte, señaló que cada sector que deberá negociar con Brasil, tendrá que asumir únicamente su rol. Rechazó las afirmaciones referentes a que el proceso se desenvuelve bajo un total secretismo, y fue finalmente partidario de dar a conocer todas las informaciones respecto al proceso.

“Acá tenemos la costumbre de que creemos que el director técnico, haciendo la comparación futbolística, tiene que ser el centro delantero, aguatero, arquero e hincha y no es así y no debe ser así. Las negociaciones forman parte de las ciencias políticas, es toda una asignatura, hay escuelas de negociación y códigos que cumplir. La mejor manera de negociar es acercarse al negociador, conocer, no digo yo sus debilidades, pero sus vulnerabilidades para que pueda entender lo que vos querés y a partir de ahí buscar el acuerdo. Me irrita cuando dicen agenda oculta, que es lo que se quiere ocultar, no hay nada para hacerlo. Yo soy partidario que acá no tiene que haber ningún secreto”, puntualizó.

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